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 Los diez días habían pasado, presente los parciales y el semestre había terminado, todo estaba bien, lo único que no me encajaba en toda esta situación era el acné que me había atacado y los constate dolor estomacal y eliminación de gases, estaba de muerte lenta... los primero días de vacaciones lo único que he hecho es estar tirada en la cama mientras que lo único que me provoca tomar son bebidas ligeras.

La puerta del apartamento es azotada sin piedad, una y otra vez gritan mi nombre, y reconozco perfectamente esa voz. Me levanto a paso lento y miro en el bar de la cocina, hay un sartén, lo agarro y lo escondo detrás. Sigo caminando hasta la puerta, abro y ahí esta tina, el olor a alcohol y marihuana se hace presente, tiene todo el delineador corrido y el cabello desordenado.

— ¡eres una repugnante vagabunda!—grita.

Ruedo los ojos, y resoplo, no se lo voy a negar más.

— ¿Qué quieres?—cuestiono.

— Te revuelcas con Louis a mis espaldas—ríe—maldita perra oportunista, sé que solo estas con él por el dinero—acusa.

— ¿quieres que te diga la verdad?

Ella resopla y gruñe.

— Estoy con él, si, así como tú dices, me revuelco con él, déjame decirte que es muy bueno en la cama—confieso.

— ¡plato de segunda mano!—vocifera— ¿cómo pudiste? Yo soy tu mamá.

— No, no te equivoques, el hecho de que yo saliera de tu vientre eso no me hace tu hija—digo, por fin le diré todo lo que pienso de ella— y si, trátame como una puta, perra, vagabunda lo que quieras, eso no va a cambiar las cosas.

— ¿entonces que más puedes ser?—controvierte.

— ¡Solo mírate! Nunca fuiste una madre, jamás lo serás, suena extraño y todo, pero en mi vida no hiciste falta, después de todo una mente ocupada no tiene tiempo para extrañar a nadie ¿acaso si tienes a un hijo lo tratas de matar? Creo que estoy agradecida porque las patillas abortivas no causaron un retraso en mí—digo rápidamente.

Alza su mano para darme una cachetada, pero yo meto el sartén en medio y su mano lo golpea haciendo un estruendo.

— Intenta golpearme de nuevo y te daré con este sartén en la nariz, para que te quede una endemoniada cicatriz y lo recuerdes por el resto de tu vida—amenazo.

— Te vas a quemar en el infierno, te vas a quemar viva Sídney, eres el peor ser humano que pueda existir—gruñe.

— Lo siento Tina, pero cada quien es feliz a su manera, y ahora no intentes ser la victima porque eso realmente no te queda.

— Ganaste esta vez ridícula zorra, eres una zorra afortunada, estas en este mundo porque el asqueroso de Alan no permitió que te desgarraran pedazo por pedazo en una clínica clandestina.

Yo empiezo a reír, si ella cree que me va hacer sentir mal con decirme eso, está muy equivocada.

Para finalizar mi ejemplar discurso digo:

— Quizás era parte del destino que yo me revolcara con el ricachón, con él aquel ahora le digo papi, si con ese que me llena de regalos, ese que hace un par de semanas de dio un súper auto y pago muchos dólares en mi diplomado, si con Louis, quizás solo era eso, fui parte de tu vida para que conociera a Louis.

Doy un paso atrás y le tiro la puerta en la cara.

Detrás de la puerta se escucha como ella gruñe y finalmente los pasos alejándose, estoy libre, no tengo porque ocultar que estoy con Louis nunca más, es mi novio, no el novio de mamá ¿mamá? Qué es eso, ella solo fue una mujer más que se atravesó en mi camino.

Sigo hasta el cuarto y paso por el tocador, me miro el rostro, está hecho un desastre... y ahí viene el fuerte cólico como si me estuvieran pateando el estómago. Me acuesto en la cama y como por arte de magia empieza a sonar el celular y es Louis.

Contesto sin mucho ánimo:

¿cómo te sientes niña mal?—pregunta con un tono dulce.

Creo que dejare un testamento, me estoy muriendo—digo.

Ya Salí de la oficina, iré para allá, papi tiene que cuidar de ti—ríe.

Creo que si demoras en llegar encontraras mi bronceado cadáver.

No exageres.

Ojala tuvieras mis síntomas—gruño.

Te hare un mercado... con cosas sanas, nada de chatarra.

Ujum.

Nos vemos allá, vístete, también iremos a visitar a un médico.

Bueno.

Sigo acostada en la cama, tengo tres asquerosos días de estar así, creo que empezare a dejar las cosas organizadas, esto se siente horrible.

Pasados quince minutos la puerta del apartamento se abre, una voz ronca dice mi nombre varias veces, sé que es él. Luego después de unos segundos se abre la puerta del cuarto. El está vestido de traje y peinado hacia atrás, se ve guapo y luego estoy yo... en pijama y muriéndome.

— ¿qué te paso?—pregunta.

Se acerca unos metros y se sienta en la cama.

— Te lo dije ricachón me estoy muriendo—recuerdo—ni siquiera tengo fuerzas para cambiarme, solo mírale—digo.

— Está bien, iremos a un médico—dice y suena nervioso.

Me levanto de la cama y me miro en el espejo... estoy de muy mal color, busco en el closet un vestido suelto y me lo pongo. Louis luce como si estuviera a punto de recibir la calificación de un parcial, yo por mi parte trato de relajarme. Cuando estoy lista salimos del apartamento, entramos al ascensor y con el pasar de los segundos estamos abajo.

Salimos del edificio y con un martillo de construcción en sus manos se encuentra Tina.

— ¡DESGRACIADOS!—grita— SON UNOS MALDITOS HIJOS DE PUTA.

Pasan tres segundos cuando el martillo impacta contra el capot del auto y le hace una gran abolladura, nuevamente lo alza y le da hasta que un chirrido se escucha. Louis pone las manos en su cabeza y corre hasta donde esta tina para quitarle el martillo, después de unos segundos logra quitárselo. Empiezan a discutir, hay algunas personas y todas nos miran.

No pasan más de quince minutos cuando la policía llega y se lleva a Tina, Louis está desesperado, le han abollado un Audi... yo también estaría al borde de la locura. Llega la grúa se lleva el auto al taller... por suerte tiene un buen seguro. Cuando todo vuelve a la calma lo abrazo por detrás y le doy besitos en el cuello.

— Lo siento—susurro—siento llegar a tu vida y poner todo de cabeza.

— No te tienes que disculpar, las cosas pasan, cuando la vi aquí creí que te iba a hacer algún daño, me asuste por eso, creo que el auto es lo de menos—dice.

— Eres único Louis, y te has ganado mi corazón, soy una tonta con suerte—suelto una pequeña carcajada.

— Eres todo lo que papi quiere—ríe—ahora vamos al médico.


;<>

El novio de mamá [L.T.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora