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 — ¡mira esto ricachón!—grito con emoción.

— ¡ya voy!—grita desde abajo.

Le doy los últimos detalles a la chaqueta negra con bordado en la parte de atrás y tengo algo para mi colección Benjamín.

Se asoma por la puerta y esta con Daniel, le está dando de comer mientras que sus grandes ojos grises lo observan. Yo me levanto de la silla y tomo a Daniel entre mis brazos.

— Ay mi amorcito, mi cosa bella ¿Quién es el rey de mami? ¿Quién? Tú, tú lo eres—digo y le doy muchos besos.

Un carraspeo de garganta se escucha y es Louis.

— ¿qué tengo que mirar niña mal?—pregunta.

— Ah mira, si, ahí en la silla esta una chaqueta, la hice especialmente para ti, espero que te guste—le digo—mídetela para ver si hay que hacer arreglos o cosas así.

Él obedece y se mide la chaqueta, le queda perfecta, solo él sabe lucirlas.

— Te queda bien, al parecer no hay que hacerle ajustes—digo mientras lo rodeo y observo detalles.

Se mira en el espejo, hace caras y demás cosas, al parecer le ha gustado.

— ¿entonces?—le pregunto.

— Solo Benjamins en mis bolsillos—ríe.

— Exacto.

— Oye niña mal... desde que nació Daniel no hemos hecho nada como familia, seria genial que hiciéramos algo como para tomarle sus primeras fotos y todo eso—sugiere.

— Me parece bien... ¿a dónde vamos?

— Podemos ir a central park y hacer un día de campo...

— Me parece buena idea... pero solo dame una hora, tengo que hacer algunos arreglos a mi vestido de grado.

— Niña mal ¿Qué te dije?—resopla él ya un poco fastidiado.

— Lo se ricachón, pero es que es diseño de modas, tienes que lucir lo que has aprendido con los años, y que mejor ocasión que el día de mi grado.

Me acerco un poco a él y roso mis labios con los suyos.

— ¿Qué me dice ahora?—cuestiono—podemos hacer muchas cosas—ronroneo.

— ¿Por qué siempre me terminas convenciendo?

— No lo sé. Quizás porque te encantan mis tetas o porque... amas tocarme.

— Estas en lo correcto.

— Ahora toma a Daniel que ya se ha quedado dormido y yo terminare con esto.

— Gracias por la chaqueta.

— Todo por mi ricachón.

Después de terminar con las cosas procedo a arreglarme. Cuando finalmente estoy lista, salimos, realmente no sé a dónde se supone que podemos hacer un día de campo... pero hay que mirar opciones. Creo que la única que hay es central park. Daniel va dormido en mis brazos mientras que yo cepillo su cabeza que cuenta con unos cuantos cabellitos, él es lo mejor que me ha pasado en la vida. Antes no tenía un instinto maternal desarrollado, pero con el tiempo se da, antes no soportaba a un bebe, ahora yo no puedo pasar ni un segundo sin estar cerca de Daniel.

— Te noto muy pensativa niña mal—dice.

— Solo es que bueno... si, lo estaba realmente, pensaba acerca de Daniel.

El quita por un segundo la atención del camino y me mira.

— Que te puedo decir... es tan guapo como su padre—ríe.

— Lo sé. Seguro será un rompe corazones que le van a gustar las veteranas—digo.

Ruedo los ojos y ríe.

Con el pasar de los minutos el auto se detiene y estamos en la parte donde golpearon a Louis... ese horrible cumpleaños meses atrás, donde le explote el ojo a un ladrón... bellos recuerdos. Nos bajamos del auto y caminamos hasta la casa. De su pantalón Louis saca un manojo de llaves y busca una llave pequeña, la encaja en la cerradura y abre. El ambiente es como si fuera la casa de un pequeño pueblo de Europa, todo está frio, no hay polvo alguno y huele a canela.

— Ese día no pudimos disfrutar nada—dice.

— Pues... creo que ahora uno de esos ladrones se debe estar arrepintiendo de haber venido hasta acá, no creo que fuese una decisión inteligente—digo.

— ¿por qué lo dice?—cuestiona.

— Mientras uno te golpeaba, yo le salte encima y... lo deje ciego de un ojo, el truco es presionar hasta que explote—cuento, es un poco macabro pero me funciono.

Empieza a reír descontroladamente como si le contaran un chiste.

— ¿Qué te parece tan gracioso ricachón?

— No lo sé, pero lo que más me gusta es que te arriesgaste por mí... por salvarme.

— Y créeme lo volvería a hacer, fuiste el único que literal se apiado de mi o no sé, se metió en mí, toco lo más profundo, me trato como nadie lo había hecho y eso es más que suficiente.

Él me toma de la mano y caminamos hasta la cocina, donde en la parte de atrás hay una puerta, él la abre y salimos a un patio que esta totalmente recubierto de pasto, yo me emociono, además de que hay flores y un pequeño parque, es como si hubiese diseñado para un niño. El regresa al auto mientras que Daniel y yo lo esperamos sentados en el pasto... bueno yo sentada con Daniel en mis piernas. Los minutos pasan y Louis se presente con esa típica cesta de día de campo que todos usan en las películas y una manta de cuadros azules. Se sienta y tiende la manta, luego deja la cesta ahí y empieza a sacar las cosas.

— ¿hace un año esperabas esto?—interroga— ¿o dónde te imaginabas?

— Hmmm no sé. Siempre dejo que el destino me sorprenda y ahora lo ha sabido hacer a la perfección. ¿y tú?

— Pues... quería tener a alguien a mi lado, quería compartir mis cosas con alguien que las apreciara y me mostrara cuan divertida puede ser la vida, y mis plegarias fueron contestadas cuando te vi recostada en el auto—responde.

— O quizás cuando casi lo hacemos en la cocina, me toco cocinar para tina como buena hija, créeme que te odiaba... odiar no, era como un deseo reprimido o quizás envidia porque alguien muy lindo estaba con tina.

— Mi plan fue conquistarte desde el primer día, Tina me había hablado de ti, eras alguien particular entre muchas chica, con esas referencias llegue a la conclusión de que por país solo hay una Sídney Stoner.

Lo que paso del día nos quedamos hablando y tomándole fotos a Daniel, en donde salió sonreído en algunas, todas fueron maravillosas, fue un día excelente, ahora si sabía lo que era tener una familia, lo que era sentirse amado y como se sentía amar, muchas veces puedes estar con una persona por años y no sentir nada, mi caso con tina, yo era un dolor de culo para ella, pero a Louis... a Louis lo amaba, pues me hace ver las estrella, hace que la adrenalina en mi cuerpo suba en menos de un segundo y luego estaba la cosa más preciada para toda mi endemoniada vida, lo que le daba luz: Daniel. Lo ame desde el primer día que el medico dijo que había que escoger herederos o algo así, desde ese momento, él es lo mejor de mi vida, mi niñito mal. 

El novio de mamá [L.T.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora