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Es él día de mi cumpleaños, la primera llamada que he recibido es la de Louis diciéndome que pasaría por mí a las diez... y bueno ahora faltan cinco minutos para las diez, me siento en la sala y espero por unos minutos hasta que timbre suena, tomo la pequeña cartera, corro hasta la puerta y la abro, ahí está él, esta vestido deportivo: una bermuda de jean y un suéter rojo polo, se ve tan guapo... he llegado a meditar y reflexionar, realmente quiero a Louis... no es como un capricho, es alguien que me apoya y con quien quiero construir algo con seriedad.

Se acerca a mí y me da un pequeño beso en los labios.

— Eres la cumplimentada más sexi de todas—susurra.

— Gracias, soy afortunada por tenerte a ti el día de mi cumpleaños.

— Vamos, tengo algo para ti.

Cierro la puerta detrás del apartamento y nos tomamos de la mano, entramos al ascensor y marcamos el primer piso, las puertas se cierran y empezamos a descender, nos detenemos y se abren nuevamente. El hombre que esta recostado en el mostrador me parece tan conocido, el me queda mirando y luego mira a Louis... por lo que me dijo Tina ese debe ser su viejo romance. Salimos del edificio y caminamos unos metros hasta donde está el auto, él abre la puerta y yo entro.

Pasan unos segundos y el sube al auto, me mira y sonríe:

— Tienes que vendarte los ojos—dice de repente.

— Vamos Louis—digo—te dije que no era necesario nada, me has dado muchas cosas.

— Es solo algo pequeño, un bonito regalo para mi niña mal—insiste.

Abre la guantera y saca un pañuelo negro y me lo entrega.

— Es algo muy mínimo, sé que te va a gustar—dice.

— Está bien...

Me pongo la venda y no veo nada, luego él se cerciora de que yo no vea nada. El motor se enciende y arranca, lo único que logro percibir es el frio del aire acondicionado.

— ¿y has tenido muchas llamadas hoy?—pregunta.

— Pues... la tuya fue la primera y mi favorita, me han llamado dos hermanas de mi papá, luego me llamo él y después zayn, argumentando que supone que saldremos y que luego me traerá el regalo—digo.

— Hmmmm ya...

Con el lapso de unos veinte minutos o quizás más se detiene el auto, siento como Louis se baja y me abre la puerta, me ayuda a salir con cuidado, y empezamos a caminar, pasan unos cinco minutos, se escuchan unas voces y luego siento como el viento que choca contra mí y levanta mi vestido, las manos de Louis reposan en mi cintura mientras que su risa traviesa lo delata.

— ¿lista?—pregunta.

— Algo así... creo que estoy emocionada, no tengo ni idea de donde me encuentro—suelto una pequeña carcajada, creo que estoy nerviosa.

— ¿Qué te imaginas que es?—interroga.

— No tengo ni la menor idea, de ti puedo esperar todo.

Sube sus manos desde mi cintura hasta que llega a la cabeza y desata el pañuelo.

— Lo que sea por mi niña mal—susurra y deja caer el pañuelo.

Tardo unos segundos en acostúmbrame a la luz y cuando lo hago... no puedo creer lo que veo: Un Mustagn de color rojo.

Me llevo las manos a la cabeza, cuando salgo del trance miro a Louis y tiene una sonrisa en el rostro, corro hacia donde está él y prácticamente le brinco encima , logra atraparme así que enredo las piernas en su cintura. Le empiezo a besar apresuradamente y dejo todo el labial en sus labios, lo dejo de besar y lo miro fijamente.

— Eres el mejor—susurro y le doy un beso corto.

— Ya te lo dije, todo por mi niña mal, te lo mereces—dice.

Me bajo y camino hasta donde está el auto, es hermoso... no lo puedo creer.

— Creo que necesitaras esto—grita y me tira unas llaves.

Camino hasta la puerta del copiloto, presiono el botón del llavero y el auto se abre. Subo y luego Louis se acerca y sube.

— Es un Mustang GT Premium, es versátil, pues tienes cinco formas de manejarlos: normal, sport, nieve, en una pista y en la lluvia, trasmisión automática de seis velocidades, y una increíble seguridad de ocho bolsas de aire—me explica.

Yo realmente no puedo creer lo que estoy escuchando, esto debió costarle una millonada.

— ¿por qué yo?—le pregunto—creo que no soy la mejor persona, me hubiera conformado con algo pequeño.

— Pues... no sé, quería sorprenderte, porque... realmente estoy enamorado de ti, porque desde el primer día que te vi quise tenerte entre mis sabanas, además... me has mostrado un lado alocado de la vida, y que me preferiste a pesar de la relación biológica que tienes con Tina—aclara— además entre cada beso y beso que me das me vuelves loco, el solo verte hace que quiera llevarte a la cama.

Yo empiezo a reír y le digo:

— Eres un ricachón muy calentón.

— Pues... sí, las ganas de comerte completica y no dejar sobras no se me han quitado para nada—ronronea.

— ¿entonces me dejaras quererte por un rato largo?—interrogo.

— Todo el que tú quieras. Ahora debes probar tu nuevo auto.

Inserto la llave y le giro solo un poco, el motor ruge, tal y como me gusta, selecciono el modo normal y salgo de donde estamos, que es el patio de la casa de Louis. Llegamos hasta la avenida principal y esta descongestionada, paso a modo pista y acelero a fondo, me paso algunos carros, el tablero marca ciento veinte, es impresionante, sigo hasta que llegamos a pelham bay, un parque con una bahía, como es viernes... y es de mañana y el clima no esta tan soleado hay poca gente, estaciono y nos bajamos.

— ¿Qué solías hacer antes en tus cumpleaños?—pregunta Louis.

— Pues Alan... me regalaba una torta y zayn me invitaba a comer y ya, y mi abuela me daba un poco de dinero.

— ¿nada más?

— Creo que después de que estés con las personas que tú quieres no importa nada más.

Avanzo unos pasos hacia donde esta él y enredo mis brazos en su cuello.

— Esto aún no termina—dice.

— ¿hay más?—pregunto algo sorprendida.

— Esta noche es especial para nosotros dos—ríe.

El novio de mamá [L.T.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora