𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐕

53 5 0
                                    

𝑹𝑬𝑫 𝑨𝑵𝑫 𝑩𝑳𝑨𝑪𝑲

⚠️𝔸𝔻𝕍𝔼ℝ𝕋𝔼ℕℂ𝕀𝔸 𝔻𝔼 ℂ𝕆ℕ𝕋𝔼ℕ𝕀𝔻𝕆 𝔽𝕌𝔼ℝ𝕋𝔼⚠️

El espectro fantástico de la euforia, el subidón alcohólico y la alegría bailante en las personas eran bastante común en todo club, pero en el Red and Black era mucho peor, o mejor, dependiendo de quién lo viera.

Esa noche la música podía escucharse desde afuera; las luces te cegaban atractivamente al apenas entrar; el olor a sustancias adictivas creaba una sensación de apego al lugar que te hacía no querer irte nunca, como si el tiempo no corriera ahí adentro y solo quisieras estar de fiesta el resto de tu vida.

Era confuso como un club inaugurado apenas unos meses atrás se había catapultado de repente a una exuberante fama dentro de la ciudad y fuera de la misma también.

Quizás eran los deliciosos tragos. Quizás el trato de los trabajadores y la vista colorida del lugar. También podía ser lo amplio y moderno de todo junto a la música. O quizás era el misterio de un dueño con una creatividad tan extraordinaria como para lograr semejante efecto de interés en las personas al querer ir.

Fuera lo que fuera, el Red and Black era el club más famoso del momento. Todos en el estado de New Jersey habían escuchado hablar de él o habían ido, quedando maravillados con cualquiera de estas cosas.

¿Pero quieren saber una variante sorpresa?

Al trío dinámico no le sorprendía nada de eso, y mucho menos le interesaba.

Para Daniel, Daniela y Luca, estar en el Red and Black suponía motivos mayores, ya fuera trabajo, necesidad, autosuficiencia, inconciencia. Nada que tuviera que ver con querer salir de fiesta y emborracharse ya que eso lo podían hacer perfectamente desde la comodidad de sus casas.

Al entrar, la nariz de Daniel fue impregnada por el potente olor a alcohol, madera y un deje de tabaco caro. Lo típico en su padre.

Se había criado en un ambiente lleno de esos olores y más, por lo que no arrugó la nariz aunque el tabaco le resultara desagradable.

Vistiendo solo con una camiseta negra, unos jeans ajustados oscuros y una gabardina de cuero marrón con un par de correas decorativas al inicio de las mangas, Daniel se veía como todo un adonis balanceando su estilo clásico con lo moderno, atrayendo la mirada de muchas chicas a su alrededor.

Demasiadas.

Justo lo que necesitaba pero no quería.

Por su parte, Luca miraba todo el lugar con una expresión neutral en busca de ciertas personitas que necesitaban que estuvieran allí para que su plan no fuera en vano.

Al divisarlos sentados en el balcón de la zona VIP, su entrecejo se arrugó.

No eran para nada personas de su agrado, es más, los evitaba lo más que podía, pero esa noche necesitaban su atención o por lo menos que vieran lo que Daniel haría.

―Bien, ¿cuál es el plan? ―le preguntó a Daniela quien se había guardado el plan para sí misma en los últimos días.

La rubia tomó una profunda respiración y sus ahora ojos ahumados con maquillaje nocturno dejaron de recorrer el lugar para fijarse en ellos.

―Sencillo ―respondió ―. Dan tiene que estar con una chica para ocultar su interés por otra ―explicó, y en cuanto Daniel la miró con una ceja alzada, ella le sonrió con malicia ―. ¿Cuál te apetece hoy?, ¿otra pelirroja o una pelinegra? Yo digo que es mejor que sea con una morena, ya sabes, para variar.

Una Perfecta MentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora