EL FUEGO DE TU AMOR

LA CENA

Cuando Diana se fue, el grito colectivo de burla se escucho, varios compañeros se acercaron hacia Leslie—felicidades Shay—

--te sacaste la loteria—

--lo que yo daría por que una mujer como esa me pisara—

--como me gustaría que se sentara en mi rostro—

--Leslie, tienes una ereccion—solo asi, Leslie salió de su estado de estupor y se sonrojo violentamente tapando su entrepierna.

--no me esten viendo mi manguera—

--nosotras te la vemos en las duchas—agrego Korra riendo.

El dia termino sin complicaciones, cada quien se dirigió a su respectivo hogar terminando su dia, pero sin duda la que estaba en las nubes era Leslie.

Korra llego a su departamento y abrio la nevera sacando una cerveza, se tiro en el sofa y encendio la Tv aburrida, no tenia planes, desvió su mirada hacia un costado, notando su colección de bicicletas, pero en su mente no paso ir a buscar a alguien con quien enredarse, tenia que lavar ropa, se puso de pie y saco el cesto de la ropa sucia, notando que tenia mas camisas que pantalones, encontró aquel pantalón deportivo que Asami le habia dado y noto un papel blanco, el recuerdo de aquella noche la hizo sonreir y su cuerpo se estremecio, saco el papel sintiendo su corazón latir como loco al encontrarse un numero de teléfono con la palabra, "llamame", dejo su ropa sucia y corrio hacia su mochila sacando su teléfono celular, marco el numero pero apenas se escucho el primer tono y de inmediato colgó—no, tu jamás te acuestas dos veces con la misma chica—se reprendio golpeando su cabeza con el móvil, dio un brinco cuando su teléfono vibro en sus manos y vio el numero que marcaba en pantalla, quizas solo dejaría que timbrara, era lo mejor, pero al intentar dejarlo en la mesa, su enorme perra naga se lanzo hacia ella lamiéndole el rostro haciendo que su dedo deslizara el botón de "contestar".

--¿ hola?—se escucho del otro lado de la línea.

--no, naga, bajate, no me lamas—

Asami escucho aquello algo confundida--¿ si?—

--oh, maldicion—exclamo Korra poniendose el móvil en el oído—hola—saludo con nerviosismo.

Asami de inmediato reconoció esa voz, jamás olvidaría aquella sensual voz diciendole al oído lo hermosa que era, y lo bien que se sentía estar en su interior, pero los ruidos extraños que se escuchaban hicieron que frunciera el ceño--¿ necesitas algo?—pregunto intentando sonar indiferente, el monstruo de los celos se estaba asomando.

--dame un momento—

Asami se disponía a colgar, pensaba que quizas estaba con alguien, y ella seria la segunda opción, quizas solo se la habia llamado por error, comenzó a escuchar algunos ruidos, como si jalaran cosas.

--naga, ven aquí—un ladrido se escucho, haciendo que Asami respirara con alivio, y despues sonriera por lo tonta que se sentía al estar celosa de un perro—vamos chica, ven aquí, si no vienes no te dare de comer, Naga, ¡NAGA NO!—un fuerte ruido se escucho, y luego sonidos extraños se escucharon—deja de lamerme el rostro, me llenas de saliva, quítate de encima, vamos—despues de el forcejeo, se escucho una perta cerrarse y un suspiro de alivio--¿ sigues ahí?—

Asami rio—aquí sigo—

--oh, bueno, es que yo, mmm.. me dejaste tu numero y, bueno quise llamarte, para saber como estabas y..—

--¿ recuerdas donde vivo?—interrumpio Asami.

Korra asintió, para despues sentirse estúpida al darse cuenta que Asami no la veia—si, claro, claro—