EMPALIZADA.

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Lena solo cerro los ojos y puso el cuerpo flojo, lo mejor era dejarse llevar, por que sabia lo que se venia, Kara tenia un cuerpo femenino sin duda, pero su masa muscular y su fuerza, era mucho mas grande que la de ella, y gracias a todos los entrenamientos que Kara necesitaba para ejercer su trabajo y al envidiable metabolismo rápido, su esposa era una maldita diosa, Diosa que estaba apunto de taclearla, y asi fue, el cuerpo de Lena solo se puso flojo para ser llevada a la cama cayendo pesadamente con el cuerpo de su esposa encima de ella--¡dime que es verdad!, ¡ dimelo!—gritaba Kara como desquiciada tomando el rostro de su mujer, Lena en realidad no sabia como sentirse, años atrás, no se le pasaba por la mente enamorarse, ni mucho menos casarse o tener hijos, era algo que habia encerrado muy en el fondo de su corazón y mente, algo que se convirtió en anhelo cuando conoció a la rubia, mentiría si dijera que no estaba aterrada, a pesar de tener la estabilidad económica, emocional y mental para formar una familia, el miedo a ser una terrible madre siempre estaba latente, pero al ver aquellos ojos azules enamorados y anhelantes, le hacia saber que no estaba sola, y nunca mas lo estaría.

--no lo se Kara—exclamo sintiendo su corazón romperse al ver como el brillo en los ojos de Kara disminuia—no siento ningún sintoma, no hay que apresurarnos, ¿ si?—lena escucho como su esposa se desinflaba y dejaba caer todo su peso sobre el de ella.

--señora Luthor, su cita con el ginecologo es mañana a primera hora—

--callate Hope—murmuro Lena lanzando una almohada hacia su móvil.

--a mi no me vas a volver a ahorcar loca—menciono la I.A con recelo.

Lena envolvió sus dedos en la rubia cabellera de su esposa—mi amor...--

--¿ y no hay una posibilidad aunque sea pequeñita pequeñitita?—

Lena sintió su corazón partirse, la voz de Kara salió bajita y triste desde el escondite de su cuello.

--sabes que por el implante no menstruo, y si caduco hace un par de meses, quizás aun tenga efecto, no puedo decir que tengo retraso, aun asi ire con el medico para que lo retiren y coloquen otro—

--bueno—exclamo Kara derrotada.

--amor...-- la llamo Lena, pero la ojiazul se rehusaba a levantar el rostro—mi cielo, si la vida quiere que tengamos otro hijo, lo tendremos, pero todo a su tiempo, ¿ de acuerdo?—

--ujum—

Lena se deshizo cuando la bombera mostro un enorme puchero—ven aquí mi tlacuache rubio—hablo abrazandola con cariño—ahora cambiando de tema...... Lia—

--oh si, nuestra pequeña genio—sonrio la rubia entusiasmada—estoy tan agradecida con los hijos que me diste—la ojiverde se sonrojo ante aquel cumplido—Liam es un encanto de niño, presiento que nos sacara canas verdes cuando sea mas grande—

--claro, Liam es todo tu—se burlo Lena tomando un mechon rubio acomodándolo detrás de la oreja—inquieto, coqueto y un galan—

--¡oye!—se quejo Kara encarando a su esposa—yo no soy coqueta—

--¿ no lo eres Kara mi Zor-El bombera y plomera?—exclamo con una ceja alzada con recelo.

La rubia se sonrojo al recordar aquello—aun no te conocía—se excuso con un puchero.

--de acuerdo, no mentire, me pone celosa pensar en eso, pero yo también tuve mis aventuras—lena tuvo que soportar su risa al ver como el rostro de Kara cambiaba completamente a una mirada acusatoria y celosa--¿ que pasa cielo?—

--es una tonteria—susurro Kara escondiéndose en el cuello de su esposa.

--sabes que puedes contarme lo que sea—

EL FUEGO DE TU AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora