EL FUEGO DE TU AMOR

GENIO

Antes de empezar quiero contarles algo, como la mayoría sabe soy enfermera, y estoy en el turno nocturno, anoche estaba sola en mi piso con un solo paciente, eran despues de las 12 y mi paciente y su cuidador veían la tv, a las 00:30 me tome mi café y escuche un sonido extraño, como si de un ronquido se tratase, pero no rumbo a la habitación del señor, si no al lado contrario que esta vacio, camine hacia la ultima habitación, donde según se escuchaba el ruido, y cuando iba a mitad del camino dejo de escucharse, pensé que quizás algún dr se habia ido a dormir, pero aun asi le hable a mi supervisora jajaja pira madre que iba a revisar sola las habitaciones, para esto, llego una amiga y antes de que yo le dijera me dijo ¿ quien esta roncando o jadeando como si le faltara el aire?, le pedi que me ayudara a revisar las habitaciones, a mitad de pasillo dejo de escucharse, pero cuando llegamos a las ultimas habitaciones no habia nadie, ese piso fue piso covid, y la verdad nos fallecieron bastantitos pacientes, los cuales no podían respirar, cuando nos dimos cuenta de que no habia nadie, corri como naruto por el pasillo gritando "la sangre de cristo tiene poder", jajaja.

Bueno bye, ahora si lo que sigue.

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Lena estaba furiosa, con ganas de destazar a alguien, y las demás Ceo la apoyaban, ¿ pero como llego Lena Luthor a amenazar a alguien con ahorcarlo con sus propias tripas?, fácil... Lena Luthor era una mujer exitosa, dura, una maldita perra en los negocios, pero un algodón de azúcar con su tlacuaches rubios, su adorable esposa, y sus tiernos hijos, para Lena lo era todo, amaba los fines de semana donde no tenia que trabajar y terminaba en la cama leyendo un libro, mientras sus tres rubios se divertían tirados en la alfombra jugando o riéndose de cualquier tonteria que Kara decía, o asombrados por las historias del trabajo de Kara, era su dia favorito, de sus tres rubios, había una que requeria mas su atención, su pequeña Lia tenia problemas para comunicarse con los demás, no le gustaban los extraños ni estar con niños que no conocía, era algo retraida y cohibida, muy diferente al extrovertido Liam, que hacia amigos donde fuera, Lena agradecia la convivencia con los demás pequeños, los cuales no trataban a Lia de manera diferente, al contrario, siempre la integraban a sus juegos y travesuras, pero aun asi, Lia siempre terminaba alejándose de todos al final, a pesar que Liam era un muy buen hermano, siempre al pendiente de su hermanita tomándola de la mano para darle seguridad.

La primera llamada de atención transcurrió un lunes, los pequeños fueron llevados a la escuela como siempre comenzando con su semana y su rutina.

Pero cuando llego la tarde y los pequeños llegaron a casa, los ayudaron a hacer la tarea, y entre las peleas de Jenny y Janne, mas las peleas de Leslie y Korra por haber quien hacia un mapa con sopa de coditos, paso la tarde.

Cuando llegaron las Ceo, Diana encontró a su esposa y a su hija llena de pegamento y de sopa de coditos hasta el cabello, el pobre cucho paso con su cola llena de coditos y un rostro de alivio al verla.

Liam se puso de pie y corrio hacia Lena con su hoja llena de sopa de coditos mostrándole su tarea orgulloso, pero habia algo extraño, Lia no corrio hacia ella como era su costumbre, Lena pensó que quizás estaba cansada y solo se agacho dándole un beso en la frente.

La noche paso sin mas eventualidades, al dia siguiente, Lena despertó para ir a la habitación de sus hijos, era normal que cuando llegara, Lia ya estuviera aseada esperando a que su mami llegara para peinarla, pero cuando entro a la habitación, la Ceo fruncio el ceño al solo ver a Liam en la cama, la busco en el baño y en el closet, y su corazón empezó a llenarse de pánico, llamo a Kara tratando de no alarmarse mas, la rubia mayor de inmediato llego asustada, y de inmediato se puso a buscarla, hasta que se agacho debajo de la cama--¿ que haces ahí princesa?, ¿ estas bien?—exclamo la ojiazul preocupada metiéndose debajo de la cama, la niña comenzo a llorar y se abrazo a KAra—hey, esta bien, esta bien—trato de tranquilizarla la ojiazul.