2.O

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Les pido disculpa por los errores, llevo prisa y no quise dejarlos sin actualizacion.

PASEN A LEER EL ESPECIAL DE HOSPITAL NAT SI NO LO HAN LEIDO.


Decir que Hipolita y Eliza estaban en shock era poco, ambas aun estaban solo viéndose fijamente mientras el único sonido que se escuchaba era el del reloj de la cocina, marcando segundo a segundo el tiempo perdido..

Miles de cosas pasaban por la mente de Hipolita, pero la que mas resonaba en su cabeza, era que por fin la habia encontrado.

Despues de que regreso a su habitación, encontró a las demás hechas unas piltrafas amontonadas en el suelo, quejándose por la alocada noche, la primera en revivir fue Lillian, la cual empujo a Yasuko al estar sobre ella, Patricia despertó despues corriendo hacia el baño vaciando su estomago, mientras Yasuko se quejaba de su cabeza, pero cuando notaron la hora se despertaron con rapidez, dándose cuenta que en treinta minutos tenían que estar con sus profesores, de inmediato comenzaron a hacer fila para la ducha—creo que es mejor si nos bañamos de dos en dos—menciono Patricia con seriedad limpiando el rastro de vomito de su boca.

--ni creas que me vas a ver desnuda—gruño Lillian sacando su ropa interior.

--por favor, ya te vimos anoche—la irlandesa se sonrojo al escuchar la voz de Yasuko.

--oigan, tenemos lo mismo, algunas en diferentes proporciones, pero al final es lo mismo, y si no estamos ahí en quince minutos, tendremos muchos problemas—

Lillian solto un gruñido de disgusto y tomo su toalla empujando a Patricia hacia el baño—si mencionas algo de esto algún dia, te matare de las maneras mas dolorosas posibles—Patricia asintió y ambas se metieron a la ducha, Lillian con una mano tallaba su cabello mientras que con la otra lavaba sus dientes, no habia tiempo de vergüenzas en ese momento.

Siete minutos exactamente y salieron de ahí, enseguida Hipolita y Yasuko entraron—santo cielo, ¿ estuviste con algún pulpo acaso?—exclamo Yasuko señalando las marcas amoratadas en los pechos de Hipolita, la cual se sonrojo—mierda, ¿ te acostaste con la chica americana?—

--¡DIEZ MINUTOS!—se escucho la voz de Lillian desde afuera de la habitación, asi que no se hablo mas de aquel tema.

Desgraciadamente fueron separadas durante el evento, y despues cada una se enfrasco en lo que habia ido hacer, cuando menos lo pensaron ya se encontraban despidiéndose para ir al aeropuerto, intercambiaron direcciones para escribirse, pero al final ninguna continuo con aquello, hasta el momento en que sus hijas decidieron unirse en una asociación, su reencuentro al principio fue normal, señoras casadas, educadas y poderosas conversando, hasta que patricia menciono tener una nieta, y aquello golpeo en el ego a las demás, comenzando con aquellas absurdas apuestas.

Pero ahora, ahora Hipolita estaba reviviendo uno de sus sueños mas profundos, volver a ver a aquella misteriosa chica, muchas veces soño con ese reencuentro, pero sin duda jamás se imagino que seria muchos años despues, siendo la madre de la esposa de una amiga y socia de su hija.

--¿ quieres mas vino?—pregunto eliza con voz temblorosa.

Hipolita asintió casi de manera automática deseando algo mas fuerte, para fortuna Eliza al parecer también lo necesitaba buscando en la alacena encontrando una botella que decía "tequila", busco los vasos correctos y los sirvió, ambas los tomaron bebiendolos de un trago, sintiendo el alcohol quemar su garganta, aquello fue como un combustible para la valentía de Hipolita—Eliza, yo....—

Pero Eliza alzo su mano pidiéndole silencio—ambas éramos jóvenes, pero fuimos consientes de eso, y eramos inmaduras, no hay que latiguearnos por cosas del pasado--

EL FUEGO DE TU AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora