EFECTOS SECUNDARIOS

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Estar en la sala de espera de un hospital, y mas estar en una sala de urgencias, es algo que a todos nos pone de nervios, no sabemos si lo que recibiremos son buenas o malas noticias, esta llena de famliares, o de personas esperando atención, es un lugar en donde la mayoría jamás quisiera estar, y mucho menos cuando la sala de emergencia es un Caos, tres personas decidieron levantarse e irse, mientras que otros solo se levantaban preocupados escuchando el ruido al interior.

--Leslie, deja de saltar, vamos a casa—

--¡SOY UN CONEJO!—se escucho una voz—UN CONEJO CON UN CHAMPIÑON—

--doctor, ¿ se le puede poner algún tipo de sedant....¡BAJATE DE AHÍ LESLIE SHAY!—

Se escucho un alboroto por el pasillo—por favor, ponte la maldita ropa—Asami hablo apretando los dientes y casi bufando de la Ira.

--¡Asami!—la morena reconoció a su esposa y corrio hacia ella, sin importarle su desnudo trasero al aire, la enfermera habia logrado ponerle la bata, pero no la habia podido abrochar, a si que el trasero de Korra estaba al aire.

Sam bajo a Alex tirando de su oreja—tu y tu pistola chueca iremos a casa—

--¿ te gusta?—pregunto Alex con picardia modelando lo que tenia entre las piernas, haciendo que Sam casi calcinara a cualquiera que estuviera a su alrededor viendo a Alex—vamonos ya...--

La puerta de urgencias volvió a abrirse, aun faltaba alguien que habia sido expuesta....una elegante mujer con un porte orgulloso hacia su aparición, Lillian Luthor imponía respeto y algo mas, el personal que estaba a la expectativa para controlar a las bomberas maniáticas y calurosas se hicieron aun lado, los tacones de Lillian resonaron por el suelo como si fuera un latigo abriendo paso, dio unos cuantos pasos hasta que llego a donde le interesaba.

--¡señora mia!—grito Antiope bajando de una camilla de un salto, llevaba una camiseta sin mangas, y su cuerpo estaba húmedo por el sudor, Lillian vio al medico preocupada, su esposa era una mujer seria y centrada--¿ que es lo que tiene?—

--ella.... Bueno.... Esta drogada—respondio el medico.

--¿ y que síntomas tendrá?—

--hiperactividad, ansiedad, sudoraciones, escalofríos, quizás despersonalización, y....... apetito sexual muy elevado, los síntomas son variables, pero debido a la droga a la que fueron expuestas, el apetito sexual quizás sea lo ultimo que presente, es una droga relativamente nueva en la ciudad, gracias a ellas sabremos con exactitud como funciona, es bueno saber que los servidores públicos hacen su trabajo y están sacando esta droga de la calle, droga que probablemente usarían en los bares para aumentar el deseo sexual, pero no se preocupe, ese será el ultimo sintoma—termino de explicar el medico—y entre mas rápido intenten saciarlo, mas rápido se quitara el efecto, pero creo que aun les dará tiempo--

--quiero matarte el chango con mi cuchillo de carne con cacha de pelos—hablo Antiope con seriedad frente a Lillian, El rostro de Lillian fue epico....

--o quizas ¿ no?—hablo el medico notando el enorme sonrojo de la elegante mujer.

Diana tuvo que pedir un arnes igual como la que usaba con Karen cuando era pequeña, habia mandado a hacer dos de tamaño adulto, sabia que en algún momento le serviría.

De todas, la mas silenciosa era Lena, Kara se removia de un lado hacia otro--¿ ya viste esto?—la pelinegra alzo una de sus cejas cuando su esposa le mostro un bolígrafo—es fascinante, ohh mira esto—la rubia camino hacia otro lugar soltando el bolígrafo viendo asombrada un paquete de gasas—esta es mi cosa favorita ahor..... ¡oh carajo!—grito corriendo hacia otro lado de la sala de urgencias hacia una enfermera, la cual retrocedio con nerviosismo cuando Kara alzo su mano, fascinada por el gorro quirurgico de perrito.

EL FUEGO DE TU AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora