TODOS DE UNA VEZ

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Para las Ceo, las semanas intensas llegaron, los médicos del hospital estaban desconcertados, al ver a las poderosas Ceo parir con pocos días de diferencia—si esta pensando en que tenemos orgias, esta equivocado—gruño Diana cuando vio al medico sonrojarse.

Despues del parto de Asami, Korra se pavoneaba con su nueva adquisición, una hermosa niña igualita a ella, a excepción, de que sus ojos eran del mismo verde que Asami.

Aide y Ania gritaron emocionadas, ya que tenían una nueva hermanita, Korra les presumia a sus amigas como Asami les habia ganado, pero cuando Alex le platico lo que seria llevarlas de compras, cuando las tres se sincronizaran y estuvieran en su periodo, y tan solo la noche que les toque graduar y ella las tenga que dejar ir con algún chico, la bombera palidecio.

Asami habia tenido un trabajo de parto bueno, aunque para Korra y su gran chichon no habia sido una experiencia muy linda.

Sus amigas al enterarse fueron a visitarla al hospital, Yasuko cargaba a su nueva nieta en brazos, se les hizo extraño que las demás matriarcas no fueran a visitarla y felicitarla, pero el aquelarre mayor era extraño, aparecían de vez en cuando y se comportaban algo raras cada vez que sus hijas tenían un nuevo hijo.

La segunda en ponerse en aprietos fue Diana, la Ceo se habia dormido con algunas molestias en el abdomen, nada importante considerando que durante todo el embarazo, mas en el tercer trimestre, se sientan unos pequeños cólicos, Diana abrió sus ojos al sentir un colico algo fuerte, le dio unos minutos para ver si se pasaba, pero empezaron a emperorar—Leslie—llamo a su esposa, debido a su embarazo gemelar, dormir de lado era su mejor posición, usualmente su esposa se prendia a ella como un koala, se incorporo un poco viendo el lado vacio de la cama de Leslie, se preocuparía, pero sabia con lo que dormía.

Un pie estaba arriba de la cama y lo demás, se encontraba en el suelo profundamente dormida, Diana en ocasiones no entendia a su esposa, o el porque terminaba en ocasiones en el suelo, admitia que a veces se acaloraba y muy discretamete empezaba a empujarla hasta lograr tener la cama para ella sola, pero esa noche si necesitaba a su esposa—Leslie—la volvió a llamar, pero la rubia continuaba muy dormida.

Diana vio como la puerta se abria, solo para escuchar un maullido, aun no entendia como el gato habia aprendido a abrir puertas, hizo un gesto de dolor y se tomo el abdomen, necesitaba despertar a su esposa ya--¡Leslie!—le grito arrojándole una almohada, pero la mujer ni se inmutaba—cucho, por favor—le pidió al gato, el cual con su cola parada y rallada, camino hacia su dueña solo para pararse sentarse sobre su cara. Cuando pasaron dos minutos Diana se preocupo—creo que necesitamos algo mas...... agresivo—el gato se puso de pie y se subio sobre la cama, se acerco a Diana y le dio un suave cabezazo en su vientre, para despues darse la media vuelta, alzar su cola y lanzarse al vacio con sus garras hacia afuera, y luego un grito de dolor se escucho.....

Despues de que Leslie corriera por la habitación, despues saliera y regresara con su maletin y se calzara guantes lista para recibir a los bebes, Diana le avento un zapato y la hizo reaccionar.

Llegando al hospital minutos despues con una adormilada Karen, Leslie despertó a todas alterada, a pesar de ser una paramedico, una cosa muy diferente es tender a personas que no conocen a su esposa, e hijas.

Llegaron al hospital y antes de que Leslie corriera a una maquina expendedora, Diana la miro con recelo—es que estoy nerviuda—menciono la paramedico con una Karen muy molesta por haber sido despertada de su sueño.

Diana fue llevada a la sala de urgencias, donde el medico le dijo que habia dos opciones, un trabajo de parto extenuante, o una cesarea.

Al recibir una nueva contracción el grito de Diana gritando cesarea se escucho por todo el hospital.

EL FUEGO DE TU AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora