PERDEDORA... ¿ O NO?

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Ni todo el entrenamiento que habia tenido en el ejercito como Seal, la preparo para lo que tenia frente a ella.

De inmediato reviso sus posibilidades, ¿ saltar por la ventana?, quizás son unos seis metros, podría sobrevivir, para eso si estaba entrenada, pero.... ¿ que hacer con el hombre molesto que estaba frente a ella?, ¿ dejarlo inconsciente y salir?, pero... ¿ lo haría desnuda?, ¿ que tan rápido tendría que hacerlo para que no le vean su..... paquetazo?—

Volteo hacia su costado para tomar algo de valor, pero lo único que vio fue a una mujer tapándose hasta la cabeza—dejame dormir Lionel—

Antíope cerro los ojos, ¿ se habia metido con una mujer casada?, ¡ era obvio!, una mujer como Lillian no podía estar soltera, sobre todo despues de la forma salvaje en la cual terminaron gimiendo a gritando de placer.

--¡LILLIAN LUTHOR!—

Antíope trago grueso y se cubrió mas con las sabanas, aquel hombre estaba en todo su derecho de golpearla, se habia metido con su mujer, pero...

--¿Cómo te atreviste?—exclamo el hombre con voz entrecortada.

Antíope se intento incorporar, pero unos brazos la envolvieron de la cintura haciendo que abriera sus ojos con sorpresa, no podía creer tanto descaro, estaba apunto de pedir una disculpa, cuando el hombre se acerco hacia la mujer a su lado tomando un portarretratos que estaba en su mesita de noche--¡ te robaste mi foto autografiada de Black Pink!—grito consternado haciendo que antíope frunciera el ceño confundida.

--Lionel, deja de molestar tan temprano—

--¡ como te atreviste Lillian!, Lisa me la dio con todo su cariño—

--solo quería tenerla un momento, me la lleve para presumirla en el club—

--¡ si!, pero es mia—exclamo el hombre molesto.

--de acuerdo, llévate tu cochina foto—hablo Lillian acurrucándose mas en el cuerpo de la coronel, la cual estaba con la boca abierta totalmente confundida.

Vio como el hombre cerro los ojos y suspiro tratando de tranquilizarse—om mani padme hum, om mani padme hum—comenzó a repetir hasta que se tranquilizo, despues abrió sus ojos y sonrio—disculpa mi mal comportamiento—exclamo extendiéndole la mano a Antiope—soy Lionel Luthor—

Antíope no podía creer lo que sucedia, ella ya se veía siendo golpeada y sacada de la casa a patadas, saco su mano de entre las cobijas—Antiope Prince—exclamo con voz temblorosa.

--un gusto, ¿ se queda a desayunar?—

Le pregunto mientras Antiope no sabia que contestar—creo que debería i....—no termino la palabra debido a que fue interrumpida por la traviesa mano de Lillian acariciando a su asustado amigo haciendo que se sonrojara fuertemente.

--de acuerdo, les pedire que pongan un plato extra en la mesa—exclamo Lionel sonriente caminando hacia la puerta, pero antes de salir miro a Lillian con molestia—alejate de mi foto de black Pink—y cerro la puerta.

La coronel no podía creer lo que acababa de suceder, ¿ a cazo estaban dentro de una relación abierta?, ¿ o les gustaba el intercambio de parejas?, por que de ser asi ella no se imaginaba junto con Lionel, ¿ quien se la meteria a quien?, sus pensamientos fueron interrumpidos por la insistente mano de Lillian, y por los suaves besos en su cuello, pero de inmediato se deslizo por las sabanas tomando una almohada cubriéndose su desnudes, comenzó a caminar hacia atrás buscando su ropa con la vista--¿ a donde vas?—se escucho la voz picara de Lillian.

Antíope sintió como el enojo comenzaba a surgir en ella--¿ ERES CASADA?—le grito molesta.

Lillian solo sonrio y apoyo su cabeza en el brazo, la sabana que la cubria se deslizo mostrando los pechos que habia lamido y chupado durante la noche disfrutando de los suaves y candentes gemidos que soltaba la dueña de los mismo, admiro a la hermosa mujer que la veía entre divertida y con sensualidad—si y no—respondio Lillian sonriéndole notando el rostro de confusión de la coronel. Antíope encontró sus boxer y camino de lado para evitar que Lillian la viera—hay un espejo atrás de ti-- exclamo la Luthor mayor divertida haciendo que Antiope se sonrojara y volteara hacia atrás, solo para ver que en realidad si habia un espejo.

EL FUEGO DE TU AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora