UNA HORA..

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Las princesas Sato, se encontraban ya en la habitación con sus madres, Korra caminaba de un lado hacia otro tomándoles fotografías emocionada, le mando varias fotos a sus padres e intento hacerles una videollamada, pero no obtuvo suerte pensando que por ser dia festivo quizás las líneas estaban ocupadas, dos hermosas princesas de tez blanca, el cabello castaño claro, y unos ojos griceasos los cuales aun no dejaban claro si serian azules o verdes con el tiempo—gracias diosa Mcgrath—susurro Korra santiguándose agradeciéndole a su deidad.

Lena estaba feliz de ver a su amiga disfrutando de sus pequeñas, cuando noto el puchero de su rubia, se acerco hacia ella colocando su mano en la espalda baja llamando su atención--¿ que sucede mi cielo?—

Kara hizo un puchero mas grande y se escondio en su cuello—ya quiero ver a mis bebes—murmuro soltando un suspiro de cansancio.

--oh cariño, yo también quiero pero a la vez no—respondio Lena pensando en lo traumatico de el parto, definitivamente ella ya habia decidido que nacerían por cesárea, aunque sus pequeños al parecer ya tenían otros planes, pero por otra parte ya no aguantaba su espalda, ni sus pechos, los cuales sentía a reventar, y las hormonas que la hacían sentirse caliente todo el maldito dia y terminaba arrinconando a Kara por toda la casa, aunque a su rubia no parecía importarle demasiado.

--¿ y como se van a llamar mis nietos?—pregunto Yasuko emocionada.

Korra sonrio y muy segura hablo—petro y nila—

--estoy apunto de lanzarte el control de la tv Korra—gruño Asami viendo a su novia.

---bueno..... Yasuko y Alyssa—

--¡hey!, esos son de otro fic!-- interrumpio Leslie—aunque yo ni salgo—murmuro aquello ultimo con tristeza.

Todas alzaron sus cejas confundidas—en ocasiones yo tampoco se de que habla—susurro Diana—no le hagan caso, esta loquita por que ya tiene sueño, ven mi amor—

--bueno, que se llame betsabe para decirle " la betsa"—pero ahora si el control golpeo a Korra—auu... bueno ya, en realidad ya teníamos los nombres—la morena se acerco hacia sus hijas—les presentamos a Ania y Aide Sato Avat pa servirle a dios y a ustee—

Yasuko se puso pensativa pero despues asintió—me agradan los nombres—

--y los pensé yo solita—agrego la bombera contenta.

Una de las pequeñas comenzó a llorar llamando de inmediato la atención de Korra--¡ mierda!, ¿ ahora que hago?—pregunto alarmada--¿ de donde se apagan?—

--solo dale a la pequeña—señalo Yasuko a Asami—mm no, mejor yo se la doy—menciono con desconfianza al ver como la ansiedad de Korra aumentaba.

Días despues fueron dadas de alta, y ahora Korra tenia mucho que hacer durante toda su vida.

Lena se encontraba con su pijama puesta recostada en su cama lista para dormir, abrió su pijama revisando su enorme y abultado abdomen acariciándolo con cariño, cuando la impresión de un pie pequeño en su piel la hizo sonreir, pasando su dedo con suavidad donde uno de sus pequeños habia dejado en claro que ya no tenia espacio ahí, mentiría si dijera que no se asustó cuando se entero que estaba embarazada, a lo largo de los meses habia visto su cuerpo cambiar, de tener un cuerpo escultural, ahora tenia la piel estirada, con algunas estrías que la hacían sentirse fea, y estaba segura que Kara no queria tocarla mientras su estomago comenzaba a parecer un globo y expandirse, pero Kara era una mujer amorosa y buena con ella, tanto que se habia encargado de besar sus miedos y hacerla sentir la mujer mas hermosa de el universo, cada que podía le mostraba cuando la deseaba con apasionadas noches de amor.

EL FUEGO DE TU AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora