El día comenzó con los rayos de sol acariciando la suave piel de cierta griega que tenia una enorme sonrisa, ya que aquellos brazos asfixiantes alrededor de su torso, los suaves ronquidos y los movimientos que hacia como un cachorrito soñando era lo único que necesitaba para ser feliz, bueno, eso y a sus hijos, sabia que su hija mayor ya no tardaba en hacer su aparición, cuando Karen sabía que sus mamis se despertarían tarde, tenía la costumbre de entrar y escabullirse entre las sabanas entre ambas para ser abrazada y tener sus dosis de cariñitos y mimos.
Así que Diana necesitaba ponerse ropa, y también ponerle ropa a su esposa, era mas fácil decirlo que hacerlo, ya que despertar a Leslie no era trabajo fácil, pero tenia que comenzar con desenredar los tibios brazos de su esposa.
Después de ir al baño y salir con aliento fresco, subió a la cama donde nuevamente fue envuelta por su esposa, al menos Leslie se había puesto algo de ropa, su pijama estaba al revés pero ya era un avance.
Así que Diana se recostó y espero........ y siguió esperando hasta que el sueño la venció nuevamente, y así dejo pasar el hecho de que su hija estaba profundamente dormida abrazando a cierta chica escaleras a bajo.
En la habitación de los chicos, solo se escuchaban algunos ronquidos y balbuceos, Zara sintió la fuerte presencia de alguien a su espalda—pareces una piscopata—exclamo Lia de pie junto a la cama.
Zara tenia tiempo despierta, en su mente se preguntaba como le fue posible dormir toda la noche con alguien aferrada a ella como si de un koala se tratase, se sentía adolorida, podía notar que Karen en ocasiones daba ligeros saltitos y patadas, también se sentaba de la nada comenzando a reírse para volver a recostarse, pero en ese momento su rostro estaba mas sereno, y sus ojos la observaban con curiosidad, intentando develar los sueños de la rubia, y a pesar de los constantes movimientos de Karen, Zara tenia una sensación de descanso.
--lo dice la mujer que lleva cinco minutos parada detrás de mi espalda observándome a mi—le respondió a su amiga en tono serio.
--mamá dijo que ya no desarmemos el tractor—Zara soltó un suspiro al escuchar las palabras de Lia—pero no dijo nada de la trilladora de sorgo—zara se dio la media vuelta sonriendo de medio lado, solo para soltar un quejido cuando unos fuertes brazos la atrajeron hacia atrás y un rostro se escondió entre sus cabellos.
Lia sonrió con malicia alzando su ceja--¿ ahora eres la cuchara pequeña?—
Zara soltó un gruñido y trato de librarse del abrazo—esa es una analogía inexacta, ya que en realidad no podrías apilar una cuchara grande y chica—Zara no quitaba la vista de Lia, mientras se retorcía intentando quitar el abrazo de la rubia-- ambas tendrían que ser del mismo tamaño para que embonen, aparte me gustan mas los tenedores y aparte..... ¿ me ayudas?—le pregunto a su amiga soltando un suspiro de cansancio dándose por vencida del abrazo asfixiante.
Debido a los sucesos recientes, ese dia despertarían tarde, pero aun asi ayudarían en los trabajos de la granja.
Alex se estiro en la cama con una enorme sonrisa, Sam se removió a su lado y se dio la media vuelta abrazándola—buen dia—exclamo adormilada bostezando—puedo sentir tu sonrisa, ¿ que sucede?—
--hoy no recogeremos mierdas—menciono la agente contenta, ya era tarde, y el trabajo ya debería de estar hecho.
Y como ya era un poco tarde, en la habitación de las Sato, Korra tenia un gran puchero al no encontrar bocadillos en su equipaje ni en el de Asami.
--¿ que te pasa?—pregunto Asami adormilada al escuchar el escandalo que tenia su esposa por la habitación.
Korra se sentó en la orilla de la cama cruzada de brazos—no hay bocadillos—
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EL FUEGO DE TU AMOR
RandomADVERTENCIA... KARA GIP(saben que amo el gip jajaja) los personajes no me pertenecen pero la historia si, queda prohibida cualquier adaptación sin mi consentimiento. ¿que es tenerlo todo?, ¿dinero?, ¿exito?, ¿ser una de las mujeres mas ricas del mun...