¿QUE DEMONIOS ES ESTO?

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Minutos antes.....

Lillian Luthor y Antiope se encontraban sentadas en aquella banca disfrutando de los bocadillos, no hablaban de nada, el único ruido que habia era de algunas sirenas de policías a la lejania y el sonido del aire que comenzaba a soplar, Lillian se ajusto el abrigo debido a que cada vez se sentía mas frio, pero en lugar de sentirse con frio sintió una gota de sudor resbalar por su espalda haciendo que se removiera incomoda.

Por su parte, Antiope se encontraba disfrutando de el ultimo bocadillo, cuando noto como Lillian se ajustaba su abrigo, haciendo que su nariz se llenara de el perfume de la Luthor, el aroma sin duda le agrado acelerando su corazón, metio sus manos en la sudadera para limpiarse el azúcar de los dedos, a que le parecía algo de mal gusto chuparse los dedos, hasta que sintió algo extraño, fruncio el ceño y se removio un poco en la banca cuando algo estaba haciendose notar en sus pantalones deportivos.

Lillian sentía el sudor por su nuca, sentía su cuerpo extremadamente caliente, comenzó a desabrochar su abrigo abriéndolo por completo, necesitaba aire, necesitaba irse, se hizo hacia adelante para incorporarse, cuando una punzanda en su centro haciendo que soltara un gemido, el cual la hizo abrir sus ojos con sorpresa, su vista estaba hacia enfrente viendo a la nada, pero una respiración agitada a su lado la hizo voltear.

Antiope se encontraba intentando tranquilizarse y regular su respiración, podía sentir como su miembro se habia puesto como una roca de la nada, y eso no le gustaba, cruzo sus piernas para poder esconderlo, y extendió su sudadera intentando taparse, pero cuando sintió la mirada de Lillian Luthor sobre ella la hizo temblar.

Sus ojos se encontraron por unos instantes antes de desviarse—creo.... Creo que es hora de irnos—exclamo la coronel.

--me parece bien, es hora— Pero ninguna de las dos hizo nada, ambas estaban intentado concentrarse para no pasar vergüenza, pero el calor en el cuerpo de Lillian Luthor se estaba volviendo insoportable—disculpa, solo necesito..—Antiope se quedo quieta viendo como desaparecia el abrigo de Lillian, y no conforme con eso, unos botones fueron desabrochados de la blusa de algodón negra que la Luthor tenia dejando al descubierto la línea de sus pechos.

Antíope sintió el aire escapar de sus pulmones cuando vio aquello, y algo llamo entre sus pantalones haciendo que balbuceara un poco, antes de volver en si—hace... hace calor—

Si alguien las hubiera escuchado se hubiera echado a reir, estaban a unos 14 grados centígrados aproximadamente, no estaba muy caluroso que digamos—si, lo hace—respondio la Luthor desabrochando un botón mas a su camisa.

El aire entre ellas estaba viciado, era caluroso y extraño—bueno, creo que es hora de que vaya a la cama—contesto Antiope intentando controlarse.

--si, me parece que es lo correcto, deberíamos ir a la cama—el tono usado por Lillian, no era simple.

Antíope metio la mano en sus pantalones intentando acomodar aquello que estaba casi por estallar—bueno, la encamino a su hogar, debido a mi insomnio me es un poco difícil conciliar el sueño—

--¿ usted hablaba de dormir?—contesto Lillian notando el rostro sonrojado de la coronel.

--bueno, hay muchas cosas que se pueden hacer en una cama—

--¿ como por ejemplo?—pregunto la Luthor alzando una ceja.

--descansar podría ser una—contesto Antiope.

--mmm, que aburrida—respondio entre dientes Lillian.

--¿ me esta diciendo aburrida?—pregunto ofendida la coronel.

-¿yoo?, por su puesto que no—respondio la otra mujer con fingido tono de culpa.

--se hacer otras cosas en la cama aparte de descansar—exclamo la coronel reprediendose mentalmente al decir algo asi.

EL FUEGO DE TU AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora