Al fin y al cabo, tener un giratiempo me ha dado suerte.
No puedo explicar la sensación que produce usarlo, es demasiado extraño y a la vez familiar. Ya podía tachar "Viajar en el tiempo" en mi lista de cosas que hacer antes de estirar la pata.
-¿Dónde estamos ahora? - Thalia se atrevió a romper el silencio.
-En el jardín de... - me callé al ver dos figuras dirigiéndose a la casa - ¡Escondeos!
Aunque no sé cómo quince personas se escondieron en un jardín tan pequeño, pero Jose y yo no nos dimos cuenta cuando llamamos al timbre.
-¿Pero qué...?
Le solté una colleja a Leo para que se callara.
-¡No pueden vernos!
Cuando el Jose y la Elena del pasado entraron en la casa, salimos de nuestro escondite.
-¿Cómo vamos a ir hasta Egipto si nuestros yo del pasado tienen el Argo II?
Me mordí el labio. Se me olvidó ese detalle.
-¡Crea algo! ¿No eres una diosa creadora?
El primo de José conseguía sacarme de quicio con una facilidad asombrosa.
-¿Qué quieres que haga sin que me agote completamente?
De repente, se me ocurrió una idea. Miré a Nico y él pareció comprender lo que quería hacer. Asintió y sus ojos se volvieron incluso más oscuros.
-Viaje por las sombras.
-¡Ni hablar! - chilló Hazel - ¡La última vez casi te conviertes en humo!
-Entonces lo haremos los cuatro - miré de reojo a Jose.
-No sé si... - empezó Jason.
-Si se te ocurre alguna otra idea, dímelo. Estoy abierta a posibilidades.
-No tengo... ningún... plan - admitió de mala gana.
-Eso pensaba. Que tres personas se agarren a cada uno de nosotros. Intentaremos ir directos, pero dudo que funcione, aun siendo cuatro.
Cuando Carter, Sadie y Andy se agarraron a mí y estábamos a punto de empezar cuando oímos un silbido. El silbido del sinsajo.
Me volví hacia la casa y vi a Enrique que se despedía con una mano y sujetaba un giratiempo con la otra. Me guiñó un ojo.
Arrugué la nariz y entrecerré los ojos. Mi amigo soltó una carcajada muda y volvió a meterse en la casa.
-Tendrá mala leche...
- Elena - me llamó Nico - Vamos a empezar. Este es el salto más grande, porque hay que cruzar todo el Atlántico.
-Quizá si viajemos en un ángulo inclinado, podamos llegar a Egipto directamente.
Los siete (de esta generación) la miramos estupefactos. Después, le echamos una mirada significativa a los demás.
-¿Podamos? ¿Vais a... venir con nosotros? - balbuceó Andy.
Cuando Jason dio un solo golpe de cabeza, ella se echó al cuello de Percy.
-Chicos, tenemos prisa - nos recordó Nico.
Nos colocamos en la posición inicial y cerramos los ojos.
-No forcéis mucho, - nos dijeron Nico y Hazel - si no queréis acabar convertidos en humo.
Jose y yo, cogidos de la mano para cerrar el círculo, compartimos un escalofrío.
-¿Preparados? - la voz grave e inexpresiva de Nico hizo que apretara más la mano de Jose - Ya.
Fue como si me hubiera metido en una gelatina recién sacada del congelador. Las sombras eran frías y pegajosas, pero me encontraba sorprendentemente ligera.
- No abráis los ojos - la advertencia de Hazel me previno una milésima de segundo antes.
-¿Cuánto tiempo va a durar esto?
-Menos de un minuto, Sadie. Mantén los ojos cerrados.
Empecé a sentirme cada vez más pesada. El cansancio podía conmigo.
-¡Sólo un poco más! - jadeó Jose.
-¡Vamos! ¡Sólo un poco más! - repetí yo.
Nuestras manos estaban tan apretadas que, supuse, teníamos los nudillos blancos.
De repente, todas las sombras y la oscuridad se evaporaron.
Caí de cara en un sitio muy cálido. Tenía arena en los ojos y en la boca y me dolía todo el cuerpo.
-Estamos en Egipto.
Era la primera vez que oía a Carter y Sadie hablar al unísono.
-¡Estamos en Egipto!
Y empezamos a celebrarlo a la sombra de la Gran Pirámide.
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CRÓNICAS DE UNA SEMIDIOSA
Fanfiction(Puede contener spoilers de Percy Jackson, Los Héroes del Olimpo y las Crónicas de Kane) Hay veces en las que tu vida da un giro de 180 grados y te ocurren cosas que pensabas que eran producto de tu imaginación. En resumen, hay veces en las que la m...