CRÓNICAS DE UNA SEMIDIOSA

21. Jose Stone

Cuando vi que Andy y Nico llegaban sin Elena, me temí lo peor.

-¡Andy, ya puedes ver! - exclamó Percy, dándole un afectuoso abrazo.

-¿Dónde está Elena? - preguntó Leo.

Silencio.

-Está muerta - dijo Nico - No sé quién la mató, pero le lanzaron una flecha al corazón.

Todos lanzaron un grito ahogado. Noté como las lágrimas se deslizaban silenciosas por mis mejillas.

-¿Está muerta? - gimió Leo - ¿Muerta, muerta?

-Me temo que sí - admitió Andy, liberándose del abrazo de su hermano.

Silencio de nuevo.

-Que Elena no haya muerto en vano - dije con firmeza - Detendremos a Serapis y a Setne, salvaremos el mundo y volveremos los seis sanos y salvos. Os lo prometo.

-¿A qué te suena eso, Jason? - rió Piper.

-A lo que dije yo cuando íbamos a salvar el mundo de Gaia. ¿Pero a que no fallé?

Empezamos a trabajar en silencio. Piper ayudaba a Jason y Annabeth con las habitaciones. Decidimos hacer una para Elena, aunque fuera solo para recordarla. Percy nos ayudaba a Leo y a mí con las reformas en general y Andy a Carter, Frank y David con las armas. Nico ayudaba como podía a Hazel y a Sadie.

-¿Qué dia es hoy? - preguntó David.

-Domingo 14 de Junio. Falta una semana para el solsticio de verano - contesté yo.

-Pues tardaremos 5 días en llegar a Egipto - puntualizó Leo.

Silencio.

-Entonces tenemos un día para salvar el mundo - gimió Sadie - Tenemos hasta la medianoche del día 20. A esa hora, el Olimpo y la Duat preservarán o asolarán.

Silencio de nuevo.

-Pues vamos. Si lo terminamos hoy, quizá podremos partir antes - dijo Andy, con decisión, metiendo la última espada - ¿Qué queda?

-Reprogramar el timón... - empezó Leo.

Le dió un golpe y el timón se encendió.

-No he dicho nada.

Los trece nos subimos al barco, que empezó a zumbar. El techo del Búnker 9 se abrió y el Argo II se internó en la noche.