17. Andrómeda Jackson

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A la mañana siguiente, salí de mi cuarto aún en pijama. Vi que Elena estaba en la mesa, estudiando algo con atención.

-¿Qué es?

-Son los planos del Argo II. Es enorme, ya lo verás.

Cerró los ojos y soltó el aire. La presión, supuse, la misma que nos aplastaba a todos.

Unos segundos después, los abrió y siguió estudiando los planos.

Los chicos empezaron a salir. Jose y Nico tenían profundas ojeras, pero al menos Jose lucía una leve sonrisa (torcida, pero una sonrisa) y no parecía tanto un cadáver.

-¿Los tienes? - preguntó David, que acababa de salir de su habitación, restregándose los ojos legañosos.

-Sí. Chicos, os presento el Argo II.

Carter y Sadie salieron los últimos, pero la vieron y oyeron perfectamente.

Levantó los planos y nos mostró un enorme trirreme griego con la cabeza de un dragón en la proa.

-¡Quiero uno! - gritó David.

-Qué crío... - murmuró Jose.

-Qué idiota... - murmuró David.

-Parad - dijo Elena.

Y ambos pararon. Literalmente. Todos, excepto yo misma, se quedaron totalmente paralizados. De la boca de David, salió un humo negro.

-Ya veo que habéis sustituido a la Guardiana - dijo una voz grave y profunda - Inútil. No conseguiréis detenernos. Ahora podemos hacer el hechizo cuando queramos. Mis jefes pronto dominarán el mundo y desterrarán a los dioses del Olimpo y la Duat. Excepto a los que los ayudamos, claro.

-Hades - dije yo con firmeza, aunque no sabía cómo había acertado - Estás traicionando a tu propio hijo. Si Bianca te viera ahora...

(Bianca era la hermana mayor de Nico. Murió para que la misión que estaban llevando a cabo se cumpliera)

-¡No hables de Bianca! ¡Tu hermano la mató! ¡Y ahora me vengaré!

El humo negro empezó a girar en torno a mí y vi cosas espantosas: el campamento en llamas, los mestizos y los magos esclavos de esos dos, los dioses encerrados en una prisión en el centro de la Tierra custodiados por Gaia... Y sospeché que Hades podía enseñarme cosas peores.

-Vuestra ridícula misión está destinada a fracasar. Las Moiras me lo han revelado todo. Sin Elena... ¿qué posibilidades tenéis?

El humo desapareció de nuevo por la boca de David (tuve que aguantarme las ganas de vomitar) y todos empezaron a moverse otra vez. Se tambaleaban para mantener el equilibrio, como si hubiesen estado 3 horas a la pata coja.Elena me miró. Sus nuevos ojos grises tormenta no intimidaban tanto como los azules eléctrico, pero aun así tuve unos instantes de miedo.

-Andy, ¿qué acaba de pasar?

-He recibido una "pequeña" visita de Hades. La misión está destinada a fracasar.

-¿¡Pero qué dices!?

-Se lo han dicho las Moiras. Elena, quieren encerrar a los dioses en el centro de la tierra. Quieren quemar todo el campamento, quieren...

Pero no pude terminar. La vista se me nubló, sentí un tirón en la boca del estómago y caí al suelo. Lo último que vi fue a mis amigos, pero con sombras y figuras difuminadas.

Finalmente, mi mundo oscureció.

CRÓNICAS DE UNA SEMIDIOSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora