48. Andrómeda Jackson

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El campamento no era lo mismo sin Elena.

Y todos lo notaban.

No había nadie a quién poder felicitar con razones de haber salvado el mundo.

Cuando se va un semidiós, todos lo notan.

Cuando se va la Guardiana o cinco semidioses, todos lo notan.

La captura de la bandera ni siquiera fue divertida y Jose estaba cada vez más frío y distante.

Leo estaba todo el rato enfurruñado.

Y yo también.

Y David y Nico.

El verano se pasó lento, y el curso también.

Casi todos los días, por pacto de los seis de esta generación, dibujábamos en cualquier sitio una E y una K en azul o en marrón o en ambos colores.

Y llegó el 20 de Junio.

Al día siguiente nos íbamos al campamento.

Y Carter y Sadie tendrían dos meses para entrenar.

Por la noche, no pude dormir.

Me sentía demasiado culpable.

Hacía un año que había acabado todo.

Hacía un año que no veía a Elena Kane, mi mejor amiga desde la infancia, mi heroína.

El día se pasó también muy lento y cuando fui a avisar a Jose para irnos juntos en el autobús, solo encontré una nota.

Iba a desobedecer las reglas.

Iba a ver a Elena.

CRÓNICAS DE UNA SEMIDIOSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora