XIV

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- Es un buen chico, pero... Algo horrible lo persigue- decía la pequeña voz

La dama caminaba rápidamente por el corredor seguida por su acompañante. Definitivamente su cabeza se encontraba en otro sitio. Se detuvo frente al ascensor y presionó el botón de bajada. Espero. Las puertas metálicas se abrieron, estaba vacío. Ella pasó pero su compañera no, esta se detuvo afuera observándola mientras las puertas se volvían a cerrar. Suspiro.

- Sabes lo que pasará

- Si, pero no puedo evitarlo- dijo la dama

Una horrible imagen le vino a la mente, un recuerdo, empezó a llorar.

- Chika, necesito saber más del muchacho y de la cosa que lo persigue, si es lo que pienso él está en un grave peligro y también los que lo rodean

- Jean... Sabes bien que yo no puedo interferir con el chico, él ya tiene un seguidor.

- ¡Por favor! Escuchaste como hablaba es más que obvio que ya lo han alcanzado

Su acompañante no hablaba, los números que se mostraban en una pequeña pantalla empezaban a descender lentamente.

- Sabes que si me pareció extraño...

- ¿Que vistes?

- Que su acompañante si estaba pero al mismo tiempo no, era como... No se cómo explicarlo

- Chika con más razón hay que protegerlo, sabes el me recuerda mucho a mi... Y no quiero que pase lo mismo

Bajo su mirada y luego posó sus ojos en los de su compañera y esta entendió el mensaje.

Chika camino hasta las puertas y desapareció, Jean sólo alcanzó a ver un par de cabellos plateados que desaparecían después de las puertas dd metal.

- Chika no podrá controlar esa cosa... No puede protegernos a los dos...

Mientras el ascensor seguía descendiendo esta se iba despojando de sus ropajes de enfermera, y los dejó caer en el suelo. De su bolso sacó otras prendas y rápidamente se las fue colocando, seco su rostro.

- Lo primero que tengo que hacer es encontrar a la cosa... Y después veremos que hay que hacer.

El ascensor se detuvo, había muchas personas en el sótano, si así se les podía decir.

- Personas que están y a la misma ves no...-susurro para ella- fantasmas.

Se dirigió entre la multitud sin hacer un mínimo gesto para que no sospecharan y ocurriera un "retraso".


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