LIX

75 8 2
                                    

Calma. Silencio. Y una ligera brisa que se colaba por una ventana. Los ojos de Danny estaban cerrados, dejando todo en sus otros sentidos. Sus manos quietas y su cabeza inclinada en dirección al techo. Un pequeño arrastre se escuchó en el primer escalón. Con delicadeza abrió sus ojos y miro hacia el final de la misma, esperando ver a aquello que se manifestaba. La mujer subía con lentitud la escalera, arrastrando sus pies. Varios de sus cabellos castaños caían en su cara y sus ojos estaban perdidos. Camila.

- Danny... - dijo suavemente.

- Criatura.

Esta sonrió. Retiro el cabello de su rostro y en el último escalón enderezo su cuerpo y mirándole fijamente musito:

- Mi nombre es Camila.

- Deja el cuerpo de Camila y deja a Thomas en paz. - apunto su dedo acusador en su dirección - Es tu última advertencia.

La criatura se movió lentamente. Un paso, dos, tres. Todavía manteniendo la distancia entre ambos.

- No. - dijo secamente.

Un movimiento rápido y un par de cuchillas fueron lanzadas hasta la criatura, esta se movió como una sombra y se detuvo a un lado. Acaricio su mejilla y sonrió.

- No quieres hacerme daño, Danny... - continúo. -Yo soy Camila, ¿recuerdas?

* * *

El pequeño se cubrió con las sabanas y arrojo el pequeño libro de vuelta a las profundidades del mueble en el cuarto de sus padres.

- ¿Quién es Sombra? - cubrió sus ojos con sus manos- Abuela... ¿Dónde estás?

Se escuchó un movimiento en una esquina de la habitación. El pequeño apretó más la sabana contra su cuerpo y se escondí debajo de la cama, metió bien sus pies y busco rápidamente aquello que hacia ruido. La habitación estaba oscura. Y la luz reflejaba sobre l mayor parte de los muebles. Una figura de pies estaba en una esquina. Traía botas negras y ropa de igual color. Una pequeña risa se escuchó y Thomas pudo ver como la figura se iba acercando más y más hasta la cama. Los pasos eran huecos, hubo un pequeño arrastro y los ojos de Thomas se abrieron más al ver como la figura se arrodillaba para revisar debajo de la cama. El aire le faltaba y la angustia lo dominaba. Cerró sus ojos y espero lo peor.

- Por favor... No...

Pasaron un par de segundos y movido por la curiosidad abrió los ojos. No había nadie. La figura se había ido. Soltó un poco el agarre de sus sabanas y con movimientos sigilosos salió de debajo de la cama. Nada. No había nada. Miro a la esquina donde antes se encontraba la figura y tampoco encontró rastro de ella.

- ¿Dónde te escondiste?- susurro.

- Detrás de ti...

Thomas lleno sus pulmones de aire, dispuesto a gritar pero la figura lo sujeto con firmeza y tapó su boca, evitando que cualquier sonido saliera de ella. Thomas forcejeo un poco pero la figura lo sujeto con mayor fuerza dejándolo inmóvil. Hubo un siseo en el oído del niño, a modo de silencio. Pasaron un par de segundos y el agarre disminuyó.

- Tranquilo... No te haré daño, sólo quiero... Que vengas conmigo...

Thomas abrió sus ojos como platos y volvió a moverse frenéticamente, pero lo volvió a tomar con fuerza.

- Mi nombre... Es Chika, protectora de Jean Louis, debo sacarte de aquí. - susurro en su oído. - Voy a contar hasta tres. No quiero que grites ni salgas corriendo.

Thomas cerró fuertemente sus ojos.

- Uno.... -soltó su cuerpo- Dos... - dejó libre su boca- Tres... - Chika se alejó del niño un par de pasos.

Este se volteó lentamente y miro confundido a la joven que estaba enfrente de él. Cabello gris. Labios rojos. Piel pálida. Ropas negras.

- ¿Chika?- susurro.

- Sí. -dijo está enderezando su cuerpo.

- No es posible...

Thomas retrocedió un par de pasos.

- ¡Ella fue absorbida, eso dice el diario de mi abuela! - continuó- ¡eres una mentirosa! ¡Tú no eres Chika! ¡Ella ya no está!

Chika suspiro.

- No estoy para esto.

Tomó al niño y envolviéndolo en una nube oscura desaparecieron.

- ¡DAAANYYYY!

El EspejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora