¿Se pueden ver las heridas?

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Arriesgar la vida es parte del trabajo, mamá, eso fue lo que Lord Rasa me dijo cuando me entregó la banda de gennin.

¿Fue emocionante para ti?, para mi, fue una condena, cadenas que yo aceptaba portar en plena voluntad.

Fue la primera vez que pensé en la palabra esclavitud como algo más que sólo personas obligadas por la fuerza a servir.

Ese día esclavitud fue yo, aceptando ser domada, a pesar de recibir dinero a cambio, a pesar de tener una supuesta libertad y a veces pasear en contra del viento, esclavitud fue algo más interno.

Espero que no sepas de lo que hablo mamá.

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-Solo sigan el plan y por lo que más quieran, no se mueran.

La segunda ronda había comenzado, y nosotros, no habíamos perdido ni un segundo, gracias a Nomi, teníamos unos muy caseros transmisores.

Yo me acercaría un poco a la ruta que las primeras diez puertas harían, quizá un poco demasiado, teníamos que dividirnos para tener más posibilidades de conseguir el segundo pergamino.

-Yuki aquí- le oí informar- Estoy en linea, recuerden que solo soporta dos kilómetros de distancia.

Toqué el botón de mi cuello para contestar, afirmandome con la mano izquierda de una rama, deteniendome a unos buenos metros del inicio.

-Ya lo sé, nos reuniremos en el punto acordado- confirmó Nomi.

-No lloren, busquen novatos de la arena, será más fácil- pedí, volviendo a mi ritmo, lo único que me preocupaba era toparme a los hermanos de la arena y que ellos decidiesen que robar mi pergamino era buena idea- Quiero que me digan si pasa algo.

Incluso si cuando alguien se alejara lo suficiente la señal se iría.

Cinco días, incluso teóricamente parecía demasiado, y solo serían suficientes si el reto era justificado, un bosque, ¿que podía ser más bruto que shinobis intentando asesinarse entre sí?.

Y peor que eso, ¿que tan lejos estaba de Gaara?, él era nuestra única preocupación en esa parte del examen, una donde asesinar estaba completamente permitido.

Debía estar en un oasis personal si lo que Baki decía era cierto.

Vi a la distancia un trio, una chica de cabello azul, un chico de lentes oscuros y el que tenía un cachorro.

Ese equipo no era el trío con el que debía meterme, si el pequeño cachorro me llegaba a oler, yo habría caído en mi propia trampa.

Y sus ojos blancos, mostrando con énfasis su descendencia Hyuga, eran sólo una amenaza más con la cual no deseaba meterme.

-Tengo a alguien en la mira, voy a acercarme más- comentó Nomi en un susurro- Son de la niebla.

-Recuerda, no te arriesgues más de lo necesario- contestó Yuki con un tono aburrido, parecía que la segunda parte del examen tenía un efecto soporifaro en él- ¿Que sabemos de los jinchurikis?.

Detuve mi andar en una rama.

-Acabo de ver al nuestro, me quedó al margen- aseguré, divisando entre la maleza y las ramas de los árboles su cabellera roja- Si encuentran al rubio, recuerden que tiene a un Uchiha con él.

-Vale, Este fuera- informó el mayor

-Oeste fuera- regresé la despedida y tomando un pequeño impulso para volver a moverme.

No eres un heroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora