No eres un heroe

Decirlo en voz alta

Meterme en problemas siempre
fue tan sencillo, que era normal
guardar dinero cuando lo tenía.

Pero no se puede guardar la felicidad
ni la energía, para usarla
cuando hace falta.

Desearía poder guardar las lágrimas
también, todo, hasta que comprendas todo aquello que yo no supe enseñarte Gaara.

Todo aquello que nadie me enseñó.

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Al menos ya no estaba castigada.

Tiré la cuerda con fuerza, el viejo aseguró jamás haber visto algo así antes, pero la flecha si que las había conocido, dijo que hacían las puntas así para cortar mejor el aire y mantener el viaje de un tiro.

Prometió hacerme algunas.

Pero yo no lograba tensar correctamente ese arco, al menos, no sin poner chakra en mis dedos, y corría el riesgo de romperlo, estaba listo el modelo del viejo Tatsuo, pero no creía tener el dinero suficiente para pagarle aún.

-¿Probaste usando chakra en tus hombros y no en tus dedos?- Yuki, sonriente, se acercaba a mi a paso tranquilo- Te va a dar más impulso.

Fruncí el seño.

-Todavía no te perdono por no haberme llevado al hospital.

Estaba fingiendo, era divertido ver su sonrisa ensancharse aún más, los atisbos de margaritas antes de una carcajada.

-¿Para que te golpearan?- preguntó con regodeo, parecía cansado, sus turnos se volvían cada vez más largos, entrenaba todo el tiempo, me avergonzaba saber que yo no llegaba a su nivel- Anda ven.

Juntó sus manos a las mías, sentí su chakra elevarse con rapidez y tiró de la cuerda junto a mi.

>>Gaara dijo que estás afectada por tu última misión, ¿que pasó?.

Bufé, un soplón.

Cerré los ojos apoyandome en su hombro, no era su culpa no tener suficiente etiqueta ni ser cauteloso al hablar, nadie le dijo jamás que los sentimientos ajenos no deben ser compartidos.

-En los exámenes- murmuré- El idiota del sonido dijo algo.

La flecha, mal apuntada pero con fuerza, atravezó el suelo clavandose hasta la mitad.

>>Él me conocía, sabe que no puedo recordar algunas cosas- me hizo soltar el arco, en cambio, envolví las manos detrás de su abrigo, acarició mi cabello con cuidado- Y Gaara lo mató.

Tras la primera ventisca, me envolvió con más fuerza.

-Basicamente te dejó sin respuestas de nada- comentó, asentí al instante, dejandome hacer.

-Y luego, el chico de nuestra última misión era un Kaguya- apreté su ropa, quería tan desesperadamente respuestas, era aliviador no pertenecer a ningún lugar, pero deseaba saber que si lo quería, habría un lugar al que volver- Y también lo mató.

Todo eso, solo significaba una cosa.

>>Solo me queda una opción.