Corto 8: "La noticia"

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Fue una alegria indescriptible
saber que estaba creciendo
y madurando con rapidez.

Sin mi.

Todos lo estaban haciendo
y parecía que me dejaban atrás
demasiado rápido.

Pero él me recordó.

✎⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝

-Gracias por venir- despedí con la mano a la mujer, en cuanto esta cerró la puerta me di la vuelta hasta Washi, quien, sonriente, me aprobaba con la mirada- ¿¡Lo hice bien!?

Asintió un par de veces.

>>Aunque olvidé su nombre.

Golpeteó mi hombro, poco a poco, me sentía más capaz de dejar Sunagakure atrás, y eso significaba, que poco a poco, me sentía más capaz de volver.

-Aprenderás eventualmente... Tu cara bonita hará la mitad del trabajo.

Fingí ofenderme, había estado ayudando en la tienda y esa, era la primera vez que la atendía completamente sola, Washi estaba allí, asegurandose de arreglar mis desastres, pero el resto del tiempo, tenía la cabeza metida en algo que no me importaba lo suficiente como para preguntar.

Le lancé un ovillo de lana, recibiendo una carcajada de respuesta.

Cerré mis ojos para saborear en mi memoria aquella calidez, ¿era así como una familia debía sentirse?, ¿Era eso lo que se sentía tener una vida lejos de la guerra?.

Era, una felicidad vacía.

>>Dime... ¿Había alguien en quien estuvieses interesada allá en Sunagakure?- negué dejando escapar una risotada seca.

Tomé unos dulces que habían allí para los clientes, lo examiné antes de llevármelo a la boca.

Novios.

-Había un chico... Con el que hablabamos fuera del trabajo, pero no tengo el tiempo para fijarme en alguien de esa forma- trabajo, llamarle así como una excusa para reprimir todo lo malo que era, para fingir que era como cualquier otro, era una mentira sostenida en ramas ya quebradas.

Paredes sucias.

>>Pero no nos llevamos bien... Solo eramos los excluidos.

Asintió.

Una felicidad vacía, ¿sería capaz de arreglarse una vez que me asentara completamente en sus corazones?, ni siquiera estaba segura de que eso fuera capaz.

-¿Lo extrañas?.

Asentí.

-Como la mierda- aseguré- Pero no se si quiero volver aún.

La puerta se abrió, la máscara era realmente sencilla de identificar, me asusté por un segundo, saltando por encima del aparador, escupí en su dirección el dulce, concentrando directamente mi chakra.

Tomó en el aire el dulce, y lo dejó caer al suelo.

Nos observamos por unos segundos en completo silencio, con una simple seña le indiqué a Washi que no se moviera de su lugar.

Se inclinó.

-Tengo una carta para usted, se me encomendó traerla a orden del consejo.

Me arrodillé en el piso mostrando de inmediato mi respeto, sin importar quien fuera, estaba siendo la representación del consejo en una aldea foranea.

El consejo, ¿había llamado por mi?

>>Porfavor... Considere su respuesta antes de enviar una- e incluso, se inclinó un poco más antes de dejar la carta en mis manos- Volveré mañana en espera de la misma.


Confundida, me dirigí hacia él, si el consejo sabía donde estaba, entonces tenía un gran problema entre mis manos, y no quería arriesgarme a hundir a nadie más.

-¿Una respuesta?.

Si el consejo sabía donde estaba, entonces Gaara y Nomi también.

-El consejo está listo para elegir a un quinto Kazekage.

Si ellos me encontraban, seguro que Gaara me asesinaría al instante, sin darme tiempo de objetar a mi favor.

Y con Nomi la historia no sería tan diferente.

>>Una de las consideraciones... Es el tercer hijo del cuarto Kazekage.

¿El tercer hijo?.

Fue un segundo, una chispa, nada más, mi mundo se iluminó al instante y Washi lo notó, eso significaba que el pueblo le estaba dando una oportunidad.

Una felicidad acaparadora se apoderó de mi pecho, consumió cada ápice de cansancio que tenía, debía estar tan feliz con la noticia.

Estaba lista para abrir el pergamino, pero el anbu me interrumpió.

>>La otra... Es la pupila del cuarto Kazekage, usted.

Takigakure, 197 días antes
de dar la cara.


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