Cuando estaba perdida,
tuve a Rasa, estoico, duro, sagazMe pregunté muchas veces si había estado allí para mi
en compensación, porque no había estado para alguien más.Hace unos años, vi que yo era
justo lo que él había echado a perderMe sentí como una marioneta, mamá
Cuando estaba perdida
tuve a Rasa
Pero cuando me hallaba y no sabía que hacer conmigo
siempre fue Baki.• ────── ✾ ────── •
Estaba feliz, a pesar de todo, la mujer había abierto su tienda de libros una vez más, sólo para mí, porque quería con tanto afán encontrar un libro en específico.
Y ella estaba segura de tenerlo.
-Aquí está- me extendió el libro, de portada rojiza, elegante, un libro tan nuevo como importante.
Lo recibí extendiendo el dinero correspondiente hacia ella demasiado emocionada como para explicar bien mis ideas.
Asustada, Baki no podía enterarse de que me había escapado solo para comprar un libro.
-Gracias por esto, enserio- sonreí con el libro entre mis manos, comenzando a ojearlo con apuro.
-Espero haber sido de ayuda en su aventura, señorita- comentó la mujer, quien, del otro lado, parecía feliz de haber ayudado.
Claro que había soltado mi lengua, porque nada llama más la atención de las personas que una maravillosa aventura de miedos, traición y búsqueda, de esperanza y dolor.
>>Suerte.
Asentí abriendo la puerta, despidiendome en silencio por última vez, antes de irme.
Abrí el libro casi de inmediato, clan Kaguya, una vieja historia que había sido erradicada de mi memoria el día en que desperté en una camilla de hospital.
Entre personas que no conocía.
Con Baki a mi lado.
No había mucho del clan Kaguya que fuese dicho, por eso en mi propia aldea no se contenía información propia que no fuesen historias de boca en boca.
Un libro sobre los clanes, dentro y fuera de la nación del fuego.
Se decía de ellos que habían sido brutos, salvajes, bestias sedientas de matanza pero yo no lo era, quizá había sido criada diferente, o el perder la memoria tras el incendio fue una bendición.
-¿Quien eras madre?- murmuré buscando entre las páginas algo, una dirección, un lugar donde aquel clan se hubiese asentado.
La época donde los clanes estaban en guerra era caótica.
-¿Que lees?.
-¡Ah!- chillé soltando el libro y dando un paso hacia atrás.
El chico logró atraparlo entre sus manos antes de que cayera al suelo, sin dejar de observarme con una sonrisa.
>>Kankuro, ¿No?- pregunté extendiendo mi mano- Evita hacer eso la próxima vez.
Me devolvió el libro, y comenzamos a caminar juntos.
-Baki me pidió venir por ti, es tarde y ya escuché doce formas diferentes en las que planea matarte.
El miedo recorrió mi espalda como si de un rayo se tratase, la liebre había decidido correr contra un coyote en lugar de una tortuga.
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No eres un heroe
FanfictionVivir sin recuerdos es un arte, recuperarlos, caótico. Amaya encontró algo mucho más caótico que sus recuerdos, encontró a un chico que se temía a sí mismo.