Solo esta vez.

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Sabiendo que no estaba en óptimas
condiciones, realmente parecía
desesperada por adentrarme en el bosque.

Ya no me asustaba sabiendo que
estabamos del mismo lado.

Tú ya no dabas miedo.

¿Porque se sentía ese temblor
en el aire entonces?.

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-¡Porfavor!, ¿¡Planeas enviarlos como si nada!?.

Tsunade era la quinta Hogake, me aterraba que aún el consejo no quisiera elegir a alguien, quien fuera, incluso solo una cara amigable mientras ellos seguían trabajando detrás.

Debilitaban nuestra muestra política.

>>¡Dejame ir como apoyo, prometo no pelear!.

Yuki seguía haciendo turnos en el hospital, aprendiendo rápidamente lo que deseba y Nomi ahora trabajaba en su nuevo invento, encerrada en su casa los últimos tres días, solo el hermano sabía de ella, al parecer, un grupo de gennins había sido enviado para una misión de rescate tipo A, al ser un escape aparentemente dirigido hacia el desierto, Lady Tsunade había pedido ayuda, y nuestra respuesta era un grupo de tres gennins sin apoyo médico alguno.

>>¡Esos chicos necesitan a alguien que pueda parar un sagrado!- el fondo, estaba agradecida del tiempo libre, las preocupaciones se habían despejado luego de que Yuki me prestase sus libros sobre medicina básica, el viejo Tatsuo me ayudó a pescar para practicar mi ninjutsu.

Era la única forma de entrenamiento que tendría hasta sanar al completo.

Baki lo pensó un largo tiempo.

Luego, me extendió un mapa de la zona.

-Tu castigo terminó, pero cualquier golpe puede abrir esa herida, no pelees, ¿entendido?.

Los hermanos habían madurado en ese poco tiempo, todos parecían avanzar rápido mientro yo me quedaba atrás.

Pero entendía que los esfuerzos físicos eran más notorios que los mentales, mientras ellos entrenaban sus cuerpos yo entrenaba mi mente.

>>Somos aliados, y debemos reafirmar nuestra posición ante intrusos.

Asentí antes de correr hacia la salida, estaba desesperada por ver lo que pasaban con esos chicos, me había enterado de las noticias, Itachi Uchiha buscaba al jinchuriki de nueve colas para Akatsuki, la asociación ilegítima de la que aún no se sabía casi nada.

Los hermanos del desierto me seguían el paso, al menos, concordabamos en que la urgencia de llegar era bastante grande, si la misión de apoyo fallaba, Konoha volvería a ver a Sunagakure como un enemigo en potencia.

Lo último que necesita Sunagakure es un ataque mientras se encuentra sin un lider, débil, ninguno quería perder el trozo de tierra al que llamabamos hogar.

-¿Desde cuando te importa tanto ayudar a otras aldeas?- preguntó el castaño.

-¿Acaso vives bajo una roca?- imité a Temari con gracia, ¿realmente nadie sabía las nuevas?- Aquel que erradicó a su clan busca el legado del cuarto Hokage.

No eres un heroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora