Que historias.
No pude evitar llorar unos días
en la habitación, antes de juntar
coraje para ir otra vez.Me invitaron a quedarme allí
con la excusa de que también era
mi hogar, pero no me sentía cómoda.Tal vez solo necesitaba
desahogarme.✎⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝⸝
-Hola- saludé al dar un paso dentro de la sala de estar- ¿Ya se durmió?.
Ichiro me sonrió, desplazando su vista desde el niño en sus brazos, a mi, y de regreso, luego, asintió.
>>Que bueno, no tenía idea de como presentarme.
Me acerqué a paso lento.
-Tienes tiempo, supongo- comentó sencillo, meciendo al pequeño en sus brazos- Amaya es un lindo nombre.
Ryu también lo era, pensé, apenada de jamás haberlo pensado, aún parecía ajeno, lejano a mi.
-¿Tu sabes donde puedo encontrarlo Ichiro?- pregunté, porque me sentía lista, me sentía preparada para ver la realidad tal como era, lo que no podía cambiar, desarmar el sentimiento y averiguar que hacer con el- No se cuanto tiempo más tenga... Pero no quiero seguir sabiendo las cosas a medias.
Me reí, suave, no quería despertar al pequeño.
El silencio se apoderó del tenue salón, iluminado por velas, quizá porque le ayudaban a relajarse.
Mi cuerpo se tambaleó un poco en el aire, intentando decidir si sentarme junto a él o simplemente decir adiós y marchar.
Pero ya no era la Amaya que evitaba los sentimientos y huía de ellos, estaba muy lejos de ser la que era en ese momento.
Así que respiré profundo.
>>¿Estas feliz de verme?.
Algo en él parecía haber sido sorprendido, como un niño atrapado en mitad de una travesura, más relajada, porque, fuese lo que fuese, tenía respuestas, me senté a su lado, mirando mis manos.
-Ryu... Amaya, las cosas son más complicadas cuando creces.
Me defendí, porque, independiente de lo indefensa que era la situación, me sentí atacada, la pequeña yo que se resguardaba en un rincón de mi corazón, asustada de ser lastimada, se sintió en peligro, y yo reaccioné.
-Se que es difícil, más de diez años después, tengo el descaro de exigir la atención que no tuve- llevé mi mano derecha a mis labios, tirando de ellos despacio, obligándome a pensar mis palabras- No es justo para ti... Pero necesitaba esto, egoístamente, yo, lo quería.
Negó lentamente, alargando un suave alegato de silencio, calmando al pequeño durmiente, me sentí como una vieja amiga, esperando al bebé dormido para hablar de lo importante.
-Cuando te perdiste, te buscamos sin parar un año entero... Me detuve cuando creí que no te encontraríamos jamás- carraspeó, acomodándose apenas en el sofá- Tu nombre no llegó a ningún hospital... Fue más fácil pensar que habías encontrado a una familia y te habías olvidado de nosotros.
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No eres un heroe
FanfictionVivir sin recuerdos es un arte, recuperarlos, caótico. Amaya encontró algo mucho más caótico que sus recuerdos, encontró a un chico que se temía a sí mismo.