No eres un heroe

Especial de Año Nuevo.

Nunca nos podríamos haber visto
porque yo estaba en la
cascada, y él en el desierto.

Pero nos estabamos viendo.

Y nos encontramos.

En el festival.

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-No puedo creer que me arrastres a esto- murmuró la chica, con un abanico enorme y maquillaje cubriendo su rostro, esperaba que no la reconocieran de inmediato.

Ichiro le había insistido en hacer el viaje solo porque, aparentemente, los fuegos artificiales en la aldea de la cascada no eran igual de bonitos, una excusa bastane tonta.

Pero había funcionado.

Y Amaya esperaba verlo en alguna esquina, con una cara de hastío, o con Matsuri colgada de su brazo, porque la chica tenía esa personalidad.

Verlo, solo para asegurarse a si misma que estaba bien, confiando en que sería para ese momento, un poco más indulgente que antes.

>>Sunagakure solo tiene un festival y es porque se cosecha en el invernadero en el inicio de primavera- aseguró un tanto enojada, como si estuviese harta de aquello y en cierto modo, así era.

Odiaba saber que su cumpleaños se acercaba y no habría nadie con quien pasarlo, también admitía que odiaba salir cada año a ver el festival solo para sentirse un poco menos sola.

Fingiendo que todos allí la celebran a ella.

-Pero es la mejor vista nocturna.

Aseguró.

>>La próxima vez quiero traer a todos.

La proxima vez, resonó en su cabeza, eso significaba que habría una próxima, y que tal vez ella estaba contemplada en esos planes también.

-Iré a perderme por allá... No me gustan las multitudes.

Ichiro asintió.

-Estaré comprando unas cosas en los puestos- apuntó con su indice, tranquilamente confiado- Buscame cuando empiecen los fuegos artificiales.

Asintió antes de dar marcha en su busqueda.

Quería verlo, solo un poco.

Quería ver a todos.

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-No esperaba verlo en un lugar tan concurrido, Mi Señor- se acercó cuidadosa, cubriendo apenas su rostro con el abanico- No creía que le gustasen estos festivales.

-No los aborrezco, tampoco... En todo caso, ¿Nos conocemos?- preguntó el chico tranquilamente- Pareces conocerme bien.

-Todo el que puso un pie en el país del viento conoce quien fue el tercer hijo, y quien es ahora- aseguró la chica haciendo una leve reverencia, el pelirrojo dio un paso hacia ella sin dudar- Yo se un poco de todos, de todas formas.