One Shot +18

Save me

HOLLINS - TINYVERSE

Algunos finales no son felices, por más que el destino este escrito, una leve inclinación en el camino puede llevarte al lugar más oscuro, donde los mapas no sirven de nada, donde las brújulas no funcionan, donde nadie puede ayudarte.

Collins estaba acostumbrado a vivir en soledad, después de que su alma gemela haya muerto producto del fuego cruzado en un atraco, el sheriff de Los Santos se resignó a que moriría solo, lo que menos se esperaba era que un día de verano, una pequeña casa apareciera frente a su puerta.

- ¿Cómo es esto posible? – Preguntó al aire, levantando con cuidado la pequeña capsula.

Apoyó el objeto sobre la mesa inspeccionándola, tomó el pequeño sobre que había sobre esta, leyendo el contenido.

"Destinatario Chris Collins. Tiny Adrien Simon"

El rubio frunció el seño inmediatamente, ese no era un nombre de chica.

El sonido de pequeñas pisadas interrumpió sus pensamientos, haciendo que su vista se desviara del papel hacia la puerta de aquella pequeña capsula.

- Esto tiene que ser una broma – hablo en voz baja observando aquella pequeña criatura vestida con prendas de colores que combinaban y un cabello algo rubio en forma de cresta.

- ¿Tú eres Chris? – Preguntó el tiny con ilusión.

Collins ni siquiera respondió, simplemente tomó su arma, se colocó el sombrero sobre su cabeza y salió del lugar, murmurando algunos improperios.

El sheriff se encontraba patrullando, desvió su ruta para llegar a un parador, se bajó del patrulla y sacó de su bolsillo una caja de cigarros algo aplastada, tomó uno y lo prendió para seguidamente absorber el humo, expulsándolo luego de unos segundos.

Había pasado toda la tarde pensando en la sorpresa que lo esperaba en su casa, rio de forma sarcástica, su vida no era lo suficientemente mierda, así que el destinó decidió hacerle una broma y emparejarlo con un hombre.

Al acabar el cigarrillo lo tiró a un lado, volviéndose a subir al patrulla para continuar su ruta, durante todo el tiempo que estuvo admirando el mar tomó una decisión, el tiny no era su problema.

Llegó a su casa, dejando las llaves sobre el mesón, desvió su vista hasta aquella pequeña casita, no fue sido un sueño, esta se mantenía allí, igual que como la había dejado en la mañana, resopló sin darle mayor interés y se dirigió a su habitación cayendo exhausto.

Despertó debido a la molestia en su rostro, sentía que alguien lo observaba, abrió sus ojos logrando divisar una pequeña figura justo al frente a él que le sonreía. Se incorporó ignorando al tiny, lo que provocó que este se sintiera un tanto triste, iba un día que ya estaba allí y al parecer la persona que debía cuidarlo le ignoraba, se sentía rechazado.

Chris continuó ignorando al tiny día tras día, en algunas ocasiones lo escuchaba llamarle pero hacia caso omiso, otras veces el tiny murmuraba para sí mismo frases incoherentes, se llamaban a si mismo héroe e intentaba llamar la atención del rubio a toda costa, sin embargo el sheriff era alguien terco, por lo que jamás dio el brazo a torcer, ni siquiera cuando escuchaba los suaves sollozos de la pequeña criatura.

Si no fuera porque Miller descubrió el secreto de Collins, seguramente el pequeño habría sido olvidado a su suerte.

Cuando armando le reclamo al sheriff por su desconsideración este se justificó diciendo que él no lo había pedido y ambos terminaron en una gran discusión en donde por poco llegaban a los golpes, pero a diferencia de Chris, el jefe era mucho más moderado y sabia controlarse, por lo que simplemente se aparecía unos días por casa del rubio para asegurarse de que todo estaba en orden.