One Shot +18

Hot Fire

VOLKACIO 

Pasaba la media noche cuando Horacio y Volkov arribaban a la sede del FBI, la luna llena iluminaba el paisaje montañoso que rodeaba el lugar y las estrellas acompañaban luminosas en el firmamento. La claridad permitía divisar el parking prácticamente vacío, mientras el ruido del motor hacía eco rompiendo el silencio característico de la madrugada.

Apenas el auto fue aparcado Horacio descendió de esté golpeando la puerta, emitiendo un ruido sordo al cerrarla, en clara señal de enojo, sin esperar al ruso atravesó el estacionamiento, subiendo la escalinata e ingresando a la primera planta del edificio. La recepción permanecía vacía debido al horario, las personas que trabajaban allí por lo general se retiraban antes de las nueve p.m., sin detenerse, observó la cafetería, quizás le haría bien un aperitivo, pero rápidamente desechó la idea, mejor tomaba un baño y se iba a dormir, ese había sido un largo día, necesitaba pensar, y sobre todo necesitaba que Viktor le diera un momento a solas para pensar, sin embargo el ruso no tenía los mismos planes.

Sintió una mano sobre su brazo la cual detenía su andar, rápidamente giró su rostro observando primero la mano que lo sujetaba para seguir la extremidad hasta chocar con los ojos del contrario que lo miraban con contradicción, Volkov sabía el motivo del enojo del de cresta, pero no lo comprendía del todo y eso más que confundirlo lo enfurecía.

- Horacio no puedes enojarte por algo así - habló el ruso intentando hacer entrar en razón al de cresta, después de todo sabía que su trabajo era arriesgado.

- Tú no vas a decirme porque puedo enojarme y porque no – siseó Horacio intentando no elevar la voz – le has dado tu identidad a un delincuente y por poco le das la mía ¿acaso no sabes lo riesgoso que es eso? ¿Por qué siempre te empeñas en ponerte en peligro?

- ¿Crees que me pongo en peligro a propósito? – Volkov se acercó a Horacio, aún sin soltar su brazo – era necesario Horacio, nos estaba apuntando joder

- Lo tenía bajo control – contraataco el de cresta desviando su vista algo avergonzado, Volkov en parte tenía razón, la infiltración no había salido del todo bien, pero eso no fue culpa suya – si tan solo te hubieras mantenido callado...- su voz fue apagándose, lamentaba decir algo de lo que podía arrepentirse después.

- Bajo control si claro, con una puta pistola en tu nuca – Viktor presiono la mano en el brazo contrario - ¿Qué hubiera pasado si no llegaba a tiempo? Dime.

De un tirón el menor logro que Volkov soltara su brazo, lo observó con el entrecejo fruncido, la había cagado si, pero eso no le daba derecho a tratarlo como un niño.

- Que te jodan Volkov – dijo volviendo a tomar rumbo hacia el ascensor.

- Horacio - lo llamó el ruso pero este no se detuvo e ingresó rápidamente al ascensor.

En un trote Viktor lo alcanzó, deteniendo la puerta antes de que se cerrara, escuchó claramente como Horacio resoplaba pero sin prestar atención a aquello se colocó frente a él quedando a apenas unos centímetros del cuerpo del contrario.

El de cresta subió sus ojos hasta los del ruso mirándolo con seriedad, no podía creer que Volkov haya arriesgado así la infiltración estando tan cerca. Sentía impotencia, pero también miedo, ¿Acaso no se daba cuenta que se estaba poniendo en riesgo? ¿Cómo iba a interrumpir allí como agente?

- ¿Vas a escucharme o vas a seguir actuando como un niño? – habló el ruso algo cansado por la discusión infantil – hice lo que se debía hacer.