Para aliviar tensiones

604 27 0
                                    


Había sido un día de lo más curioso, bastante semejante a los días anteriores, con una montaña rusa de emociones, pero al menos podrían decir que estaban fuera de peligro, con Horacio siendo nuevamente director del FBI solo quedaba volver a la normalidad o al menos eso era lo que todos esperaban, pero el nuevamente director del buró federal no era alguien que dejara pasar las cosas.

- No es mi problema si te han estafado – repetía Volkov por undécima vez en lo que iba de la tarde, al parecer Horacio no quería dejar ir el tema.

- Dile a los rusos que me devuelvan mis 10k – insistió quitándose el casco que hasta el momento llevaba debido a la misión anterior.

- No puedo decirles eso, estoy en una misión – ambos comenzaron a caminar hacia algún lado dentro de las instalaciones – puedes recuperar el dinero si inviertes en Cyka Coins – sugirió Volkov sonriendo.

- ¿Enserio? – bramó frunciendo el ceño.

- ¿Qué? – el ruso intentaba hacerse el desentendido, manteniendo la risa escondida.

- No puedo creer que me estés ofreciendo otra estafa.

- Bueno si fuiste tan tonto de caer en una, quizás puedas caer en otra – dejó salir una carcajada provocando que Horacio resoplara.

- Siempre es igual contigo ¿acaso eso también es trabajo?

- Claro, ya te dije estoy en una infiltración – Volkov sabía perfectamente a que se refería Horacio pero por el momento prefería no ahondar en ese tema, sabía que si lo hacia la discusión escalaría rápidamente.

- Es que eres imposible, enserio no se qué problema tienes ruso, nunca captas nada – su voz comenzaba a notarse algo irritada.

- ¿Por qué no pruebas decir las cosas directamente? – sugirió pues también comenzaba a cansarle aquel jueguito. Si bien las semanas anteriores no estaba en plan de dejar nuevamente salir sus emociones y se mantenía distante por su propia seguridad cada palabra de Horacio hacia que una parte de la muralla que había a su alrededor se resquebrajara.

- Yo te he dicho las cosas directamente – exclamó moviendo sus manos con violencia - ¿Y qué haces tú? – se detuvo colocando su dedo índice en el pecho del ruso – simplemente lo ignoras y sigues, dejándome atrás.

- ¿Qué yo te dejo atrás? – preguntó sin poder creer lo que estaba escuchando - ¿yo?

- Si tú – Horacio volvió a avanzar atravesando una puerta.

- Que yo sepa fuiste tú el que se fue y...

- ¿Dónde carajos estamos? - el de cresta lo interrumpió observando aquella habitación.

- Parece una sala de interrogación - respondió Volkov después de dar un repaso al lugar, allí había una mesa y dos sillas, una lámpara colgaba del techo, era un lugar cerrado que jamás vio estando allí.

- Perfecto. Nos hemos perdido por tu culpa – señaló el de cresta.

- ¿Cómo dices? – la sangre de Volkov comenzaba a hervir ante los constantes ataques de Horacio.

- Que todo es tu culpa – repitió.

- Siempre me culpas a mí de tus problemas, yo no fui quien trajo a su loca familia para jugar a la casita feliz – la tensión entre ambos comenzaba a subir.

- Pues yo no estaba trabajando para un loco que quería matarme – contraatacó el de cresta comenzando a sentir como sus mejillas se calentaban debido al enojo.

One Shot +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora