Reconciliaciones

308 16 2
                                    


El teléfono suena con una llamada entrante, Volkov se incorpora enseguida dejando atrás el semi sueño en el que estaba sumido. Se había mantenido recostado en el sillón desde que Horacio había salido de la casa azotando la puerta y alegando que pasaría la noche fuera.

- ¿Horacio? – salió de sus labios apresuradamente en cuanto descolgó la llamada – ¿Horacio? – volvió a repetir debido al silencio en la línea.

- No me quieres – escuchó seguido del sorbido de la nariz. El ruido proveniente del otro lado dejaba ver el lugar en el cual podría encontrarse el moreno provocando que Volkov enseguida se incorporara buscando sus llaves.

- ¿Dónde estás? Iré a buscarte – se dirigió hacia la puerta tomando el picaporte, no era la primera vez que Horacio salía así de la casa, enojado, pero si la primera que demoraba tanto en llamarle, el reloj en la pared le decía que eran las tres de la mañana.

- Eso que importa, ya no me quieres – sollozó, poniendo más nervioso al ruso quien comenzaba a sentir su corazón acelerado por el temor que le provocaba no saber el lugar donde se encontraba su pareja.

- Horacio – repitió apoyando su frente sobre la madera de la puerta y cerrando los ojos llamando a la calma – si te quiero.

- No lo haces, ni siquiera puedes decirlo si no es por teléfono, para ti todo es trabajo, trabajo, trabajo.

- No es así Horacio – Volkov sabía que el de cresta podría estar así toda la noche, cuando una idea se le metía en la cabeza no había quien se la quitara, necesitaba encontrar una forma de saber donde estaba, luego arreglaría las cosas – si te quiero, sabes que lo hago, ¿por qué mejor no me dices donde estas? Así voy a buscarte y podremos hablar – intentó convencerlo, si pudiera ver el GPS para encontrarlo, pero el moreno lo había desactivado ni bien cruzó la puerta.

- No quieres venir, nunca quieres hacerlo – respondió el contrario, su voz se escuchaba particularmente ronca – ni siquiera hoy.

- Si quiero salir contigo – suspiró – es solo que...no importa, solo dime donde estas, por favor, quiero ir a por ti y hablar.

Horacio dejo salir un gran suspiro, luego silencio, a Volkov le pareció una eternidad antes de que la voz del contrario volviera a escucharse.

- Te mandaré ubi.

Dos minutos después llegó la ubicación al móvil de Volkov, este se apresuró a salir y llegar a su auto encendiéndolo en un instante, encaminándose hacia el lugar.

Mientras manejaba, Volkov se reprochó por nuevamente cagarla esa noche, el estrés del trabajo no era excusa suficiente para haber olvidado su aniversario. Si, era verdad que últimamente pasaba más tiempo en el trabajo que en casa, sus superiores le estaban presionando para tener resultados y él como director debía responder por sus subordinados, quizás debería hacer lo mismo que Horacio y renunciar de una vez.

Eso lo llevó a pensar nuevamente en el moreno, pudo ver la desilusión de Horacio reflejada en su rostro en cuanto declinó su oferta de salir a comer y el reproche en su voz en cuanto le preguntó si recordaba la fecha, sin duda no esperaba que el menor saliera de allí sin decir ni una palabra, solo se había dado cuenta de lo sucedido en cuanto ingresó a la habitación que compartían y vio la decoración junto con un pequeño cartel sobre esta que decía "una año más contigo".

De verdad había sido un idiota.

En ese momento se maldijo internamente, marcó el número de Horacio una y otra vez sin tener respuesta hasta que la llamada de este ingresó varias horas después trayéndolo justo a ese momento donde se detenía frente a un local nocturno, sin duda el moreno estaba ahí, solo hacía falta encontrarlo.

One Shot +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora