Destination (Niall Horan)

Capítulo 13. (Niall Horan)

  Sentía algo raro. Estaba cómoda. No quería levantarme. Un rato después me di cuanta que estaba durmiendo. Me había quedado dormida. 

  Lo que recuerdo es que estábamos con Niall hablando, no me acuerdo haberme quedado dormida... Un segundo... Con Niall.

  Abrí mis ojos de repente. Me dí cuenta que estaba durmiendo apoyada en él, y me rodeaba con sus brazos. Levanto la vista y estaba en un profundo sueño. Intento de salir de entre sus brazos. Cuando por fin pude hacerlo miré la mesa de luz el reloj. Las 8:28 am. Salí de un salto de la cama. Me había quedado dormida, desde ayer. No le avisé a nadie en dónde estaba.

  Salí de un salto de la cama, haciendo que Niall se despertara. Abrió los ojos molesto, no era muy bueno levantándose, siempre se quejaba. Miró a su alrededor y después a mi y a la cama, al mismo tiempo.

-¡No! ¡No pasó nada!- Me adelanté en aclarar.- ¿Por qué... cómo nos quedamos dormidos?

-No se. Yo solo recuerdo que... hablamos, y en un momento te quedaste dormida.

-¡¿Y por qué vos también te tenías que quedar aquí?! Me hubieses despertado o no te hubieses quedado!

-No eras la única que estaba cansada, ¿si?

  Busqué en los bolsillos mi celular. No lo encontré. Tal vez lo dejé en el baño. 

  Corrí hacia allí y lo encontré en frente del espejo. Miré la pantalla y tenía mil llamadas de mi casa, del celular de mi madre, también algunos eran de Lis. Seguramente armé un gran alboroto. 

  Cada vez me estaba preocupando más. ¿Qué le diría a mi madre? Seguramente ella habría llamado hasta a la policía porque no contestaba el teléfono. ¿Cómo no lo escuché? Me fijé el sonido y estaba en tono de vibración. 

  Estaría castigada hasta el año tres mil. Agarré mejor el celular y marqué el número de Lis. En el tercer tono contestó.

-¡¿Bri?!

-Si, soy yo.- Dije aliviada, un poco, de que contestara.

-¡Por Dios, chica! ¡Tu madre se puso como loca ayer! ¡No paraba de llamar cada dos segundos!

-¿Te llamó?

-¡Si! Y tuve que decirle que por la lluvia nos tuvimos que quedar en un hotel. 

-Pero...¿cómo? Tengo millones de llamadas de ella en mi celular.

-Por eso tardé un rato con convencerla. Le dije que a tu celular se le había acabado la batería y lo apagaste. Obviamente quería hablar contigo, pero tuve que decirle que te habías quedado dormida, y que no te quería despertar ya que te veías muy cansada. Después de todo intenté de comunicarme contigo pero no lo hacías. ¿Qué pasó? ¿No estabas con Niall?

   Se que armó un nudo en la garganta, no le diría que me había quedado dormida con él.

-Si, pero... por la lluvia no me podía llevar a casa. Además dejé mi celular en vibrador y no lo escuché. 

-¡ídola! Y... ahora que estamos un poco más tranquilas, cuéntame ¿qué tal?-Pude escuchar cómo ponía una sonrisa.

-No pasó nada, y me tengo que ir.

  Colgué sin dejar que me dijera nada.

 Salí a la sala y vi a Niall apoyado en la mesa mirando su celular. Cuando notó mi presencia me miró.

-Necesito que me lleves a mi casa.

  No dijo nada, ni preguntó. Solo asintió. Me pareció bien. Después de todo no quería hablar. 

[...]

-¡¿Dónde estabas?! Desde ayer te llamaba y no contestabas.- Dijo... o más bien, gritó mi madre.

-Ma, Lis ya te explicó el tema. ¿Por qué necesitas que te lo repita?

-Quiero escuchar tu versión de la historia.

-Pues te digo que no es muy distinta a la que ya escuchaste. Ahora si me disculpas, me voy a mi cuarto.

-Esto no se queda así, señorita. Sabes bien claro que estas castigada, ¿no es así?- Preguntó mientras yo subía las escaleras.

-Si, madre, lo sé.

  Entré en mi habitación y me tiré en mi cama. La verdad extrañaba mucho, esto. Mi cuarto, todo. 

  Me dí vuelta y miré el techo. No sabía lo que me estaba pasando. Me estaba volviendo loca. Al principio no quería meterme en esta situación, pero al mismo tiempo, ahora, es inevitable. Además, como si no fuera poco, no se lo que me pasa estando cerca de Niall. 

  Tengo miedo de estar sintiendo lo que esas chicas sienten. Tengo miedo de estar... enamorándome, y cuando eso pase... termine todo por completo. Ese es mi miedo, pero no puedo evitar sentir lo que siento. Tampoco puedo sacarlo tan fácilmente de mi vida, ni de mi cabeza. Es más, si mi madre se entera algo de esto, seguramente me mantendría vigilada las 24 horas del día, o también puede que hasta nos mudemos a otro país solo para que no me encuentre con él. Niall no sabe cómo es mi familia, y sin embargo se arriesgó a contarme sobre la suya. Me siento mal por no poder decirle la verdad, y más que todo por no poder confiar en él.