Capítulo 54 (Niall Horan)

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    Al regresar a la casa de mi prima ya habían llegado mis tíos y mi primo. Se sorprendieron al verme, y agradecí porque no se noten mis lágrimas.

-Se quedará esta noche.- Anunció mi prima.- Así que... ¿en dónde está el otro colchón?- Preguntó hablando sola y yendo hacia el sótano.

-Bri, cariño, ¿todo está bien?- Preguntó mi tía.

-Si, no te preocupes.

-¿Y tus padres?- Dijo mi tío.

-Am.. en casa. Sí, pensé que sería bueno pasar tiempo con mi prima, y mi hermoso primito.- Dije batiendo su cabello.- Espero que no les moleste que me quede.

-Claro que no, mi amor. Es más, nos encanta volver a verte.

  Mi prima preparó todo en su cuarto, y yo la ayudé. Mientras que mi tía hacía la comida.

   Comimos de los más bien, y ahora lo único que pensaba era en dormir. Abby me prestó algo de ropa para que durmiera.

   Ella ahora se encuentra en el baño, dijo que no aguantaba más para hacer un gesto gracioso y lograr que yo me ría.

   Estoy muy agradecida de poder confiar en ella. En ella y en mis tíos. No tenía que preocuparme por cómo distraer mi mente porque me la pasé jugando con mi primito. Apenas tiene ocho años y ya sabe manejar toda la tecnología, eso fue lo que más me sorprendió. Es más, sabe mucho más que yo.

  Todas esas pequeñas cosas mantuvieron a mi mente ocupada. No quería pasar ni un momento distraída porque sino volvería a deprimirme. Las fotos se repetían de ves en cuando en mi cabeza, y nos solo eso, sino también él. Todos aquellos momentos que lo pasamos juntos, lo ingenua que fuí por creerle. Mi prima, cuando notaba que me quedaba metida en mis pensamientos, al instante me hacía distraer, y yo le agradecía con la mirada. No quería que mis tíos se dieran cuenta de lo que pasaba, ni tampoco mi primo, así que la mayoría del tiempo tuve que fingir una sonrisa.

  Pensaba también en mis padres. ¿Cómo se encontrarán en este momento? Mi madre seguramente que se está volviendo loca, y si no fuera por que las personas menos indicadas se encuentran en mi casa iría hasta allí en un segundo, sin dudarlo. Pero eso implicaría dar muchas explicaciones, y ahora no estoy en condiciones como para ingeniar una buena mentira. Más para que mi madre me crea, porque como especifiqué desde siempre, quiero saberlo absolutamente todo. No es que no confíe lo suficiente, solo que me regañaría más de lo que me daría un consejo. Mi padre no creo que sepa dar consejos sobre esto, pero sí es bueno escuchando. Aunque, a pesar de todo, me alegra saber que mis padres jamás se hallan enterado que salgo con Niall. O salía. Ya ni sé lo que somos entre los dos, y tiene que tener una buena escusa para hablar sobre los hechos.

   Cuando me percaté del tiempo que había pasado, creí que sería bueno descansar, dormir y olvidarme de todo, hasta que caí en un profundo sueño. No me habría dado cuenta de ello, por no ser a causa de mi prima, que llamaba por  mi nombre a mi lado.

-Ven, necesito mostrarte algo.- Susurró para esperarme en la puerta.

   La miré adormilada, pero asentí. Miré la hora y eran las cuatro de la mañana, me extrañó mucho eso. Me esperó, hasta que bajamos a la planta baja. Cuando llegamos a la sala entendí todo.

   Mis padres se levantaron del lugar y vinieron a abrazarme. Mis lágrimas salieron de nuevo y los abrasé con todas mis fuerzas. No quería irme sin su permiso, no quería escaparme, pero no tenía otra opción. Sabía que Niall sería capaz de ir hasta mi casa, y así lo hizo.

-Que bueno que estés bien, mi hija.- Dijo mi padre.

-Estábamos muy preocupados.- Comentó ahora mi madre mirándome.- No quedarás castigada, eso te lo puedo asegurar.

Destination (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora