Destination (Niall Horan)

Capítulo 58 (Niall Horan)

-¿Bueno, quieres pasar un rato?- Le ofrecí a Harry mientras bajábamos del auto.

-Esta bien, pero me quedo un momento.

   Asentí y entramos a mi casa.

-¡Mamá! ¡Ya llegué!- No hacía falta gritar demasiado por mi llegada. Como mi casa era muy pequeña, hasta se escuchaba en el primer piso que alguien entró.

-Que bueno que...- Se interrumpió ella misma al ver a Harry al lado mio.- Oh, hola.- Dijo saludándolo con una sonrisa. Sabía que estaba haciendo la mejor que podía.

-Hola señora Ston.

   Se formó un silencio un tanto incómodo, y antes de que mi madre llegara a decir algo, yo hablé primero.

-Bien... estaremos en mi habitación, si necesitas algo me dices.- Empecé a subir las escaleras, y el ruloso estaba detrás mio siguiéndome.

-De acuerdo...- Contestó un poco aturdida.- ¡Ah! ¡Brillit!- Me detuve para mirarla.- ¿Ya viste lo que se encontraba en el sobre?

   Mi cuerpo se quedó inmóvil al escuchar eso. Después de la llegada de Harry no lo volví a tocar, y no lo pienso hacer. Que mi madre halla preguntado y pensar en la mínima posibilidad de que se enterara de algo me aterraba.

-Brillit.- Me llamó Harry moviendo su mano en frente de mi. Reaccioné y volví al mundo real.

-No.- Respondí, pero luego me arrepentí.- Digo si. Si... pero no. Es algo complicado, después te explico, nos vemos.

   Subí más rápido las escaleras y entré a mi cuarto, dejando la puerta abierta para que Harry entrara. Yo me senté en mi cama, y miraba mis pies.

   Harry entró, y después de que pasara, cerró la puerta detrás de él.

-¿Qué fue eso?- Preguntó en frente mio, pero notaba sus pies, nada más que eso.

-Nada. No importa.

   Se agachó para quedar a mi altura y me apoyó una mano en mi mentón y lo levantó delicadamente para que lo mirara.

-Si te afecta a ti, a mi me importa.- Se que él es mi amigo, pero tengo miedo de mostrarle la verdad.

   Esquivé su mirada, no podía mirarlo. Ni siquiera yo podía enfrentar el tema. Pero tendría que hacerlo.

-¿Qué es lo que hay en el sobre?

   No respondí, seguía luchando con mi mente, seguía luchando conmigo misma. Ni siquiera yo sabía lo que había ahí dentro, pero la última ves no me llevé nada bueno.

-Brillit, quiero ayudarte, pero si no me dices no voy a poder.

   Me levanté de un salto y fui hacia mi armario. Corrí un poco mi ropa para dejar al descubierto mi maleta. De allí saqué la caja en la que contenía lo que me rompía el alma. Tal ves tendría que haberlo tirado, lo sé, pero no lo hice. Simplemente sentí que no debía hacerlo. Todavía.

-Toma.- Dije extendiéndole la caja y aguantando las lágrimas.- Ahí sabrás lo que había en un sobre. No en el que habló mi madre, éste es otro.

   Me miró extrañado, pero tomó la caja. Se sentó en mi cama y abrió la tapa.

   Mi expresión no era diferente, no estaba feliz. Para nada feliz. ¿Por qué lo estaría? Alguien, quién sabe quién, me mandó eso. De mi actual "novio". Aún no se si lo puedo seguir llamando así. Aún no se si somos algo.

   Harry al notar lo que había dentro, abrió sus ojos como platos, y rápidamente dirigió su mirada hacia mi dirección.

-¿Así es como te... ent..eraste?- Hasta él parecía sorprendido.