Destination (Niall Horan)

Capítulo 31. (Niall Horan)

  Pasaron dos días desde que me enteré que el hermano de Lis sabía la verdad. Por ahora no dijo nada, pero eso no quita la idea de mi cabeza que puede que lo haga. Lis ahora confíaba más en él, pero yo no.

  Con Niall nada más hablamos por mensajes, y no muy largos, así que no podía notar mi ánimo.

-¿Y ya practicaste para el examen de la semana próxima?- Preguntó Scott.

  Si supiera el lio que tengo en mi cabeza en este último tiempo, sabría que no estudié ni leí un poco las hojas.

-Honestamente, no.

-¿Por qué? ¿Hay algún problema?.- "Sí"

-No, solo... estoy más distraida, es todo.

-Bueno, tengo otra clase, ahora, así que después nos vemos.

  Lo saludé y después me dirigí hacia la salida. No tenía tantas horas por hoy, así que pude irme temprano.

  En el viaje todo iba tranquilo, siempre la misma historia.

  Llegué a mi casa, y abrí la puerta. Ahí me encontré con Tim, que saltaba en mis piernas.

-Hola, hermoso.- Dije sonriendo.

  Dí un paso a delante y miré hacia arriba, lo que fue un error.

  Mis padres me miraban enojados, y noté que mi madre tenía los ojos llorosos. No hace falta decir que algo andaba mal. Me acerqué a ellos y me atreví a preguntar si pasaba algo malo.

-Dímelo tu.- Contestó mi madre.- ¿Desde cuándo nos ocultas cosas?- Eso no iba bien.

-¿Qué? Yo no...- Mi padre me interrumpió.

-Ya sabemos la verdad, Brillit, no nos mientas.- No, no, él solo me llamaba Brillit cuando estaba en verdad enojado.

-¿Desde cuándo estas saliendo con ese chico?- Dijo mi madre en pocas palabras. 

  Lo contó. Yo lo sabía, ese pendejo abrió la boca. Se iban a enterar en algún momento, pero cuando yo estuviera lista, ¡no por la boca de otros!

-Es solo un amigo.

-¿Solo un amigo?- Sabía que estaba intentando de no enojarse tanto, pero no faltaba mucho.- ¿Desde cuándo?

-Como hace un mes.- Dije bajando la cabeza.

  Noté como mi madre ahogó un grito. No respondieron nada en seguida. Ya no sé en dónde meterme, no podía mentir más.

-Estamos muy desepcionados de ti, Brillit.

-¿Decepcionados?- Respondió mi madre.- ¿Eso es lo que tienes que decir? ¡Siempre que nos decía que salía con su amiga, estaba con este chico!- Dijo rompiendo en llanto, aún no entendía bien por qué.- ¿De dónde lo conoces?

  Oh no, no le contaría la historia, estaría mucho más en problemas. Tampoco quería meter a Lis en un lio.

-Una vez fui a dar una vuelta y me lo encontré. Empezamos a hablar y bueno... nos hicimos amigos.

-¡No nos sigas mintiendo! ¡¿Qué es esto entonces?!- Dijo mostrándome la foto en la que estabamos en la casa de Lis. Rayos, tenía que haber guardado bien esa foto, ya que al final no la había pegado en ningún lado.-¡¿Tu amiga Lis te convenció de esto?!

-Mamá ella no tiene nada que ver.- Dije intentando de no llorar yo también.

-Brillit.- Dijo mi padre.- No nos siguas mintiendo, queremos saber la verdad, por tu bien.