Destination (Niall Horan)

Capítulo 2. (Niall Horan)

Capítulo 2

 

  Me levanté después de haber dormido prácticamente cuatro horas. Lis no me dejaba de llamar, pedirme perdón y de más. No le conté sobre lo del chico borracho ni del rubio, solo le dije que me quedé en medio de todos los desconocidos, pasados de copas, y perdida. Me trajo a casa tipo doce y desde entonces no dejó de insistir.

  Me cambié, desayuné algo y me fui directo al auto. Mis padres trabajaban a la mañana y salían temprano.

 Cuando llegué estacioné y estaba dirigiéndome hacia la primera clase. Con la que, por suerte, no tenía con Lis, sino con Scott.

-¿Cómo estas?- Preguntó cuando me senté junto a él.

-Cansada.- Dije tirándome en el banco.

-¿Tu?, ¿es en enserio?. ¿Qué estuviste haciendo a noche?

-Lis no dejaba de llamar, eso es lo que pasa.

-¿Puedo preguntar por qué?.- Yo negué con la cabeza.

  Pasamos la clase con la profe de Biología. No podía concentrarme. Quería, pero el sueño me vencía. Scott se daba cuanta e intentaba de ayudarme de alguna manera. 

  Por fin terminó y nos levantamos para irnos. Scott me esperó y salimos juntos del salón. Allí, para mi suerte, estaba Lissa.

-¡Brillit!.- Me llama. Me doy vuelta para ignorarla pero me sigue.- Sé que estas enfadada, pero por favor escúchame.

-No quiero hablar.- Dije sin mirarla y siguiendo caminando.

-¡Por favor! ¡Lo siento!, no fue mi intención que te perdieras en medio de...-interrumpí, ya que Scott seguía al lado mio.

-¡Basta! ¿Si?, escuché lo que tenías que decir, solo te repito que no cuentes conmigo para hacer otra cosa bastante idiota.- Dije mirándola.

-¡Lo prometo, no volverá a pasar, pero perdóname, pliss!.- Dijo poniéndose  delante mio y haciendo cara de perrito.

-Wow es la primera vez que se pelean, que bueno que estoy para presenciar el momento.- Dijo Scott.

-Scott, dile que me perdone!

-A mi no me metas, Lis.- Contestó levantando sus manos.

-Es tarde, me tengo que ir a la otra clase.- Ella me agarra del brazo antes de irme.

-Puede que intentes esquivarme, pero no me alejaré tan fácil de ti. Te seguiré hasta que me perdones.

   3...2...1... timbre. Hora de irnos. No estaba de humor para hablar con nadie, ni discutir con Lis. Quería estar sola, en mi casa. Además, yo era la única que sabía sobre lo que pasó esa noche, a pesar del chico rubio, no creo que el otro se haya enterando de algo.

-¿Quieres que te acompañe?.- Preguntó Scott.

-Bueno.- Dije sonriendole.

  Nos dirigíamos a la puerta delantera.

-Podemos ir a tomar un helado, si quieres.

-Creo que sería buena idea.

-Así te despejas un poco, y de paso te desahogas.

-Tu siempre sabes qué hacer.

-Bueno... ¿qué te digo?. Solo eres mi mejor amiga y tengo derecho a hacerte reír e intentar de que no estés triste.

-Gracias, Scott.- Dije mirándolo. Él me abrazó por los hombros.

-Ah! y también podemos elegir la canción para ensayarla esta tarde.