Un recuerdo borroso

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Capítulo 27

Detienen a Andrea Bletchley, hija de Charles Bletchley, asesinado el pasado verano, como la supuesta culpable de su muerte y la de su familia.

Andrea Bletchley de dieciséis años fue arrestada la pasada tarde Navidad acusada por el asesinato de su familia.

Según confirman nuestras fuentes la joven fue escoltada hasta el ministerio por nada más y nada menos que el ministro de magia. Una hora más tarde, sin embargo, Bletchley abandonó el lugar sin ninguna alegación en su contra y esta vez acompañada por Albus Dumbledore, que se negó a dar explicaciones.

Ninguno de los dos bandos ha dado alguna declaración sobre lo ocurrido o que provocó el repentino arresto de la muchacha. La única información que hemos conseguido obtener fue proporcionada por los diferentes testigos que presenciaron el suceso.

Poco se conoce sobre el paradero de la menor de los Bletchley en verano a parte de las especulaciones sobre lo qué ocurrió aquella trágica tarde de verano en el domicilio familiar donde ella apareció repentinamente... (sigue pág. 10)

Andrea miró el titular y arrugó la nariz.

—Han puesto la foto en la que peor salgo.

Harry recogió en silencio el periódico de la mesa y comenzó a mirar los demás artículos.

El articulo había tardado dos días en aparecer en El profeta y a pesar de que Andrea fingía que no le importaba, se ponía nerviosa de tan solo pensar en que creerían los demás al leer esa noticia.

Como Andrea ya había previsto, tras la aparición de la noticia, había recibido la mañana siguiente una carta de Hermione rogándole todos los detalles de lo sucedido. Por miedo a que se interceptara el correo, la chica había decidido esperar a estar de nuevo tras los muros del colegio para contarle lo que había ocurrido en el ministerio, además de su charla con Voldemort, que "accidentalmente" había olvidado contar a Ron y a Harry.

Las navidades pasaron rápidamente y Andrea no le apetecía nada volver a Hogwarts, se había acostumbrado a aquella acogedora casa y a tener a Fred, y también a George a su lado. El día que se marcharon, le costó despedirse de Fred más de lo que habría creído.

La señora Weasley no les había contestado todavía a la charla que habían tenido en Navidad, y Andrea ya no creía que lo fuera a hacer.

Una tarde, poco después de Año Nuevo, ella, Harry, Ron y Ginny se pusieron en fila junto a la chimenea de la cocina para regresar a Hogwarts. El ministerio había organizado esa conexión excepcional a la Red Flu para que los estudiantes pudieran volver de manera rápida y segura al colegio.

La señora Weasley era la única presente en La Madriguera para despedir a los muchachos; su marido, Fred, George, Bill y Fleur ya se habían marchado al trabajo. Se deshizo en lágrimas en el momento de la partida.

Hay que decir que últimamente estaba muy sensible; le afloraban las lágrimas con facilidad desde que el día de Navidad Percy saliera precipitadamente de la casa con una chirivía espachurrada en las gafas al arrestar a Andrea.

—No llores, mamá —la consoló Ginny, y le dio palmaditas en la espalda mientras la señora Weasley sollozaba con la cabeza apoyada en el hombro de su hija—. No pasa nada...

—Sí, no te preocupes por nosotros —agregó Ron, y permitió que su madre le plantara un beso en la mejilla—, ni por Percy. Es un imbécil, no se merece que sufras por él.

Andrea Bletchley y el príncipe mestizo ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora