Antes de que saliera el sol, ya me encontraba lista para conocer mejor la Fortaleza Vulturi y a sus habitantes. Me di un último vistazo en el espejo de cuerpo completo antes de salir. Había decidido usar un vestido corto de color gris y un par de zapatillas cerradas negras para combinar con el estilo del lugar, pero no me sentía como yo misma. Me acomodé la capa oscura que Aro me había dado y salí de la habitación sin rumbo, con el único propósito latente de conocer mejor este lugar.
El clima dentro del castillo era agradable y un silencio sepulcral inundaba los pasillos por los que me dejaba llevar. Después de una hora dando vueltas sin saber como salir del laberinto, encontré un corredor con puertas apostadas a ambos lados en busca de un posible atajo para volver a mi habitación, entonces me detuve en seco casi por instinto. En la mitad del pasillo se encontraban dos vampiros con largas capas color gris humo charlando en susurros. Me quedé quieta sopesando la posibilidad de pasar inadvertida.
“¿Desde cuándo eres una cobarde?” Preguntó perezosamente la molesta voz de la sed “No me agrada tu manera de comportarte últimamente pero tu nunca has sido cobarde. Además, ¿no es esto lo que querías cuando hablabas con Demetri? ¿No querías conocer a la Guardia?”
No contesté, pero terminé por aceptar que tenía razón. Al parecer me había demorado en actuar y uno de los vampiros se había percatado de mi presencia. Se trataba de una vampiresa alta de corto cabello castaño claro con un ligero flequillo sobre la frente. Su mirada me recorrió rápidamente y en su hermoso rostro se dibujó una amable sonrisa. Era joven, así que pude darle poco más de 20 años de edad; y su compañero, un vampiro un poco más alto que ella de cabello rubio rizado, se dio media vuelta para mirarme. Él era muy atractivo y tenía cierto porte americano.
- Tu debes de ser la chica nueva. - comentó la chica con una voz suave, sonriente.
- Así es- respondí con una media sonrisa. Me ponía nerviosa su amabilidad, además de que ambos eran por muchos centímetros más altos que yo y pertenecían a los altos rangos de la Guardia.
Lo supe por el color de la capa. Según Demetri, cuando el tono de gris era más oscuro más alto el rango.
- Es un placer conocerte al fin. Hay muchas incógnitas con respecto a ti. - comentó la chica con entusiasmo después de una risita encantadora. - Mi nombre es Corin y él es Santiago.
Señaló al muchacho de cabello rubio y él sonrió con franqueza. Su sonrisa fue contagiosa, pues al momento sentí como mis labios se acomodaban para responder la suya.
- Buongiorno signorina- saludó él con una leve reverencia.
- ¿Podemos ayudarte en algo?- preguntó Corin. – Lo que desees.
- Estoy bien.- dije despreocupadamente. - Tenía curiosidad por el lugar, así que salí a explorar un poco. Es todo.
- ¿Ya has recorrido el castillo por completo?- me preguntó Santiago con curiosidad.
Negué con la cabeza. Ni siquiera sabía en que parte del castillo me encontraba en estos momentos.
- Pues, déjame decirte que hoy es tu día de suerte, por que te has encontrado con unos guías estupendos. ¿No es así, Corin?
Ella asintió con energía y soltó otra risita.
- En efecto, además es nuestro día libre. - contestó ella y en tono pensativo agregó- ¿Comenzamos?
- Sugiero empezar por los dormitorios aledaños- replicó Santiago sonriente- Creo que nuestra nueva recluta necesita saber donde puede encontrar a cada quién.
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Fría Eternidad
FanfictionMadeline Blair es una vampireza libre, aventurera, seductora y misteriosa con un pasado coronado con sombras, extraño y nebuloso. Después de vagar por su cuenta mucho tiempo, ha decidido regresar con su antiguo clan, pero entonces Madeline se ve at...