Estaba totalmente satisfecha después de terminar con mi octava víctima. Me levanté del suelo con gracia y limpié las comisuras de mis labios con los dedos. Me alisé el vestido mientras observaba el resto de la sala. Unos cuantos invitados se encontraban charlando en los rincones limpios de la sala después del festín, mientras que la mitad de la Guardia se encontraba ocupada terminando con sus presas. Los tres líderes se encontraban sobre la tarima, Marco sentado y distante de todo el bullicio de la sala; Aro conversando con una pareja de vampiros de cabellos canos, todo sonrisas y Cayo que sonreía ampliamente mientras le daba la mano a un vampiro de aspecto reacio y aterrador.
Caminé por la sala distraídamente, de regreso a mi habitual posición, sorteando con indiferencia los restos de la cena. En el trayecto me encontré con muchas manos que querían detenerme. Algunos saludaban y se presentaban, otros me daban sus más sinceras felicitaciones y uno que otro simplemente asentían con la cabeza. Por alguna razón, me sentía atrapada en el tiempo, en aquellas fiestas de sociedad en las grandes mansiones de cuando era humana.
No me topé con ninguno de los miembros de la Guardia Alta entre los grupos que se apiñaban en el salón, mientras que un grupo de vampiros limpiaban con rapidez la sangre y los cuerpos de los turistas. Eché una ojeada alrededor en busca de Demetri, y lo encontré dejando el cuerpo pálido de una mujer en una pila de cadáveres mientras se limpiaba la boca con el dorso de la mano. Le sonreí a distancia cuando capté su mirada y él me correspondió indicándome que me acercara. Hice mi camino hacia él, pero antes de llegar a la mitad alguien me detuvo por el hombro. Santiago, pensé antes de girarme. El rubio sonreía de oreja a oreja con Corin a su lado.
- ¡Bienvenida, señorita!- dijo Santiago mientras me abrazaba y me plantaba un sonoro beso en la mejilla. – Ahora eres oficialmente parte de la familia. Serás la hermana pequeña, espero que no te moleste compartir el puesto con Jane.
Hice una mueca y él soltó una carcajada que sonó un tanto maliciosa. Corin hizo referencia a lo espectacular que lucía, claro quería que le diera el merito que se merecía. Alabé su buen sentido de la moda y noté como Santiago le decía unas palabras dulces y le pasaba el brazo por los hombros. Volvía sentir que me perdía de algo, pero además estaba incomoda.
Había notado con el tiempo que cuando la gente realizaba muestras de afecto como esas en mi presencia me sentía repentinamente incomoda y desviaba la vista. Una imagen cruzó por mi mente y aparté cualquier pensamiento que girara en torno a la razón por la cuál sentía que en esos momentos una profunda herida casi cerrada se abriera un poquito.
Demetri se acercó a nosotros al cabo de un rato acompañado por otras personas que querían conocerme. El resto de la noche transcurrió de la misma forma, como si se tratará de una fiesta. Una fiesta donde debía entablar superficiales conversaciones, conocer a un montón de gente que se muere por hacerte preguntas y fingir una que otra sonrisa cuando te felicitaban por estar ahí. No sabía como decirles que la única razón por la que esa estúpida insignia colgaba ahora de mi cuello era que mi clan había sido condenado a muerte y yo había sido la única sobreviviente. La peor parte fue ser presentada ante los amigos de Aro como trofeo de vitrina. La sensación de ser escrutada tan detenidamente no era nada placentera y al parecer no fue la única que se sentía cómoda con aquel interrogatorio, cuando los amigos de Aro se mostraron muy interesados en ver mis poderes en acción. Y fue él quien a grandes rasgos describió lo que hacía, mientras yo intentaba actuar naturalmente.
De pasada pude observar como Alec, a poco metros de distancia ocultaba una sonrisa. Durante toda la noche nos habíamos evitado mutuamente, ni una palabra, ni una mirada. Me pregunté si su actitud había cambiado desde nuestra pequeña tregua. Jane era harina de otro costal. A pesar de su comportamiento casi encantador con ciertos invitados, no perdía oportunidad para lanzarme miradas asesinas. Supongo que la idea de compartir puesto como había dicho Santiago le molestaba tanto como a mí.
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Fría Eternidad
FanfictionMadeline Blair es una vampireza libre, aventurera, seductora y misteriosa con un pasado coronado con sombras, extraño y nebuloso. Después de vagar por su cuenta mucho tiempo, ha decidido regresar con su antiguo clan, pero entonces Madeline se ve at...