DESPUÉS DE TI[Yoonmin]

13

Sábado
8:30am

—¡¿Qué?! ¿él está bien? — gritó el castaño levantándose de golpe en su cama, Yoongi estaba al otro lado de la línea contándole lo ocurrido la noche anterior.

—Por suerte lo está, solo se lastimo un poco las rodillas y la espalda — dijó casi en un susurro, pues el menor aun estaba dormido a su lado.

—Dios, es increíble. Gracias al primo de Kim, Jimin ahora esta bien. — dijo Jungkook. Yoongi de manera inconsciente tenso su mandíbula al pensar en ese chico y en la posibilidad de que fuera una amenaza para el.

—Si...oye ¿Por qué no vienes a ver a Jimin? El estará feliz de verte — sugirió el mayor evadiendo el tema pues cada vez que en su mente volvía la imagen de Jimin ser casi atropellado por ese auto sentía la sensación de vacío creciendo en su pecho, era desesperante.

Un largo suspiro se escucho desde el otro lado de la línea
—No lo sé, lo trate mal y a su amigo. Estoy seguro de que Taehyung le conto que les dije...ya tu sabes

—Como se nota que no lo conoces, el nunca te juzgará por lo que dices o haces el siempre estará dispuesto a recibir una explicación si es que la hay, de lo contrario te dará todas las oportunidades que sea para que enmiendes los errores que cometes.

—Parece que tu si lo conoces lo suficiente amigo...

—Si...él es...—suspiró con pesadez y observó el rostro del chico. Aun estaba dormido, su respiración era calmada, tenia sus ojitos, mejillas y labios un poco hinchados y su cabello despeinado caía sobre su frente, su postura al dormir era como la de un bebé. El mayor sonrió inconscientemente complacido por lo que veía — es importante para mi — termino de decir sin dejar de observarlo.

Después de varios minutos hablando ambos chicos colgaron, Jungkook para dedicarse a sus tediosas tareas junto con su padre y Min Yoongi para quedarse perdido en algo que apenas había descubierto.

Se dio cuenta que en la noche le mostró al rubio una parte de sus temores y ese era el de perderlo, que se alejara de su vida. Nunca lo había confesado quizá por vergüenza, pero después del accidente pudo sentirlo tan lejos de él que simplemente quiso decirlo, tal vez con la mera necesidad inconsciente de hacerle saber al menor que el era mas importante de lo que creía.

Se giro en la cama quedando frente a frente con el chico, para una vez mas observarlo con detenimiento. ¿Por qué antes no lo había hecho? A plena vista y sin necesidad de tocarlo se podía notar que su piel era suave y tersa, hasta podría jurar que era aperlada, sus abultadas mejillas que tenían un leve sonrojo natural, su pequeña nariz y sus labios, eran tan esponjosos, tan gruesos, tan suaves a plena vista, con ese rojo natural, tan... ¿Qué se sentirá besarlos?, pensó no siendo consciente de eso.

El menor paso su rosada lengua humedeciendo sus labios estando aun dormido y aquella acción hizo que el mayor tragara duro. Sacudió su cabeza duro queriendo sacar esos pensamientos de su mente.

Contrólate estúpido ¿Qué te pasa?

Jimin soltó un suave gruñido por el movimiento brusco del mayor, de a poco abrió sus ojos topándose con los ojos felinos del azabache.

—¿Todo bien? — susurró el menor

—Perdona por despertarte... — el mayor dejó de hablar cuando vio al rubio esbozar una pequeña sonrisa aun con sus ojitos adormilados.

—No te preocupes, ya es hora de levantarnos — sugirió de la manera que el siempre lo hacía, amable.

El menor se estiro en su cama y soltó un gruñido por eso, el creía que estirarse al recién despertase era una de las mejores cosas que existían en la vida, se sentó en la cama y se froto sus ojitos y seguido a eso se tiro su cabello hacia atrás. Con total pereza se arrastro por la cama para ir al baño.