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Yoongi

Abrió sus ojos con lentitud al sentir la fuerte luz del sol, había olvidado bajar la persiana que lo cubría en la noche y ahora estaba soportando esa luz enceguecedora. Bostezo aun con sueño y se estiro en la cama con pereza, se giro un poco para mirar la hora en su reloj de mesa apenas eran las nueve con quince de la mañana, tenia buen tiempo para ducharse.

Tomo su celular y lo encendió, pues cada noche lo apagaba para evitar que lo molestaran con llamadas y mensajes, mismos que aparecieron en la barra de notificación apenas el aparato predio.

Jungkook, Jisoo, John y hasta Taehyung le habían enviado mensajes. Suspiro y lo bloqueo sin interés de leer alguno, realmente ya llevaban días así, excepto por John ya que todos los dias lo veía en casa. Se levanto perezoso y se metió a la ducha listo para darse un buen baño para iniciar su día.

Tras unos quince minutos en la ducha salió con su cuerpo envuelto en una toalla y su cabello goteando. Camino hasta su closet y saco unos Jeans azules con rotos en las rodillas, una camisa básica negra y una chaqueta del mismo color.

Termino de vestirse y peinarse cuando escucho golpecitos suaves en la puerta. Sabía quien era.

­­—Pase — exclamó con voz suave.

Aquel hombre extranjero se dejo ver a la par que abría la puerta, una sonrisa amable se dibujaba en su rostro e ingreso con lentitud a la habitación del menor.

—Buen día Yoongi ¿dormiste bien?

El azabache emitió un sonido y asintió con lentitud mirándose aun en el espejo.

—Que bueno...¿Iras a la cafetería hoy también?

De nuevo, el menor solo asintió.

El hombre metió sus manos en los bolcillos de su pantalón, comenzó a caminar en dirección a la cama del chico con intención de sentarse. Con lentitud realizo la acción y se cruzo de piernas esperando que con su mera presencia pudiera llamar la atención del azabache.

Yoongi noto el reflejo del hombre en el espejo y se giró curioso, la mirada amable de John le pedía un poco de su tiempo para hablar. El menor suspiro y se dirigió a su cama para sentarse a unos centímetros de él.

—Yoongi, de verdad aprecio mucho que quieras ayudarme en la nueva cafetería — dijo, pues había comprado recientemente un local que adecuo como cafetería a unas cuadras del instito del menor — pero hace dos semanas no vas a clase, me preocupa que afecte tus notas y no puedas graduarte.

El azabache suspiro una vez mas y bajo su mirada. — Puedes...¿puedes dejarme ir solo por esta semana? — pidió. El hombre lo miro confundido, Yoongi llevaba varios días comportándose de esa manera.

—¿Sucede algo? — inquirió preocupado. Yoongi no daba respuesta y tampoco lo miraba a los ojos — Sabes que puedes decirme cualquier cosa ¿Verdad? — abrió sus ojos en demasía al escuchar pequeños sollozos salir del menor a la vez que algunas lagrimas resbalaban en su mejilla. — ¿Yoongi? — le llamó.

El menor limpio rápidamente su rostro dejando marcas rojas por ser tan blanca su piel. Tomo una bocanada de aire y miro al hombre a los ojos aun con su visión borrosa por las lágrimas.

—Gracias John...gracias por cuidar de nosotros — habló. el hombre sintió su corazón desquebrajarse al escuchar eso mientras el menor lloraba. —Has cuidado tan bien de mamá y de mí, aun sabiendo por todo lo que tenemos que pasar día a día — dijo refiriéndose al estado de su madre.

—Oh Yoongi, no debes agradecer nada. Estoy feliz de que estén en mi vida y haría todo por ayudarlos, amo a tu madre y te amo a ti. — exclamó con una pequeña sonrisa, Yoongi lo observo y sonrió, misma que se borro por su llanto.

DESPUÉS DE TI[Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora