Novio ficticio ➳ℓιzкσσк

✎09✎

   Organización Secreta del Tiempo, más conocida por sus siglas OST, era una organización creada en un futuro no muy lejano que controlaba la línea de vida de cada individuo. Nunca fallaba, podía tener conflictos, pero jamás fallaba. No había ni una posibilidad de que fallara, era como algo perfecta. Algo que fue creado desde que una persona nace hasta cuando muere; era esa luz que la gente vieja veía cuando ya no aguantaba más con vida y era esa misma luz del hospital cuando un recién nacido abría los ojitos.

Era la misma luz, solamente que en diferentes tiempos.

El mundo paralelo existía y con ello el multiverso. Científicos muy inteligentes y talentosos investigaban dicho universo, encontrando un sin fin de probabilidades en la vida de un ser humano, en donde todas terminaban igual. Es por eso que si Lisa se enamoraba de TaeHyung y no de JungKook, de todas formas no podrían estar juntos porque su destino no era con Kim, era con Jeon.

   Pero, a todo esto, ¿quién demonios era Kim TaeHyung y por qué podría ser un peligro para la futura pareja?

   Kim TaeHyung, más apodado como FA (Forever Alone), es un chico de la misma edad que JungKook y que tiene muchos sueños a futuro, y en todas sus líneas de vida, está solo. No hay nadie que se quede con él porque o simplemente se alejan por ser aburrido o mueren, de otra ya no había. Era por eso que Kim no podía interferir en ellos dos porque así no estaba destinado y porque en ninguna línea de tiempo y de vida estaba escrito.

   No era su culpa que todas las personas se fueran o alejaran de él. Él no sabía qué estaba mal, pero debía aceptar su trágico destino porque no tenía más opción. No podía encariñarse con una persona porque se le era arrebatada, ni mucho menos podía enamorarse. Y las misiones de la OST eran lo único que lo distraía para evitar sentirse solo, más bien para evitar hacerse algo malo como quitarse la vida.

Aquel chico castaño entró a la escuela preparatoria donde estudiaba Lisa y ahora JungKook. Se haría pasar por un estudiante y todo con tal de vigilarlos, pues esa era su misión. Los encontró a la lejanía y se puso un auricular para escuchar a larga distancia su conversación. No debía de ser metiche, pero eso le pidieron hacer.

   —¿Por qué eres muy linda, Lisa-ssi?— preguntó el castañito mirando con ternura a la chica de cabello corto frente suyo.

   Agh, la gente en verdad se ponía estúpida cuando se enamoraba.

   Hizo una mueca de disgusto y siguió mirando y escuchando. La chica se había puesto roja del nerviosismo y había bajado la cabeza para esconder sus mejillas ardientes. A decir verdad, esa Lisa era muy linda, aquella chica de labios gruesos y grandes ojos, era en verdad toda una belleza. Por eso ahora entendía por qué JungKook había decidido regresar, por ella y nada más que por ella.

Suspiró y se quitó el auricular, guardándolo en su mochila y revolviendo su cabello castaño. Hizo un puchero mientras los seguía observando, ¿por qué él no podía tener a alguien a quien tratar así? No quería recordar la razón, pero le entristecía en demasía. Decidió ya no verlos más y caminó al lado contrario de ellos para buscar un lugar donde quedarse.

[...]

—¿Por qué no me dijiste que tenías novio?— preguntó su amiga Soyeon cruzando los brazos, aparentemente molesta.

—Él no es mi novio.

Al responder eso, JungKook se giró a mirarla con el ceño fruncido, a lo que Soyeon lo observó y sonrió burlona mientras volvía a concentrarse en Lisa, quien veía al castañito con una mirada nerviosa. Su amiga de cabello corto y azabache comenzó a reír.

—E-Es algo complicado— murmuró la fémina.

—Bien, los dejaré solos para que hagan sus cosas— comentó riendo la chica bajita, parándose del sofá y guiñándole un ojo a Lisa, saliendo de la casa de ésta, quien había ido ahí nada más para explicaciones que eran más que obvias.

Una vez que Jeon Soyeon se fue, JungKook se puso enfrente de ella y habló.

—¿Por qué dijiste que no soy tu novio?— preguntó en un tono molesto—. Me creaste con ese propósito, así que soy tu novio.

—Yah, escucha, todavía es difícil para mí asimilar... lo nuestro— apartó su mirada claramente nerviosa. Él le tomó la mano y acarició sus nudillos con su dedo—. ¿Q-Qué hac-?

—Entonces esperaré el día en el que tengas todo claro.

Interrumpió el castañito sonriendo, arrugando la nariz y sus ojitos, levantándose del suelo y besando la frente de la chica, depositando un pequeño beso que no duró más de un segundo. Le sonrió nuevamente y se fue de la sala, dejando a Lisa con el rostro más rojo que el propio, no entendiendo por qué había hecho eso. ¿Acaso él sabía lo que provocaba en ella? ¿Acaso se daba cuenta? Parecía que no, pero tal vez sí, y probablemente por eso lo hacía.

Pero Lisa había decidido no enamorarse de un personaje que claramente no existía. Porque una vez que se acabaran las hojas del cuaderno, él desaparecía y todo rastro suyo se iría también; se iría para siempre y no podía hacer nada al respecto. Él solamente viviría en sus recuerdos. Sin embargo, ¿cómo podía no gustarle el castañito? Era muy lindo con ella y la cuidaba inconscientemente, le decía cosas lindas y la amaba profundamente.

   Pero todo eso era falso.

   Todo era algo que ella misma había escrito y, por ende, creado. La mayoría de las personas que creaban cosas, las amaban, porque eran perfectas para ellos, pero eran cosas que no tenían vida, ni mucho menos sentimientos. Por lo tanto, amar a su creación no era una buena opción. Era perfecto, sí, pero no podía llegar a amarlo. Pero ella no controlaba a su corazón; ella no decidía de quién le podía gustar y eso era un gran problema porque últimamente tenía unas raras sensaciones cuando veía y estaba con él.

Ahora sabía que ya no era solo un maldito amigo.