Habían pasado ya algunos años desde que JungKook se había ido. Había quedado terriblemente mal y sin ganas de hacer nada, pero con la ayuda de Yoongi fue capaz de seguir con su vida y cumplir su mayor sueño de ser escritora.—Buenas noches, señorita Manoban. El amarillo le queda espectacular— halagó aquel hombre de cincuenta y tantos años.
—Lo mismo digo, señor Choi— saludó una Lisa ya adulta, madura y feliz.
Lo cierto es que, después del adiós de JungKook, había reunido todas sus fuerzas para crear una buena historia de lo que fue su romance y encontró una buena editorial que pudiera publicarlo y darlo a conocer. Asimismo, ella jamás creyó que su libro sería un éxito. Era una novela bastante innovadora y bastante inusual.
La fama pronto tocó su puerta y le habían pedido una segunda entrega pero no era capaz de seguir dependiendo de JungKook y su historia con él. Sin embargo, fue la excusa perfecta para publicar sus demás historias que alguna vez fueron escritas en papel y tinta. Se convirtió en una de las escritoras más populares y famosas de ese tiempo y estaba en lo más alto de su carrera.
Ahora mismo estaba con gente sumamente importante en lo que se dice en los negocios. Era un evento privado con gente contada, aunque con caras desconocidas.
—Hermana, te quiero presentar a alguien— habló su mellizo Yoongi, el cual vestía un traje negro con una corbata amarilla, justo del color de su vestido. Se hizo a un lado y dejó ver a la persona que estaba detrás y casi tira la copa de champagne al suelo en cuanto lo vio.
¿Qué!
Tenía una sonrisa coqueta en la cara e iba bien peinado, vistiendo un traje de color oscuro que le quedaba a la perfección y se podían apreciar sus músculos en la ropa. Su corazón latió con mucha frecuencia y casi se desmaya de no ser porque recuperó el aliento en un segundo. Él estaba ahí.
—Soy Jeon JungKook, un patrocinador— se presentó brevemente—. Encantado de conocerla— agarró y besó su mano.
Lisa no podía creer lo que estaba viendo y sintió la necesidad de llorar al volver a ver al amor de su vida. ¿Era este momento que se refería JungKook? Él le había dicho que se volverían a encontrar, pero que él no iba a recordar nada porque todavía no había pasado ese momento. Sin embargo, todos los recuerdos estaban intactos en Lisa, la cual esperó con ansias a volverlo a encontrar y poder formar la vida que él le había dicho. Y no importaba que JungKook le hubiera advertido sobre lo que le pasaría si se casaba y formaba una vida con él, a Lisa no le importaba salir lastimada con tal de estar con él por toda la eternidad.
Podía sonar egoísta y muy estúpido, pero Lisa estaba cegada de amor y no quería perderlo otra vez, por eso le aceptó la cita ese mismo día en el que se conocieron y por eso entregó su cuerpo esa misma noche. Ambos comenzaron a salir poco tiempo después hasta enamorarse profundamente. Al menos por parte de Lisa la cual, desde que lo conoció en su adolescencia, lo seguía amando. JungKook también la amaba en ese momento, pero su ambición era más que el amor. Porque sí, JungKook solo estuvo con ella por un poco de fama y convertirse en CEO en cierto punto. Sin embargo, sus sentimientos siempre han sido sinceros.
Aceptó ser la mujer de su vida solo para estar con él para siempre y ella misma se había condenado sola. Todo el daño que JungKook le había contado que pasaría, pronto se volvería realidad y es que ella realmente pudo haberlo evitado. Realmente pudo haber puesto fin a todo el bucle y así detener la paradoja. Pero no, lo cegada que estaba era más que su razón. Estaba tan mal en preferir sufrir por estar con el amor de su vida y así poder vivir y estar con él mucho tiempo. Estaba tan mal de la cabeza que pensar con claridad era lo que menos podía hacer en ese momento.
—Eres como un bello ángel. Una diosa tan hermosa que siempre ilumina mis días— vocalizó el castaño besando sus nudillos, endulzándola con más y más palabras bonitas.
Y Lisa se lo estaba creyendo todo. Pensaba que nada de lo que le dijo el JungKook en su adolescencia pasaría en realidad. Sin embargo, aquellas frases y dulces palabras solo eran el comienzo de una serie de torturas que en el futuro iban a cobrar muchísimo peso. Podía irse y dejarlo, y vivir su vida brillante como lo estaba haciendo ahora, pero no, prefiere creerle a un tipo que pensaba que era el mismo JungKook de su pasado. Y a pesar de que siempre quiso no depender emocionalmente de alguien otra vez, ahí estaba de nuevo volviendo a caer.
Y es que realmente era imposible no resistirse a JungKook. Era guapo, atento, cariñoso, romántico, millonario. ¿Quién no se resistiría a alguien así? Él, para Lisa, era perfecto en todos los sentidos y juraba que él siempre sería su fuente de apoyo para lo que fuera. Estaba tan enamorada de él que nadie más le importaba. Nadie más debía importar si estaba él a su lado, o al menos eso pensaba.
JungKook, por su parte, era un hombre algo ambicioso. Quería poder de lo que fuera y le gustaba siempre tener el control de las cosas y de las personas. Amaba a Lisa, sí, pero amaba más el dinero y el poder. De amor no se vivía, eso se sabía, pero tener a alguien en tu vida que te demuestra apoyo, cariño y comprensión, era lo que necesitabas para sostenerte, no para vivir. Sin embargo, le gustó Lisa por una razón: su poder. Y pensaba que si la podía enamorar podía obtener todo lo que ella tenía. Lo cierto era que ambos eran personas sumamente atractivas, talentosas y poderosas, y juntos podían dominar el mundo si quisieran.
Sin embargo, los planes sólo eran de uno, ya que la otra lo tomaba como "verdadero amor".
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Novio ficticio ➳ℓιzкσσк
Fantasy¿Cómo reaccionarías al despertar y encontrar un chico atractivo en tu cama así de la nada? Donde Lisa es una escritora en ascenso y JungKook su novio ficticio. ➳2021.07.12