✎03✎

445 72 9
                                    


Abrió los ojos y parpadeó varias veces para acostumbrarse a la luz de la mañana, había olvidado cerrar las cortinas y ahora el sol le estaba lastimando los ojos.

—Oh, despertaste.

   Una voz masculina que no reconocía se hizo presente en sus oídos, abrió los ojos de golpe y se encontró con un lindo chico recargando su cabeza en su palma mientras la miraba con una pequeña sonrisa. Lisa no sabía que hacer, así que de la nada gritó, cayéndose de la cama y haciendo que el chico la mirase preocupado. ¿Quién diablos era y por qué estaba en su cuarto?

   —¡Lisa! ¿Estás bien?— preguntó con preocupación.

   —¿Qué fue ese ruido, Lisa?— escuchó la voz de su madre tocando la puerta, solamente esperaba que no entrara.

   —N-Nada, sólo fue una pesadilla...— respondió la pelinegra mirando con cierto temor al misterioso que aún la miraba preocupado.

   —Bueno, no se te olvide alistarte o sino se te hará tarde— dijo su madre para después escucharla bajar las escaleras.

   La fémina pudo respirar un poco tranquila porque no quería que viera a ese chico, porque probablemente pensaría otra cosa y la castigaría por eso. Lisa miraba con el ceño fruncido al muchacho aún en su cama, pensando en quién era y por qué estaba en donde estaba.

—Me llamo Jeon JungKook, un gusto conocerte, Lisa— se presentó con una hermosa sonrisa que hizo que el corazón de la chica latiera rápidamente.

¿Jeon JungKook? Ese nombre le parecía muy familiar...

—Tú me creaste.

La voz del castañito hizo que lo mirara y frunciera el ceño al no entender a qué se refería. ¿Cómo ella podía crear vida? Bueno, obviamente por el embarazo, pero este era un caso muy diferente y anormal. Primeramente pensó que todavía estaba soñando, pero el tremendo golpe que se había dado contra el suelo le dijo que esto era más que real. Pero, ¿cómo explicaba la aparición repentina de ese lindo chico altera hormonas?

—El diario— dijo y señaló aquel cuaderno amarillento que descansaba en su escritorio, estaba abierto y ella lo había dejado cerrado—. Todo lo que escribas ahí, se volverá real y como me describiste, aquí estoy— explicó con una sonrisa tierna.

   Lisa aún seguía en estado de shock y no entendía nada; su mente probablemente le estaba jugando una mala broma y el muchacho frente suyo no era real. Además, ¿cómo un simple libro podría crear vida? ¿O tan siquiera volver las cosas ficticias en realidad? ¿Cómo se explicaba eso? No tenía sentido y mucho menos lo entendía.

Entonces pensó en la posibilidad de que era un amigo de su hermano haciéndole una broma. Probablemente había leído su cuaderno, eso explicaba por qué estaba abierto, y se estaba inventando todo ese show.

   —E-Escucha, si esto es una obra de Yoongi te juro que a los dos los voy a castrar— se levantó de golpe del suelo, ocasionando que se mareara y el supuesto JungKook se acercara a ella para ayudarla—. N-No te acerques.

—Lisa, no sé quién sea ese tal Yoongi, pero te aseguro que tú eres mi creadora y todo lo que escribas en esa libreta se volverá real— explicó de nuevo, yendo hasta el escritorio de madera de la chica y agarrando el diario y un lápiz—. Toma, escribe una acción y yo lo haré.

La chica agarró el cuaderno y lo miró dudosa, ¿acaso estaba maldito? No parecía tener ninguna anomalía salvo que la primera página estaba en blanco y la frase de antes había desaparecido. Intentó no asustarse por eso y escribió cualquier cosa para JungKook hiciera, obviamente cerrando la libreta después para que él no pudiera leer lo que había escrito.

El castaño prontamente empezó a ponerse en cuclillas, con las manos en el suelo y empezó a rugir. Era una escena graciosa puesto que era muy ridícula, pero lo único que hizo fue sorprenderse y ver que lo que él decía sobre el cuaderno, era cierto. De una forma muy extraña, pero era cierto.

—¿Ves?— preguntó el azabache con una sonrisa, levantándose del suelo—. ¿Ahora me crees, cariño?

La pelinegra frunció el ceño ante el apodo tan repentino.

—¿"Cariño"?

—Sí— sonrió arrugando la nariz—. Ahí describiste que sería tu novio.

La fémina sintió que se desmayaba, pero el grito de su madre la había hecho sobresaltarse.

—¿Qué tanto haces que no bajas, Lisa? ¿Y con quién hablas?— preguntó su madre abriendo la puerta, lo que alertó a la chica, pero lamentablemente no pudo impedirlo—. ¿Por qué sigues en pijama? Tu padre se va en cinco minutos.

La joven asintió nerviosa y su madre le dio una última mirada para luego irse y volver a cerrar la puerta. Lisa suspiró y se preguntó si JungKook era visible para el todos o solamente ella lo podía ver. Se volteó y no encontró al chico, por lo que hizo un puchero de decepción.

—¿Ya se fue?— preguntó el castañito asomándose por debajo de la cama.

Se había escondido, lo que significaba que todos podían verlo.

—Yah, JungKook, ne-

—¿Sí, cariño?— interrumpió con una bella sonrisa que hizo que la chica se pusiera nerviosa. Dios, realmente es muchísimo mejor de lo que lo imaginaba.

—E-Escucha, necesito que te quedes aquí y no salgas para nada, ¿sí?— dijo rápido, yendo hasta su armario sacando su uniforme escolar—. Me voy a ir a la escuela y volveré hasta la tarde— explicó caminando hacia el baño—. Si escuchas los pasos de alguno de mis padres o de mi hermano, te pido que te escondas y que no hagas nada para llamar la atención. ¿Entendiste?

—Sí, mi vida— asintió obediente.

—¡N-No me llames así!— comentó con las mejillas coloradas.

Se adentró al baño, saliendo de éste unos segundos después ya con el uniforme puesto. Peinó rápidamente su cabello y agarró su mochila para luego bajar casi tropezando con los escalones. Observó el rostro de seriedad de su padre desde la puerta principal, no tenía tiempo para estar lidiando con él, así que lo ignoró.

—¿No que muy responsable?— comentó en risas su hermano Yoongi, el cual terminaba de tomar el jugo de su vaso.

—Cállate.

Agarró una manzana y la metió a su mochila, saliendo de casa y subiéndose al auto, prontamente llegando a la institución. Suspiró mientras entraba. Ese día se estaba volviendo intenso.


—나무

Novio ficticio ➳ℓιzкσσк Donde viven las historias. Descúbrelo ahora