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Despertar y ver su rostro cuando abría los ojos, era su cosa favorita en todo el mundo. Ver su carita con una hermosa y grande sonrisa de enamorado mientras la miraba de la misma manera la hacían sentirse dichosa por tener consigo un chico así.

   —Buenos días, princesa.

   Sonrió tímida y escondió su rostro en la almohada. Rápidamente las imágenes de las escenas de anoche llegaron a su mente como un balazo, sin esperarlo. Sus mejillas se pusieron rojas por la estupidez que hizo y aunque no se arrepentía, sabía que no había estado bien. Dios, era una niña inmadura, ¿cómo pudo entregarle su virginidad a un chico ficticio?

Se talló los ojos y miró detenidamente al castañito, no se había dado cuenta de que JungKook no tenía playera, por lo que podía ver su gran y perfecto pecho con unos tremendos y marcados pectorales que... Dios, debía de dejar de pensar así.

Supuso que ella estaría de la misma manera, así que se tapó lo más que pudo y le pidió al castañito que se volteara.

—No hay nada que no te hubiera visto— dijo entre risas, girándose y esperar a que ella estuviera vestida.

—¿C-Cómo puedes hablar de eso con tanta naturalidad?— comentó mientras se ponía un gran buzo de color negro.

   —Bueno, hay que empezar a normalizar hablar de esos temas.

   —Ya sé, pero que lo digas así de la nada, es muy raro.

   Terminó de vestirse y le dijo al castañito que bajaría a desayunar y que luego podían pasar todo el día juntos, puesto que era un domingo de flojera. Lisa salió de la habitación mientras que JungKook se quedó en la cama; bajó las escaleras y divisó a Yoongi desayunando en el comedor.

—Hasta la esquina se escuchaba lo que estaban haciendo— la chica agarró un pedazo de pan y se lo lanzó—. ¡Auch! ¿Por qué me lanzas cosas?

—¡P-Porque tú también eres un sinvergüenza!

—¿También?— frunció el ceño—. ¿Pues qué te hizo o qué? No, más bien, ¿qué no te hizo?— empezó a reírse a carcajadas y Lisa le tiró otro pan—. ¡Yah! ¿Qué culpa tiene la comida?

—Síguele y te tiro el zapato.

   El mayor no dijo nada y siguió comiendo, Lisa tomó asiento en frente suyo y desayunó lo mismo que él. Pensó en lo que había hecho anoche y no pudo evitar sonrojarse. Mentiría si dijera que no le dolió porque en verdad dolió, y mucho. Su vientre dolía, pero no se arrepentía. Tal vez había tomado malas decisiones en el pasado, y, probablemente, ésta no sea la excepción, pero, ¿cómo explicaba lo libre y exquisito que fue? Muchos decían que la primera vez era algo horrible, pero para ella había sido un paraíso. Un paraíso en donde las caricias y los besos eran toda una gloria.

   No sabía lo mucho que le gustaba el castañito como para entregarle algo tan sagrado que no a cualquiera se le podía dar. JungKook no era una persona cualquiera, él era su novio desde hace muchos meses, así que se podía considerar una persona especial, ¿no? Jeon JungKook era una persona especial y lo amaba muchísimo. Se sentía demasiado feliz a su lado y esperaba poder hacer eso, pero...

   "Pero", ese maldito "pero".

   ¿Por qué no podía aceptar de una vez que su relación con él no era para siempre? Parecía una relación por contrato, pero la muy cruel realidad estaba más allá de eso. JungKook tenía un tiempo contado, tal vez no específico, pero lo tenía y ya mero estaba llegando a su fin. Cualquier día de estos podía desaparecer y ella no podía hacer nada para impedirlo.

No quería imaginarse ese día.

—¿Qué tienes?

La voz masculina de su hermano gemelo llegó a sus oídos, sacándola de sus pensamientos y sobresaltándola. No quería hablar de lo que sucedía porque no quería pensarlo. Debía estar con él y disfrutar lo último que le quedaba de su tiempo. Lo observó y se sintió intimidada por ese rostro serio.

   —N-Nada.

   ¿Cómo le explicaba lo que sentía ahora mismo? Tampoco se podía quedar callada, porque sabía cómo era Yoongi y le sacaría toda la información que quería guardar para sí misma.

—Sé que te pasa algo— dijo tomando su café—. Y está bien si no quieres hablar de eso, pero, ¿no crees que es mejor desahogarte que guardártelo?

   A Yoongi Manoban le preocupaba mucho su hermana, porque por lo visto un día se encontraba feliz y al siguiente triste, así que era obvio que le preocupaba tanto. Él solamente quería ayudar y juntarlos más aunque eso dolería mucho en el futuro.

   —Bien...

   Se cubrió la cara con sus manos unos momentos para después mirar a su hermano. Tal vez hablar con él le ayudaría mucho, porque Yoongi era ese tipo de hermano que se preocupaba demasiado inclusive en cosas sin importancia. Le tenía mucha confianza y el mayor también daba buenos consejos.

   Le contó todo lo que le pasaba, desde sus sentimientos al principio y sus sentimientos ahora, sabiendo las dos versiones de la pareja. JungKook igual le había contado todo eso y Yoongi supo entenderlo. Esos dos tenían el mismo problema, nada más que uno lo demostraba y el otro no. Pero, ¿acaso no habían pensado hablar entre ellos? Porque tener aquella conversación con la pareja hacía más fuerte la relación y, ¿siquiera lo habían intentado?

   En una relación amorosa no debe de haber un tercero, entonces, ¿por qué le pedían ayuda a Yoongi si podían resolverlo ellos mismos? El castaño parecía ser como un guía espiritual que daba consejos para que puedan seguir adelante y a pesar de que ya se sabía la historia completa, le molestaba un poco.

   —¿Por qué no intentas hablar con él?— preguntó después de que su hermana le contara la historia—. Sé que no quieres preocuparlo, pero ocultándole tus sentimientos no es bueno.

   —Lo sé, pero...— suspiró con un puchero—, nunca me había sentido así y no quiero agobiarlo con mis problemas.

   —Pero intenta hablar con él— insistió—. Porque lo que estás haciendo ahora mismo, es mentir. Ocultas lo que sientes y dices que estás bien cuando no lo estás. ¿No crees que a él también le gustaría saber esto?

   Mierda, Yoongi tenía razón.

Novio ficticio ➳ℓιzкσσк Donde viven las historias. Descúbrelo ahora