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   —¡Eres un grandísimo idiota, Jeon JungKook!— gritó el mayor de los Manoban con molestia—. ¡¿Cómo te atreviste a ponerle un dedo encima a mi hermana?! ¡¿Realmente estabas tan desesperado por el dinero?! ¡Es mi hermana, maldita sea!

   Se lo merecía. Lo sabía. Se merecía todas esas palabras y golpes que Yoongi ahora mismo le estaba dirigiendo. Y aunque su intención jamás fue en dañar a Lisa, eso no justifica en la manera en la que actuó y la dañó en toda la extensión de la palabra. Se merecía todo el odio que Yoongi le ejercía.

   —¡Y para colmo vuelves al pasado para seguir dañándola, Jeon! ¡¿Qué tan lógico te suena eso?!— siguió—. ¡Eres un maldito egoísta y un grandísimo imbécil!

   Se merecía todo lo malo del mundo. Estaba herido, pero el dolor no era para nada comparado con el que sintió Lisa en su momento y ahora estaba de nuevo volviéndola a dañar y lastimar, pues su llegada había sido un gravísimo error que ya no podía corregir. Debía vivir con el mismo dolor y soportarlo como pudiera, tal como había hecho su ya difunta esposa.

   Se limpió la nariz al sentir un líquido espeso bajar por uno de los orificios, el cual rápidamente notó que era sangre. La nariz le dolía, pero debía soportarlo. Sabía que aquel dolor era lo mínimo que había sentido Lisa y es que no paraba de relacionarlo con el dolor emocional y físico de ella. Le dolía tanto que estaba muy arrepentido aunque ya era demasiado tarde.

   Yoongi echaba humo por las orejas, su cara estaba roja de la furia y su expresión era una de molestia, odio hacia ese castaño con carita de bebé. Yoongi no podía creer lo que acaba de escuchar porque ni siquiera imaginó esa posibilidad. Sí, él sabía que JungKook era egoísta y amante del dinero que haría lo que fuera para obtenerlo, pero también se comió su faceta de niño bueno que no pisa ni una hormiga. Yoongi también había caído bajo sus encantos de buena persona cuando sólo era una máscara que utilizaba Jeon.

   Pero al observar sus ojos, miraba el arrepentimiento y el dolor de la pérdida hacía un ser que amó y que todavía ama. Pero no era suficiente. Ese dolor no era suficiente para perdonarlo porque no podía perdonar un maltrato como aquel. Yoongi estaba molesto, furioso y cargado de ira que quería moler a golpes a JungKook. Pero para no hacer tanto escándalo y que Lisa se diera cuenta, decidió calmarse y proporcionarle otro golpe más fuerte.

   No podía creer que una persona como él pudiera haber hecho eso y ahora la frase de "las apariencias engañan" la entendía perfectamente. Toda su fachada de niñito bueno e inocente no era más que eso: una simple fachada. Por eso no se creía que JungKook fuera ese tipo de persona con problemas de ira y aunque la historia no terminó de contarse, podía saber perfectamente en cómo terminó el sufrimiento de su hermana menor.

   Yoongi dejó escapar una lágrima de frustración, pues jamás pensó en que su hermana encontraría el amor en un hombre que no lo valía. Porque le arruinó sus amistades, la relación con su familia, su carrera, su matrimonio, todo. Y ya no quedaba más que lamentos y lágrimas. Pues saber que su hermana iba a morir por culpa de ese maldito castaño, no era para nada bonito.

   —L-Lo sient-

   —Un "lo siento" no resuelve nada, Jeon— interrumpió el mellizo—. En verdad eres una verdadera escoria que no tiene el perdón y espero que te pudras en el infierno.

   No lo iba a negar, Yoongi aún le tenía cierto cariño pues, aunque sus momentos con JungKook fueron pocos y breves, fueron lo suficiente para tenerle cariño y una hermandad bonita. Pero con todo esto... no sabía qué pensar.

   —¿Quién es Kim SeokJin?— preguntó rompiendo el silencio, aunque ya se sabía la respuesta, pero había ese algo que no entendía—. ¿Quién mierda es y por qué es tan importante?

   —E-Es un científico— contestó enseguida el castañito—. É-Él es quien inventó la máquina del tiempo y es el que pasó meses estudiando las líneas de vida temporal en otros universos.

   —Espera, entonces, ¿en verdad existe el multiverso?— preguntó asombrado con la respuesta, claramente interesado por saber más—. ¿Es así como la serie de Loki?

   —No debería decírtelo, pero sí, o más o menos así— mordisqueó su labio—. Las leyendas dicen que tenemos siete versiones de nosotros mismos, entonces, al crearse la máquina del tiempo se pueden conocer a esas siete personas. Muchos dicen que están en el mismo universo y línea temporal en la que estamos nosotros ahora mismo, pero no; lo que la gente no sabe es que existen más universos y diferentes líneas temporales de vida. En pocas palabras, es el futuro.

   Si bien antes estaba molesto con JungKook con el tema de su hermana, toda la ira se había convertido en curiosidad al querer saber más al respecto. Quería entender bien lo del multiverso y esas cosas de las líneas de no se qué. Quería reunir toda esa información con la información del cuaderno de su padre y entender de una vez por todas el gran secreto que había entremedio. Porque, al parecer, Kim SeokJin no había trabajado en la máquina del tiempo solo.

   Si bien debía de preocuparse por Lisa, y darle otro merecido golpe a JungKook, quería descubrir esa verdad que nunca fue revelada o tan siquiera susurrada. Había tantas cosas en ese cuaderno de pasta roja y dura, y era obvio que Jeon sabía algo y era eso lo que iba a descubrir. Debía aprovechar el muy poquito y limitado tiempo que le quedaba a JungKook, porque mucho no era y los segundos estaban corriendo.

   Y es que Yoongi podía ser muy malo en matemáticas, pero nunca jamás en entender un multiverso tan extenso y complicado que tenía una gran historia por detrás y que seguramente sería una gran primicia y un indicio hacia la verdadera profesión de su progenitor. Porque sí, había algo que olía muy mal.

Novio ficticio ➳ℓιzкσσк Donde viven las historias. Descúbrelo ahora