Si dijera que no estaba sorprendido, estaría mintiendo.Aquel inocente "te quiero" había sido suficiente para que su corazón pudiera explotar y la besó con ternura y más intensidad. Le demostró por medio de los labios que él sentía lo mismo y que era el hombre más afortunado del mundo. Aunque lo triste era que Lisa sabía que si era correspondida, era porque él era su creación y así lo había hecho. Pero de todas formas, había ignorado eso en aquel momento y lo tomó como algo real que no acabaría jamás.
Oh, que tan equivocada estaba.
Su corazón se sentía muy bonito al lado de él; le hacía sentir cosas que no había sentido antes por más que lo hubiera inventado o plasmado al papel. Ella creía que el amor consistía en nada más felicidad, sin temores ni tristezas, sólo felicidad. Asimismo, ¿podía entregar todo por amor? El enamoramiento no se da de la noche a la mañana y Lisa creía que estaba yendo muy rápido, pero, ¿había alguien que no se resistiera al castañito? Inclusive hasta los hombres se sentían atraídos por él, de eso estaba segura.
El agarre en su cintura fue subiendo hasta su espalda, acariciándola y acercándola más al cuerpo contrario, pero más pegados no podían estar. Aquel momento era un ambiente entre romántico, desesperado y caliente. Las manos traviesas del castañito subían por sus hombros y terminaban en la espalda baja, no queriendo sobrepasarse. Todo iba bien, realmente muy bien, pero el sonido de la puerta abriéndose les indicó de inmediato que debían separarse.
—Hermana, ¿me prestas tu cargad-? Oh, tú de verdad no pierdes el tiempo— dijo Yoongi con una sonrisa pícara.
Lisa le lanzó una almohada.
—¡Auch! ¿Por qué la agresividad?
—Porque debes tocar y no entrar así nada más— espetó con el ceño fruncido—. ¿Qué quieres que es tan importante?
—Cargador— pidió con una sonrisa inocente, Lisa no tardó en dárselo—. Gracias, hermana mía. Ahora puedes seguir con lo tuyo— dijo dándose la vuelta—. Para más seguridad, tengo un par de condones en mi cuarto q-
Otro almohadazo.
—¡Sólo vete!
—Bien, bien, pero no hagan tanto ruido.
El rostro de la chica estaba más rojo que el propio color. Su hermano era todo un sinvergüenza.
Aquel mellizo de ojos gatunos salió y cerró la puerta, quedando ambos solos otra vez. Lisa se mordió el labio nerviosa, intentando calmar su agitada respiración mientras que el azabache se sonrojaba por lo que acababa de pasar. Él, antes de volver al pasado y verla otra vez, ya había tenido un encuentro así con ella, inclusive lo habían hecho, pero todavía lo sentía como algo nuevo y de lo que deba avergonzarse. Sin duda tenerla otra vez con él, era una de las cosas más maravillosas que podía tener.
Él notaba lo muy avergonzada y nerviosa que estaba, por lo que retomar lo que estaban haciendo antes, no era una buena opción. Dejó escapar una pequeña sonrisa y se acercó a ella, poniéndose en frente suyo y posar sus labios en su frente, dándole un pequeño besito y luego sonreírle tiernamente. Verla sonrojarse era una de sus escenas favoritas.
Se alejó y salió de la habitación dejándola sola y sin saber qué acababa de ocurrir.
Bajó escaleras y se dirigió a la sala, sentándose en el sofá y fijar su vista en algún punto perdido. "Te quiero", le había dicho "te quiero". Eran dos palabras que la mayoría de gente decía sin tomarle importancia, porque un simple "te quiero" eran nada más dos palabras. Pero para JungKook un "te quiero" significaba mucho. Significaba que la persona que amaba había empezado a quererlo y eso lo ponía feliz en demasía.
Era una pequeña frase muy simple, pero tenía un verdadero significado si lo decías con el corazón y eso fue lo que justamente Lisa había hecho.
—¿Ya terminaron?— dijo en tono divertido—. Yah, ustedes sí que son rápidos.
—No hicimos nada, hyung— contestó con las mejillas sonrosadas, el mayor soltó una risa, acercándose a él y sentándose a su lado.
—Es cuestión de tiempo— rió—. Pero, quiero que sepas, que eres su primera relación. Tanto amistosa como amorosa— explicó, relamiéndose el labio—. Solamente te pido que la cuides y, a pesar de que tengamos la misma edad, es muy chiquita para comprender ciertas cosas.
JungKook asintió despacito.
—¿Sabes por qué no te espanté para que te alejaras de ella?— preguntó Yoongi mirándolo a los ojos—. Porque la noté feliz en ese momento, y en mi vida no hay nada más feliz que ver a mi hermana feliz. No se lo digas porque me daría mucha vergüenza.
El castañito sonrió, sin mostrar los dientes, dándose cuenta de que su hermano la quería mucho y parecía que daba hasta su vida por ella. Eso en cierta forma lo hizo sentirse aliviado, porque cuando él se fuera, sabía que Yoongi sería capaz de cuidarla y consolarla. Ella tendría un apoyo más fuerte del que el propio JungKook le podía dar.
Mierda, ahora quiero llorar.
JungKook tenía que aceptar que no toda la vida se iba a quedar con ella, ya la conocería más tarde, pero ahí no se daría cuenta de lo valioso y precioso que era su tiempo con ella. Él tenía, por decirlo así, una fecha de vencimiento. Una fecha límite que marcaba el día en donde se iría y ya no la volvería a ver jamás. No sabía cuántos meses exactamente le quedaban con ella, pero debía aprovecharlos a lo máximo para demostrarle su amor y hacerla sentir como una verdadera reina, porque princesa le quedaba muy corto.
Asimismo, Yoongi Manoban, su mellizo, confiaba plena y ciegamente en él, porque en el fondo sabía que JungKook era una buena persona y que no dañaría a Lisa por nada en el mundo. Yoongi realmente pensaba que lo de su hermana y JungKook podía funcionar, que llevarían su amor a un nivel muy alto y que serían felices juntos. Por eso lo había aceptado, por eso había confiado en él y por eso le había dejado en sus manos la felicidad de su pequeña niña que adoraba tanto.
—La cuidaré. Te lo prometo, hyung.
Pero no podía prometer algo que no podía cumplir.
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Novio ficticio ➳ℓιzкσσк
Fantasía¿Cómo reaccionarías al despertar y encontrar un chico atractivo en tu cama así de la nada? Donde Lisa es una escritora en ascenso y JungKook su novio ficticio. ➳2021.07.12