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   Despertó por el sonido de un canto angelical, abrió los ojos y se encontró a JungKook a pocos centímetros de su rostro. Él tenía los ojos cerrados y cantaba dulcemente con mucho sentimiento. ¿Así había creado al castañito? ¿Cantante? No le disgustaba, pero juraba que no lo había escrito.

Él abrió los ojos una vez terminó la canción y se dio cuenta de que su autora estaba despierta. La miró y le sonrió tiernamente.

—Buenos días, amorcito.

Su voz ronca le hizo sentir escalofríos y su rostro se pintó de rojo por eso. JungKook estaba muy cerca suyo y era la primera vez que tenía esa cercanía con un hombre, o más bien, era la primera era vez que estaba cerca de uno. Lisa nunca fue de tener amigos hombres, no porque no quisiera, sino porque no podía porque Yoongi los espantaba. Aunque era sumamente raro que aceptara a JungKook.

   —¿Tienes hambre? ¿Te preparo el desayuno?— preguntó amoroso el castañito mientras se levantaba de la cama y caminaba hacia la puerta, pero la chica aún adormilada se lo impidió agarrándole la muñeca—. ¿Qué sucede, bebé?

   Lisa creía que la mejor opción era decirle que dejara de llamarla por apodos cariñosos, pues aún no podía asimilar que él era real.

   —A-Ah— balbuceó y aclaró su garganta—. Mis padres te van a ver.

   JungKook negó con una sonrisa.

   —Tu papá se fue a trabajar, tu mamá salió con unas amigas y tu hermano se fue con sus amigos— explicó—. Estamos solos.

   La fémina abrió la boca para decir algo, pero las palabras quedaron ahí sin ser soltadas, puesto que el castañito había quitado la mano de Lisa de su brazo con delicadeza y luego había salido por la puerta. La azabache suspiró y se levantó por fin de la cama, estirándose hasta hacer tronar sus huesos y se levantó en dirección al baño. Quería darse una buena ducha para poder comenzar bien el día y así poder escribir y saber más sobre la misteriosa libreta.

No tardó ni diez minutos y ya estaba saliendo del baño, con una blusa gris holgada y unos shorts de mezclilla. Tendió su cama rápidamente y luego bajó hasta la cocina donde pudo olfatear un delicioso aroma que hizo su estómago rugir.

Entró a la cocina y visualizó la varonil silueta del joven, el cual llevaba un delantal y movía algo en la sartén. Lisa sonrió un poco creándose ideas raras, sobre que ella llegaba de un largo día de trabajo y su esposo estuviera cocinándole algo. Sacudió su cabeza por esas tontas erróneas ideas y se acercó a él.

—No sabía qué te gustaría, pero hice rollos de huevo y un poco de arroz— comentó el chico apagando la estufa y sirviendo la comida en platos.

   —Conque sea comestible me conformo— le sonrió y admiró el simple desayuno del castañito—. Aún así, muchas gracias por esto.

   JungKook le dio los platos con comida a su chica y le jaló la silla para que pudiera sentarse en ella. Después de atenderla, se sentó enfrente de ella mientras la miraba enamoradizo.

   —Woah, es muy simple, pero sabe muy rico— comentó la chica comiendo, manchándose sus gruesos labios con el dulce aderezo que él le había hecho.

   El castañito rió tiernamente, arrugando su nariz y acercándose a ella para limpiar las comisuras de sus labios con su dedo, para luego chupárselo. Aquella inocente acción hizo que el corazón de Lisa latiera como loco y se pusiera nerviosa por décima vez en el comienzo del día. Pues, ¿cómo reaccionarías si un chico con apariencia de modelo te trata como una reina?

   —¿No vas a comer?— preguntó la chica tomando un vaso de agua, a lo que el castañito negó con una sonrisa.

   —No puedo comer porque no soy una persona real— explicó con esa hermosa sonrisa—. Pero eso no me impide probar ciertas cosas.

La mente cochambrosa de Lisa pensó mal, terriblemente mal y se quiso tirar un balazo por pensar así de un chico muy tierno como él. ¿Cómo esa masita podía hacer algo sucio? Era una masita y las masitas solamente hacían cosas tiernas, sanas y bonitas.

Terminó su desayuno en silencio y se levantó para lavar sus platos sucios, pero el JungKook la hizo sentarse otra vez y le dijo que él los lavaba y que ella descansara. Lisa no estaba muy a favor de esto, puesto que parecía que JungKook estaba siendo un esclavo y no permitiría que eso pasara, porque él no era un sirviente, él era... ¿su novio? Técnicamente sí, porque lo había creado para ese propósito, pero, ¿podría llamarlo así?

Soltó un gran suspiro y miró de nuevo al castañito, lavaba los trastes animadamente mientras tarareaba alguna canción. Dios, era tan jodidamente tierno.

—¿Qué te gustaría hacer ahora, Kookie?

En realidad no sabía cómo llamarlo, pero estaba segura de que no le iba a decir de esos apodos para novios, al menos aún no. No se sentía muy cómoda y tampoco se estaba acostumbrando. Él dejó lo que estaba haciendo y la volteó a ver con su característica sonrisa encantadora, arrugando su nariz.

—¿"Kookie"?— repitió y ensanchó su sonrisa—. Me encanta.

Le sonrió una vez más y siguió con su labor. Todavía quedaban unas cuantas horas para finalizar las cuarenta y ocho horas de prueba que tenía, así que ahora mismo no tenía la obligación de escribir, por lo que podía disfrutar de la "libertad" de su personaje en ese sábado por la mañana.

   Subió las escaleras y buscó ropa para salir en su armario, poniéndose una blusa rosa con un dibujo de un globo del mismo color, junto con una falda blanca y zapatos del mismo color. Peinó su corto cabello y volvió a bajar, siendo elogiada por JungKook quien la miraba enamoradizo.

   —Yah, pero que linda estás— sus mejillas se tiñeron de rosa—. Oh, espera— jaló de su camisa negra y el color y diseño cambió, quedando con una camisa azul con un globo del mismo color, justamente como la blusa de Lisa, pero de otro color, creando así un conjunto de pareja—. Listo.

   —¿Cómo haces eso?— preguntó sorprendida.

   —Soy un personaje, puedo hacer cualquier cosa— le sonrió una vez más y aclaró su garganta, ofreciéndole su mano—. Ahora, si me permites, ¿vendría conmigo de paseo, bella dama?

   —Tu coqueteo me pone nerviosa— admitió aceptando la mano del chico.

   —Esa es la idea, mi cielo.

   Tal vez podría acostumbrarse a su compañía, pero nunca a los apodos.

Novio ficticio ➳ℓιzкσσк Donde viven las historias. Descúbrelo ahora