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Los días pasaron y entre los dos ya no era lo mismo de antes. Se encontraban un poco distantes pues las pequeñas revelaciones habían estado presentes en la cabeza de Lisa, quien no dejaba de pensar en eso y cuestionarse cada vez más, preguntándose qué demonios estaba pasando.

   JungKook no le decía nada y eso la estaba desesperando. El castañito se había vuelto callado y le había dado su espacio, pero Lisa no quería eso. No quería que las cosas entre ellos fueran diferentes solo por una plática que lo único que provocó fueron incoherencias. Debían estar unidos hasta que la última hoja se acabara y por fin se digan adiós para siempre.

   —JungKook— llamó y él inmediatamente volteó. Él tampoco estaba bien con la situación y se podía ver claramente. Si bien Lisa podía escribir en el cuaderno que la relación entre ellos volviera a ser la misma, sólo haría que se sintiera incómoda. No estaba bien fingir que nada pasó cuando todavía había un secreto entre medio—. ¿Podemos hablar?— era mejor de una vez por todas aclarar todo aunque él había dicho que no podía contarle aquello.

   Y JungKook no quería hablar. No podía contarle la situación porque lo odiaría y no quería eso. No quería ser odiado por la persona que más amaba, pero tampoco podía ocultar la verdad para siempre. SeokJin lo mataría, pero era lo más justo.

Él asintió a su pregunta, mordiéndose el labio nervioso. Caminó hacia ella y se sentó en el borde de la cama, Lisa estaba más alejada y era mejor así. La fémina suspiró y tragó el nudo en su garganta.

—Explícame lo que sucede, por favor— pidió directamente—. No entiendo qué pasa y tampoco me dices nada.

—No es fácil de decir. Es muy complicado.

—Entonces empieza por el principio— una lágrima resbaló por su mejilla—. Si quieres por Adán y Eva, pero cuéntame lo que pasa. No me gusta que estemos distanciados en nuestros últimos días juntos. Es más doloroso estar así a estar unidos.

Y fue ahí donde JungKook se decidió. Le contaría todo sin omitirle nada –bueno, algunos detallitos de la organización porque era confidencial–, le contaría todo lo que él le hizo y cómo se había dado la situación en sí, el cómo había llegado y por qué estaba ahí.

Primeramente debía ordenar sus ideas y hacer que todo fuera entendible y fácil de comprender. No quería que Lisa se confundiera y no entendiera del todo lo tan extenso que le iba a explicar. Sin embargo, era mejor soltarlo todo de una vez y luego aclarar sus dudas al respecto.

—Nos conocimos en un evento— empezó, relamiéndose los labios y limpiándose las lágrimas—. Era la primera vez que te veía, pero tú parecías conocerme antes; no pregunté, solamente me pareció raro, pero ahora comprendo por qué me miraste como si no lo hubieras hecho por muchos años.

—¿E-Eh? No entiendo...

—Mientras menos sepas del futuro, es mejor, cariño— suspiró y prosiguió—. Nos conocimos, nos gustamos, nos hicimos novios y hasta nos casamos— resumió—. Fue la época más bonita de toda mi vida y me arrepiento por no haberla adorado antes— sonrió con nostalgia—. Todo era muy lindo y de color rosa para nosotros, pero cuando nos casamos empezó lo peor. Realmente no sé por qué actué así, pero me disculpo y quiero que sepas de antemano que mis intenciones nunca fueron lastimarte.

—Pero, ¿por qué me lastimarías?

—Porque en ese entonces era una mala persona que lo único que le importaba era el dinero y que cuando su empresa se estaba viniendo abajo, te maltrató de las peores maneras— dijo con pesar, las lágrimas saliendo como cascada de sus ojos—. Te juro que jamás quise hacerte eso, pero estaba tan enfocado en tener poder que no me di cuenta que te estaba destruyendo poco a poco. Primero destruí tu mente, tu carrera, tu círculo social... tu vida entera y tuviste que soportar todo esto gracias a mí. Al hombre que no merece tu amor.

Lalisa no estaba entendiendo nada, pues JungKook le estaba diciendo cosas al azar que no tenía coherencia. Era toda una historia que si bien podría ser cierta, también podría ser falsa porque, ¿él maltratándola? Por Buda, él no era así. JungKook jamás haría algo para lastimarla y eso lo sabía muy bien.

—Fue tanto el dolor que te causé que te provoqué la muerte, Lisa— habló con un hilo en garganta. Su voz se rompía poco a poco y la seguridad que tenía para contar todo aquello, se estaba viniendo abajo—. T-Te suicidaste por mi culpa y y-yo... quedé devastado y me di cuenta de lo especial que eres para mí. Que el dinero no lo es todo y que nunca iba a ser mi felicidad porque lo eres tú y solamente tú. P-Pero era muy tarde para darme cuenta de lo que en verdad vales y...

Por un momento se quedó en silencio, bajando la cabeza y sollozando alto, sabiendo que Lisa no le estaba entendiendo en absoluto. Pero era mejor así. Era mejor que no entendiera nada para que no lo odiara luego.

—Lo siento, Lisa— sollozó fuerte—. Lo siento tanto...

¿Qué?

¿Cómo podía estar segura de lo que decía y no sea una mentira? Una mentira para hacer que rechace la opción sobre tener otra libreta que ya estaba decidida no lo aceptaría. Pero, ¿JungKook tenía que recurrir a eso? ¿A inventarse de una toda una historia? Es que, Dios, no le cabía en la cabeza que él pudiera ser alguien malo, de tener tanta maldad como para hacerla suicidarse. No tenía sentido. Nada de esta conversación tenía sentido y estaba segura que JungKook también lo sabía.

   Se mordió el labio frustrada y limpió sus lágrimas, negando con la cabeza, rechazando las palabras de JungKook porque simplemente no las creía.

   —E-Eres un idiota.

Novio ficticio ➳ℓιzкσσк Donde viven las historias. Descúbrelo ahora