El profesor Hook no se lo pensó dos veces y atacó a la diablesa con un rápido giro de muñeca tratando de atravesarla con su espada, pero ella, conocedora de muchos de sus trucos, esquivó su ataque con relativa facilidad y lo tiró al suelo con una zancadilla. Una técnica no muy utilizada por los que son como ella.
Antes de que el cazador de demonios pudiera levantarse la diablesa le aplastó el pecho con uno de sus pies y detuvo el intento de ataque por parte de Lisanna apuntando a la chica con una de sus afiladas garras al centro del cuello.
-Ya estuve a punto de matarte en tu momento, humana. No querrás que vuelvas a hacerlo, ¿verdad?-los ojos de Laxis brillaron e hizo que la pelirroja se arrodillase ante ella. Hizo un gesto con la mano libre y unos cuantos demonios armados desarmaron tanto a Lisanna como al profesor Hook y los inmovilizaron.
A unos metros, una debilitada Elena luchaba y trataba de mantener a raya a Jhakar con sus poderes, pero el demonio, más rápido y fuerte que ella, estaba haciendo que a la rubia se le agotasen las fuerzas. Alan observaba la escena en la lejanía, junto a Asmodeus, quien disfrutaba viendo a sus enemigos sometidos y vulnerables mientras mantenía la Espada clavada en el suelo.
Jhakar esquivó la ráfaga helada lanzada por Elena y se abalanzó sobre ella, agarrándola del cuello y levantándola unos centímetros en el aire.
-Mira a tus amigos. ¿Los ves? Ellos son débiles y te hacen débil a ti también.-Asmodeus sonrió con malicia mostrándole el panorama a un irreconocible Alan.-Con nosotros serás un dios. Con ellos, un esclavo. Matadlos.
Elena se revolvió como una culebra en las garras de Jhakar y consiguió congelarle una de sus extremidades. El demonio rugió y ella aprovechó para correr hacia Asmodeus para arrebatarle la Espada pero a mitad de camino un rayo de fuego concentrado le dio de lleno en el pecho e hizo que cayera al suelo. Ella alzó la vista, con el pecho escociéndole de dolor. Alan la observaba con una de sus manos completamente extendida y humeante.
-Alan-musitó el Demonio Mayor dándole un empujón-, mátala. Mata a la chica.
Alan asintió y dio unos cuantos pasos hasta llegar a ella. Todo el mundo observaba la escena con atención. Elena le miró a los ojos tratando de encontrar al chico que ella conocía, pero no encontró nada más que una expresión maligna desprovista de bondad alguna.
-¡Alan soy yo! ¡Soy Elena!-ni un solo rastro de emoción apareció en el rostro del chico, en sus ojos lo único que se podía ver reflejada era la ira. Elena retrocedió ante su inmutable avance y le lanzó un chorro de hielo que le dio de lleno en la cara. Alan rugió y se arrancó el hielo de su rostro de con la ayuda de sus garras.
Elena trató de levantarse para escapar, pero recibió un manotazo por parte de él y chocó contra la barandilla de nuevo. El metálico sabor de la sangre en su boca le provocó náuseas y se mareó un poco.
El resto de los demonios, a pesar de estar en el mismo bando que Alan, le miraron con respeto y agacharon la cabeza. Todos menos Asmodeus, que sabía que estaba a sus órdenes y no le desobedecería.
-Mata a la chica de una vez. Te lo ordeno, te lo ordena Lilith.-los ojos de Alan brillaron con mayor intensidad y llegó hasta Elena, agarrándola por la nuca con sus garras y levantándola en el aire, desgarrándole un poco la ropa y haciendo que le costase más respirar.
-¡NO! ¡ELENA!-vociferó Lisanna y se revolvió en las garras de los dos demonios que la sujetaban. Nunca se había sentido tan impotente. La vida de su hermana estaba en peligro y no podía hacer absolutamente nada.-¡Soltadme capullos! ¡ELENA!
Zack dejó escapar un gemido de frustración. Había vuelto a su forma humana, pero seguía con su cabeza siendo presionada contra el suelo por una de las patas de Kharnax. A unos metros, Aiden luchaba en vano por deshacerse del agarre de los demonios que también lo sujetaban.
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Alan Heek y La Espada Mortal
Fantasy¿Qué pasaría si algún día descubrieses que eres capaz de controlar una poderosa magia que nunca antes nadie había podido controlar? Eso es lo que le sucede a Alan Heek, cuya percepción del sobrenatural mundo que le rodea cambiará por completo al dar...